Por: Ana Laura Arbesú
El análisis del fósil de un cráneo en perfecto estado de conservación hallado en la ciudad china de Harbin, en la provincia de Heilongjiang, ofrece a los científicos indicios de una posible nueva especie.
Bautizado como “Hombre dragón” por investigadores de esa nación asiática, otros expertos prefieren denominarlo Homo longi.
El descubrimiento ocurrió en la década de 1930 durante la construcción de un puente, en medio de la ocupación japonesa, y para evitar que cayera en manos del contrario, lo envolvieron y depositaron en un pozo abandonado.
Fue en 2018 cuando el señor que lo escondió le contó la historia a su nieto, poco antes de morir.
“Es uno de los fósiles craneales humanos más completos del mundo”, afirmó Qiang Ji, profesor de paleontología de la Universidad Hebei GEO.
“Conserva muchos detalles morfológicos que son fundamentales para entender la evolución del género Homo y el origen del Homo sapiens”, aseguró.
En sus argumentos explicó además que, si bien muestra características humanas arcaicas típicas, este presenta una combinación en mosaico de rasgos primitivos y derivados que lo distingue de todas las otras especies anteriormente nombradas.
A juicio de los científicos, dicha parte pertenecía a un individuo masculino fuerte y robusto que murió con alrededor de 50 años de edad.
Pudo ser integrante de una pequeña comunidad que residía en un entorno boscoso de llanura aluvial.
“Al igual que el Homo sapiens, cazaban mamíferos y aves, recolectaban frutas y verduras, y tal vez incluso pescaban”, sostienen los especialistas.
El análisis geoquímico ha fechado el cráneo de Harbin hace unos 146 000 años, durante el Pleistoceno medio, una época de considerables migraciones humanas y que lo ubica como un contemporáneo asiático de los linajes en evolución Homo sapiens, Homo neanderthalensis y el homínido de Denísova.
Cualquiera que sea la naturaleza exacta de esta relación, está claro que el “Hombre dragón” arroja una nueva luz sobre la misteriosa historia de fondo del género humano-