Las personas que sufren este trastorno padecen un mal de índole psiquiátrico, La cualidad ineludible “es que carecen de emociones, de la capacidad de situarse en el lugar de otra persona para siquiera imaginar su sufrimiento.
Las características conductuales del psicópata podrían ser determinadas tanto por factores fisiológicos, como por factores socio-psicológicos. La conducta psicopática podría ser causada por traumas infantiles que generan conflictos por los cuales el “Niño” no puede identificarse con el progenitor del mismo sexo ni apropiarse de sus normas morales. Los psicólogos conductistas creen que la conducta psicopática resulta del aprendizaje.
Causas
El trastorno de conducta ha sido asociado con:
• Maltrato infantil.
• Drogadicción o alcoholismo de parte de los progenitores.
• Conflictos familiares.
• Anomalías genéticas.
• Pobreza.
Es difícil saber qué tan frecuente es este trastorno, lo cual se debe a que muchas de las cualidades necesarias para el diagnóstico, tales como «actitud desafiante» y la «desobediencia de las reglas», son difíciles de definir. Para realizar un diagnóstico de trastorno de conducta, el comportamiento tiene que ser mucho más extremo de lo que es socialmente aceptable.
El trastorno de conducta a menudo está asociado con el trastorno de déficit de atención. El trastorno de conducta también puede ser un signo inicial de depresión o trastorno bipolar.
Síntomas en los niños:
Los niños con trastorno de conducta tienden a ser impulsivos, difíciles de controlar y despreocupados por los sentimientos de los demás.
Los síntomas pueden abarcar:
• Romper las reglas sin una razón clara.
• Comportamiento cruel o agresivo hacia personas y animales (por ejemplo, intimidar, pelear, usar armas peligrosas, forzar la actividad sexual y robar).
• Ausentismo escolar (inasistencia, que comienza antes de los 13 años).
• Consumo excesivo de alcohol y/o de drogas psicoactivas.
• Iniciar incendios de manera deliberada.
• Mentir para conseguir un favor o evitar tareas que tiene que hacer.
• Escaparse.
• Vandalismo o destrucción de la propiedad.
Criterios para el diagnóstico de Trastorno antisocial de la personalidad
Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:
1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.
2. deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer
3. impulsividad o incapacidad para planificar el futuro
4. irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones
5. despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás
6. irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas
7. falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros.
• El sujeto tiene al menos 18 años.
• Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.
• El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.
Según el psicólogo criminal Robert Hare:
Los psicópatas primarios: No responden al castigo, a la aprehensión, a la tensión ni a la desaprobación. Parecen ser capaces de inhibir sus impulsos antisociales casi todo el tiempo, no debido a la conciencia, sino porque eso satisface su propósito en ese momento. Las palabras no parecieran tener el mismo significado para ellos que el que tienen para nosotros. No siguen ningún proyecto de vida, y parece como si fueran incapaces de experimentar cualquier tipo de emoción genuina.
Los psicópatas secundarios son arriesgados, pero son individuos más proclives a reaccionar frente a situaciones de estrés, guerreros, y propensos a la culpabilidad. Se exponen a más estrés que la persona promedio, pero son tan vulnerables al estrés como la persona promedio. Son gente audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus propias reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la tentación.
Tanto los psicópatas primarios como los secundarios están subdivididos en:
Los psicópatas descontrolados: los que parecen enfadarse o enloquecer más fácilmente y más a menudo que otros subtipos. Su frenesí se asemejará a un ataque de epilepsia. Por lo general son también hombres con impulsos sexuales increíblemente fuertes, capaces de hazañas asombrosas con su energía sexual. También parecerían estar caracterizados por ansias muy fuertes, como en la drogadicción, la cleptomanía, la pedofilia, cualquier tipo de indulgencia ilícita o ilegal.
Los psicópatas carismáticos: son mentirosos encantadores y atractivos. Por lo general están dotados de uno u otro talento, y lo utilizan a su favor para manipular a otros. Son generalmente compradores, y poseen una capacidad casi demoníaca de persuadir a otros para que abandonen todo lo que poseen, incluso hasta sus vidas. Este subtipo llega a menudo a creerse sus propias ficciones. Son irresistibles. Pruebas y exámenes
Tratamiento
Para que el tratamiento sea efectivo, se debe iniciar en forma temprana. Igualmente es necesario que la familia del niño esté comprometida. Los padres pueden aprender técnicas para ayudar a manejar la conducta problemática de su hijo.
En casos de maltrato, es posible que sea necesario retirar al niño de la familia y ubicarlo en un ambiente menos caótico. El tratamiento con medicamentos o la psicoterapia se pueden utilizar para la depresión y el trastorno de déficit de atención.
Muchas escuelas de «modificación del comportamiento», «programas educativos y terapéuticos de salidas al campo» y «campamentos de entrenamiento de reclutas» se ofrecen a los padres como solución para este trastorno de conducta. No existen investigaciones que apoyen estos programas. Los estudios sugieren que es más efectivo el tratamiento de los niños en el hogar junto con sus familias.
Posibles complicaciones
Los niños con trastorno de conducta pueden llegar a desarrollar trastornos de personalidad como adultos, en particular el trastorno de la personalidad antisocial. A medida que sus comportamientos empeoran, estos individuos también pueden desarrollar problemas a nivel legal o de drogas.
La depresión y el trastorno bipolar se pueden desarrollar en los años de la adolescencia y a comienzos de la adultez. El suicidio y la violencia hacia los demás también son posibles complicaciones de este trastorno.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si su hijo:
• Continuamente se involucra en problemas.
• Tiene altibajos en el estado anímico.
• Está intimidando a los demás o es cruel con los animales.
• Está siendo víctima.
• Parece estar demasiado agresivo.
El tratamiento oportuno puede ayudar.
Prevención
Cuanto más temprano se inicie el tratamiento para el trastorno de conducta, mayores probabilidades tendrá el niño de aprender comportamientos de adaptación y evitar complicaciones potenciales.