Muchos hacedores de opinión entienden que el Estado hace grandes inversiones en el área social, y lo califican como una política poco responsable, populista, que no se traduce en beneficio de la mayoría. Pero esta posición contradice a los organismos dedicados al estudio y desarrollo de políticas de reducción del hambre que sostienen que los gobiernos necesitan destinar mayores recursos en políticas a favor de los pobres.
La realidad es que según estudios realizados por distintos organismos internacionales, entre los que se podrían citar el PMA, la FAO, el FIDA, la ODM, está ampliamente demostrado que la inversión en alimentación le es retribuida a la sociedad con una mayor productividad, mayor capacidad de aprendizaje y por ende, gastos más bajos en salud.
En los gobiernos del PLD, se han hecho grandes esfuerzos para combatir la pobreza, aplicando políticas de transferencias condicionadas a través del Gabinete Social, como el programa Solidaridad (2004) que coordina la Vice Presidencia de la Republica. Otros como los Comedores Económicos, Plan Social, etc, que han logrado grandes avances en el combate al padecimiento del hambre.
Han sido tales los logros que hoy día el país se coloca en el puesto 96 de 169 países según el Índice de Desarrollo Humano (IDH), lo que nos da la categoría de desarrollo humano medio. Pero en el mismo estudio se refleja un IDH no vinculado al ingreso o crecimiento económico que hemos alcanzado en las últimas décadas (INB per cápita de US$8,506.00).
Cuando se ajusta por desigualdad el IDH pierde un 25% de su valor. Lo que también evidencia que somos el país numero 40 de 139 con mayor perdida.
La Republica Dominicana se sitúa entre los primeros de los 22 paises de America Latina y el Caribe que logro reducir el hambre a la mitad, al pasar de 14.7 por ciento en 1990 a 7,9 en 2012 para alcanzar los Objetivos del Milenio contra el hambre.
El problema fundamental del país ya no es padecimiento de hambre, ahora de lo que se habla es de desnutrición, personas mal alimentadas o subnutridas. En ese sentido, los gobiernos del PLD, está concentrando parte de sus esfuerzos al fortalecimiento de la Seguridad Alimentaria aplicando una serie de proyectos como el programa Cero Hambre, Progresando con Solidaridad, así como acciones conjuntas con la Iglesia y el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Según el informe de El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI), en los países pobres, la reducción del hambre y la pobreza solo se lograra con un crecimiento que no solo sea sostenido, sino “ampliamente compartido”.
Un elemento fundamental de una sociedad más justa, es una sociedad que garantice a todos sus ciudadanos las tres papas calientes, como decía el profesos Juan Bosch.
Un partido que viene desarrollando políticas que garantizan la alimentación a cada hogar dominicano, llevando las funditas, las “cajanastas” o a través de comedores económicos, la tarjeta solidaridad y otros, no puede calificarse como populista, esa es la labor del Estado, garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
Es verdad que lo ideal no es llevar el pescado a cada hogar, sino ensenarlos a pescar, pero mientras les ensenamos a pescar, es deber del Estado garantizar “las tres papas calientes”.
