Cultura

La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood concedió los 74 Globos de Oro, cuya edición despojada de su esperada gala televisiva, alfombra roja y desfile de estrellas predice hoy el futuro del evento.

Tras la imborrable estela de escándalos por corrupción y falta de inclusión, los miembros celebraron el más exclusivo encuentro de la industria para reconocer a las mejores producciones de cine y televisión en Estados Unidos.

La gran ganadora de la noche resultó la cinta The Power of the Dog como mejor película dramática y otras dos estatuillas para su directora, Jane Campion, y el actor Kodi Smit-McPhee por su rol secundario.

Asimismo, la australiana Nicole Kidman y el estadounidense Will Smith triunfaron en las categorías mejor actriz y actor dramático por sus interpretaciones protagónicas en los filmes Being the Ricardos y King Richard, respectivamente.

Con 20 años, la novel Zegler Rachel Zegler obtuvo el Globo de Oro junto a la actriz de reparto Ariana DeBoss, gracias a sus apariciones en West Side Story, reconocida como mejor comedia o musical.

Los largometrajes Drive my car (Japón), No Time to Die (Reino Unido) y Dune (Canadá) conquistaron los lauros reservados a la mejor película de habla no inglesa, mejor canción para la estrella Billie Eilish y mejor banda sonora a cargo del compositor Hans Zimmer, en ese orden. Entre las películas dirigidas al público infantil brilló Encanto y Kenneth Branagh devino mejor guionista por Belfast.

Por el apartado televisivo, Succession se alzó como mejor serie dramática y, del elenco, los actores Jeremy Strong y Sarah Snook fueron elegidos por su desempeño, en tanto Hacks ganó el premio a mejor producción con tono de comedia al igual que su protagonista Jean Smart.

Michaela Jaé Rodriguez (Pose) dominó en la categoría de mejor actriz en una serie de drama y, a su vez, Andrew Garfield (Tick, Tick… Boom!) Se impuso en la categoría de mejor actor en película musical.

La miniserie televisiva The Underground Railroad fue seleccionada como mejor de su tipo.

Durante la tradicional ceremonia, efectuada en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles, la directiva de la Asociación se limitó a presentar la «Coalición Reimaginar», una iniciativa conjunta de cinco años para aumentar la diversidad, la equidad y la inclusión en la industria mundial del entretenimiento.

Ante la escalada de rumores, una investigación del diario Los Angeles Times constató que entre los 87 miembros votantes no existen personas negras.

Desveló, además, un posible conflicto de intereses entre los jueces que han recibido regalos de diversas personalidades y empresas ligadas al cine, así como el desarrollo del certamen, considerado antesala de los premios ûscar.

Según la pesquisa, varias estrellas denunciaron el fenómeno y la propia cadena NBC, dueña de los derechos para la transmisión del evento, anunció la no emisión hasta que los nuevos cambios sean evidentes al interior de la denominada organización sin fines de lucro, cuyo pasado glorioso ya cae en el olvido.

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