Por: María Hernández
Muchos conductores salen a las calles a aventurar y a utilizarlas como si fueran la parte trasera de su casa sin importarle las señales que se colocan en las vías para que puedan desplazarse correctamente sin poner el riesgo su vida y la de los demás ciudadanos.
Recientemente, un conductor de vehículo privado fue tan irresponsable que se puso a manejar en círculos en una de las principales avenidas de un exclusivo sector del Distrito Nacional, en horas de la noche.
Los choferes se detienen en las aceras, frente a los letreros que indican «No Estacione», se suben encima de las rayas que se colocan en las intersecciones de las vías para permitir el paso al peatón, manejan en vía contraria, los vehículos pesados transitan por elevados y entran a los túneles al igual que los motociclistas, a los cuales no les está permitido. Además, intentan hacer rebases en donde se indica mediante la señal que hay una curva y sobrepasan los límites de velocidad en donde la misma está restringida. Todo muy bien indicado mediante las señales viales.
Algunos conductores aceleran al ver la luz amarilla del semáforo en vez de ir reduciendo ante la proximidad de la luz roja que le indica que tiene que detenerse. No dan preferencia a las ambulancias y en lugar de abrirle le cierran el paso, entre otras infracciones penalizadas en la Ley 63-17 del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre ( INTRANT).
Son muchos los que al frente del volante han provocado accidentes que incluso se han llevado por delante a varios agentes del tránsito de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre Terrestre (DIGESETT) que les hacen señas para que se detengan en vías muy transitadas del territorio nacional y que algunos han terminado en tragedias.
Hay que reconocer que muchas vías han sido abandonadas en cuanto a la restauración de las señales que van pintadas en el pavimento y muchas de las cuales ya han sido borradas por la acción de las lluvias o del candente sol del Caribe, por lo que deben ser pintadas con fórmulas especiales para su mantenimiento por más tiempo.
Los letreros con nombres de calles y señales que se encuentran colocados en postes eléctricos o en las aceras están, la mayoría, borrados o doblados y oxidados como algunos ubicados al cruzar los puentes Juan Pablo Duarte, Juan Bosch y el Matías Ramón Mella, por solo citar unos casos. Otras señales son objeto de robos por delincuentes quienes las venden como metal.
Una falta que se ha observado en algunas edificaciones altas por donde tienen que circular los vehículos es que a muchas no les ponen la altura que poseen para que los medios de transporte muy altos sepan que no deben pasar por debajo si tienen una altura mayor que la de la obra, como sucede en la entrada de túneles o debajo de muchos puentes elevados.
Hay que resaltar que tanto los conductores como los peatones incumplen las normas de circulación por lo que ambos son responsables de los altos índices de accidentes que se producen a nivel local y mundial.
En la actualidad, en la República Dominicana ya muchos conductores piensan en los peatones y les dejan el espacio libre que de acuerdo a la ley le corresponde para cruzar la vía.
Una de las avenidas, que incluso se ha tomado como modelo y Plan Piloto desde hace unos años es la Abraham Lincoln en la cual las autoridades mantienen en perfecto estado las señales que dan paso al peatón con rallas blancas y también tiene claramente pintadas las señales amarillas para los conductores.
También la Ciudad Colonial cuenta con una señalización que no se deteriora, de acuerdo a expertos en el tema. Además el Malecón se encuentra bien señalizado.
En estos tiempos de la pandemia del Covid-19 se han puesto de muy de moda las señales de separación de personas en las aceras y pasillos de plazas, específicamente a la entrada de bancos, supermercados y farmacias para que las personas guarden el distanciamiento físico recomendado por las autoridades de salud.
Así mismo, el metro es un medio de transporte masivo en donde se hace un buen uso de las señales para peatones en donde se les indica dónde deben esperar el metro en cada una de las estaciones y en el interior de la cabina se especifica, con marcas que parecen pisadas, el lugar específico en el cual las personas se pueden parar y guardar el distanciamiento por la pandemia del coronavirus. Igual medidas restrictivas se toman en el Teleférico de Santo Domingo, obras inauguradas en la pasada gestión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que encabezó el presidente Danilo Medina.
Una denuncia constante a las autoridades del Ministerio de Obras Pública y que recoge en su portal, la entidad gubernamental, en septiembre de este 2021 es la que tiene que ver con la señalización de algunas vías como la 27 de Febrero la cual está marcada con una línea , pero sin terminar, porque según la denuncia comienzan a pintar en un sitio y terminan en otro según a lo que la institución responde que en esa vía encontraron un problema pluvial por lo que tuvieron que continuar los trabajos en otro lugar hasta que se corrigiera la avería.
De acuerdo a datos del Plan Estratégico Nacional de Seguridad Vial de Peatones para la República Dominicana (PENSV-P) 2020-2023 del INTRANT, que pretende mejorar la accesibilidad peatonal de las rutas peatonales existentes, las ciudades de este país están caracterizadas por un diseño vial demasiado orientado a lo que es el tránsito motorizado y la anchura de las aceras es inferior a 1.5 metros con una pendiente superior al 6%. Además, señalan en el estudio, hay graves dificultades para garantizar el acceso a los usuarios principales de las aceras que son los peatones con aceras que no son accesibles para personas de movilidad reducida y con poca función para el tránsito de los peatones y para paseo. Hay muchas vías que no cuentan con aceras a nivel nacional lo que hace que los peatones tengan que bajar a la misma avenida.
Lo más importantes es que tanto conductores como peatones tomen conciencia de la peligrosidad permanente presente en las vías de la República Dominicana, en donde no se pueden fiar ciegamente, por ejemplo, de que un semáforo indica una u otra señal porque hay conductores que no respetan ningún tipo de señalizaciones, específicamente en horas de la madrugada cuando algunos salen de los centros de expendios de bebidas alcohólicas con unos tragos en la cabeza y manejan de manera irresponsable poniendo en riesgo su vida y la de los demás ciudadanos.
