Como abanderado y portavoz de los intereses de los ciudadanos que aspiran a una sociedad basada en los valores de libertad, tolerancia, justicia y progreso, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) respondió las pretensiones del actual Gobierno de imponer una reforma fiscal, que de seguro penalizará el bolsillo de los sectores productivos, de la clase media y los más desposeídos.
La dirección nacional del PLD delegó en voceros autorizados encabezados por su Secretario General, Charles Mariotti, responder el anuncio de fusionar instituciones públicas presentadas en la vitrina semanal del Gobierno desde el Palacio Nacional.
Con los ajustes que se propone, la gente del Gobierno dicen procurar un ahorro en el gasto público de 25,000 millones de pesos, sin que se explique de dónde saldrán esos recursos.
En este punto el PLD considera inexistente el ahorro que se presenta con las sugeridas fusiones. Y en su opinión lo que se procura con ellas es desviar la atención de la incapacidad del gobierno para realizar un ajuste serio y significativo en las áreas que realmente demandan eficiencia y responsabilidad fiscal.
De ejemplo de dispendio en el gasto público en que han incurrido el presidente Luis Abinader y sus funcionarios se citó el alarmante incremento del gasto en pensiones y en publicidad oficial, que ha tenido un crecimiento escandaloso.
Mientras la dirección peledeísta se encargaba de desmontar esos detalles financieros de las propuestas de reformas, el equipo educativo explicaba lo inadecuado de la fusión de los ministerios de Educación y de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, y el equipo agropecuario resaltaba lo improcedente de fusionar el IAD con el Ministerio de Agricultura, los roles diferentes y complementarios de los Ministerios de Hacienda y Economía, que también se pretende fusionar, así como la contradicción de las reformas sugeridas con el espíritu y los criterios establecidos en la Ley Orgánica de la Administración Pública.
Vistos en conjunto estos anuncios de fusiones, queda clarita la intención del Gobierno de pretender condicionar con ellos a la población a una reforma fiscal, muy distante a un pacto, que el Gobierno quiere aprobar con su mayoría mecánica en el Congreso, la cual a todas luces golpeará a los sectores productivos, a la clase media dominicana y a los que menos tienen.