Entusiasta, alegre, animada, militante reafirmando compromisos y determinación para el triunfo en los venideros comicios resultaron los actos de celebración del 50 aniversario de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana.
Los días de la semana del 10 al 16 de diciembre se utilizaron para los actos finales de la gran celebración por todo lo alto en todos los rincones del territorio nacional y en las seccionales del exterior.
Los organismos del PLD se acogieron a las directrices de la dirección del Partido, que bien temprano dispuso que se prepararan actos de celebración, mientras la comisión de celebraciones y conmemoraciones avanzaba en la organización de diferentes actividades acorde a las efemérides nacionales y las propias del PLD.
No pasaron por alto fechas como la Independencia Nacional, las batallas independentistas de marzo, la Revolución de Abril, el tradicional homenaje al coronel Rafael Fernández Domínguez en el lugar donde cayó en combate, la insurrección del 14 de junio, el día de la Confraternidad Peledeísta (30 junio), la fundación de la Sociedad La Trinitaria, el aniversario de la Guerra de la Restauración, la conmemoración del triste episodio del golpe de Estado al Gobierno del Profesor Juan Bosch, el homenaje a Reinaldo Pared Pérez en la fecha del segundo aniversario de su partida, la renuncia de Bosch de su anterior partido, hasta llegar al primero de diciembre.
Ese día en la sede nacional del PLD quedó abierta la temporada navideña con el encendido de miles de luminarias que decoran el histórico local del Partido morado y la estrella amarilla, donde han funcionado desde 1973 sus oficinas y las de los diferentes órganos de trabajo.
A partir de ese momento se dio autorización para seguir adelante con todos los actos que con esmero se prepararon para celebrar los 50 años de una hazaña que, como se dice en el lenguaje popular, no es paja de coco.
Es una proeza de un partido político en Republica Dominicana llegar a los 50 años de existencia, teniendo inclusive en su instancia de dirección mujeres y hombres de aquel pequeño grupo que acompañó al profesor Juan Bosch en la difícil tarea de crear un nuevo partido en República Dominicana.
A base de esfuerzos, sacrificios, entrega y amor aquella tarea se cumplió, iniciando con una estructura de cuadros, es decir un partido solo de dirigentes, que se fraguaron en la práctica, cumpliendo rigurosamente normas y métodos.
A los 17 años de su fundación el PLD se convirtió en la organización con el mayor nivel de electores en los comicios de 1990, en los que con una maniobra electoral se le usurpó el triunfo.
En 1978 el PLD participó en unos primeros comicios en los que un congreso elector decidió su participación para dar a conocer el nuevo partido de Juan Bosch. En ese primer certamen el PLD alcanzó apenas un uno por ciento de los votos emitidos.
A partir de ese momento se produjo un crecimiento geométrico y en 1996, 23 años después de fundado, se celebró el Dia de Confraternidad Peledeista con el triunfo electoral en segunda ronda.
Ese triunfo parecía imposible por la estrepitosa caída en 1994, que, en lugar de amilanar a su militancia y dirigencia, la armó de entereza, con la que se pudo realizar una alianza con fuerzas tradicionalmente contrarias.
En el 2004, luego de un fatídico cuatrienio 2000-2004, el PLD regresa a dirección del Gobierno donde se mantiene 16 años corridos impulsando las mayores transformaciones en el país en todos los planos, económicos, de producción, institucionales, entre otros.
Una fractura de las filas partidarias, junto a una mendaz campaña de mentiras y odios y la más grande abstención electoral de la historia, decretaron la salida del PLD del poder para ubicarse en la oposición política en donde ha resistido virulentos ataques y componendas en procura de diezmarlo, lo que no han logrado ni lograrán.
