Hablan los hechos

Vuelve y vuelve el otro Balaguer (1986)

El proceso electoral de 1986 es el inicio de una recomposición de las simpatías de las fuerzas políticas en la República Dominicana y la conformación de un nuevo cuadro electoral, proceso que duraría casi 20 años.

El Partido Revolucionario Dominicano, diezmado por las luchas de tendencias y desacreditado por los cuatro años del gobierno de Jorge Blanco, permitió que Joaquín Balaguer, con casi 80 años de edad y disminuido físicamente volviera a la presidencia del, algo que parecía inconcebible.

Del «Concordazo» al Pacto la Unión

Es mucho lo que se ha escrito sobre estos episodios, sin embargo para el marco de este análisis, lo importante es resaltar la derrota a lo interno del PRD de la tendencia más liberal de ese partido representada por Peña Gómez, frente al candidato de las fuerzas más conservadoras de ese partido, que lídereaba Jacobo Majluta.

Las elecciones primarias del PRD de 1985, demostraron hasta que punto ese partido había degenerado, de ser un proyecto político colectivo, a una división en tantas partes como proyectos personales presidenciales se presentaran.

Para la elección de la candidatura, se presentaron Jacobo Majluta y José Francisco Peña Gómez, este último sería apoyado por Jorge Blanco y el gobierno.

Todo terminaría en un enfrentamiento armado, donde se produjeron una muerte y varios heridos, en lo que hoy es el Hotel Dominican Fiesta, antes llamado Dominicana Concord, y por esto a este episodio se le llama «el concordazo».

En medio de la crisis, y después de múltiples reuniones, se logró un acuerdo denominado el ¨Pacto la Unión¨, donde Majuta asumía la candidatura presidencial, Peña Gómez fue nombrado a la Presidencia del PRD, Hatuey Decamps Secretario General del partido y Asela Mera de Jorge, esposa de Jorge Blanco, presentada como candidata a Senadora del Distrito Nacional.

En esas condiciones fue el PRD a enfrentar a Balaguer en las elecciones de 1986.

Más sabe el Diablo por viejo

Lo ocurrido durante el conteo electoral de las elecciones de 1986, es una muestra de como la experiencia política de Balaguer se impondría en medio de la división del perredeísmo.

El perfil que se presentó de Majluta en la campaña electoral, era el de un tecnócrata mas cerca de los grupos conservadores que del PRD.

Tan es así, que como seguro de vida y dar una alternativa a sus seguidores para ejercer el voto fuera del PRD, creó un partido político paralelo denominado la Estructura, que al final fue la causa de su perdición.

Balaguer por su parte, asumiendo su posición opositora, reclamó que se nombrara una comisión de observadores independiente para validar las actuaciones de la Junta Central Electoral, por la desconfianza que tenia frente a sus componentes.

Esta quedó compuesta por una mayoría de miembros de la iglesia católica y empresarios, solo uno de sus integrantes tenía simpatías con el PRD.

Estos dos hechos demostrarían ser claves en el resultado electoral que devolvió a Balaguer al Palacio Nacional.

Mas de 100,000 votos fueron declarados nulos u observados en esas elecciones, se dice que la mayoría fueron emitidos en doble rayado a favor de La Estructura y el PRD, nunca fueron contados, mientras la diferencia entre Balaguer y Majluta fue de solo 33,000 votos.

La comisión de notables jugó un papel importante para evitar manipulaciones de datos dentro de la JCE y usó el peso social de sus integrantes para obligar a Majluta a reconocer el triunfo de Balaguer.

Este había reforzado su candidatura con la presencia de un miembro destacado del sector empresarial dominicano con fuertes relaciones dentro del gobierno de los Estados Unidos, nominó a Carlos Morales Troncoso como candidato a la vicepresidencia, y por lo tanto garantía de continuidad del régimen.

Al final, el Balaguer viejo le ganó al Balaguer joven. que así se hacía llamar Majluta, en base a los pactos que fue capaz de hacer antes y después de contarse los votos en esas elecciones.

El PLD surge como tercera fuerza

Afirmamos que este fue el inicio de la recomposición de las simpatías electorales en el país, porque por primera vez el Partido de la Liberación Dominicana, contó con una cantidad de votos importante, para influir en los resultados finales de unas elecciones.

En total el PLD obtuvo cerca de 350,000 votos, los cuáles, hubieran sido suficientes para vencer a Balaguer si los sumamos a los votos del PRD, sin embargo las contradicciones que dieron origen al nacimiento de ese partido en 1973 frente a la dirigencia del partido blanco, se agudizaron durante los gobiernos de Antonio Guzmán y Jorge Blanco.

La consigna del partido morado en la campaña de 1986, era una muestra de la decisión estratégica de Juan Bosch de presentar al PLD como la diferencia entre el PRSC y el PRD, sus organizados militantes gritaban en todo el país: «Ni mató, ni robó, por eso estamos con Juan Bosch».

Por el lado del reformismo se acusaba a Majluta y al PRD de sustraer los bienes del pueblo apodándolo como ¨gatobo¨, en alusión a los robos de los gatos, mientras los perredeístas acusaban a Balaguer de la ola de represión ocurrida durante el régimen de los doce años, instalando un cementerio simbólico en el malecón de Santo Domingo.

El otro Balaguer

El Balaguer que asumió la presidencia en 1986 fue diferente en muchos aspectos al que salió derrotado en 1978.

En los diez años no se presentaron violaciones de los derechos humanos, no hubo persecución contra los políticos de oposición, ni se produjo el retroceso, que muchos temieron, a la época en que los militares eran una fuerza decisiva en la política dominicana.

La circunstancias habían cambiado y la mayoría de los jefes militares de la época del trujillismo estaban muertos o retirados, además, la izquierda dominicana había decidido enterrar el hacha de la guerra y tratar de llegar al poder por medios pacíficos.

Sin embargo, en términos económicos fue un calco del gobierno de los doce años, centralizando su trabajo en la construcción de cientos de obras de infraestructura en todo el país, esto disminuyó notablemente la tasa de desempleo, pero al ser realizadas con fondos producto de la emisión de dinero de parte del Banco Central, cobraron su precio con la explosión de una crisis económica de grandes proporciones en 1989.

Resurge el liberalismo político

Para las elecciones de 1990, el PRD había profundizado su crisis con la formación de dos partidos, el Bloque Institucional Social Demócrata de Peña Gómez y el Partido Revolucionario Independiente de Majluta, cuyas posiciones ya eran irreconciliables.

Al final una decisión de la Junta Central Electoral dio la razón a Peña Gómez, quien se quedó con las siglas y el color tradicional del partido.

En esa circunstancia, el PLD y Juan Bosch, ocuparon electoralmente el espacio de los liberales, convirtiéndose en una opción de poder, como demostraban todas las encuestas realizadas en la época.

Balaguer intentaba reelegirse en medio de una crisis económica causada por la pérdida del valor del peso, inflación y escasez, incluso se llegaron a ver largas colas para obtener combustible en las estaciones de servicio, porque el país se había quedado sin divisas para comprar petróleo y sus derivados.

El voto dividido otra vez de los sectores liberales contribuyó a la cuestionada derrota de Juan Bosch y el PLD, los resultados de esas elecciones lo dicen todo: Balaguer ganó con el 35.2% de los votos, el PLD obtuvo el 34.8% (una diferencia de 25,000 votos) y el PRD con Peña Gómez de candidato el 18%.

Juntos el PLD y el PRD obtuvieron mas de 50% de los votos, lo que hubiera permitido un gobierno de extracción liberal.

Juan Bosch acusó a Balaguer de haberle hecho un «fraude colosal» y rompió sus relaciones personales con su viejo amigo, devolviéndole la condecoración que se le había otorgado como reconocimiento por su obra literaria y sus servicios al país.

El voto pendular de la mayoría

La transformación de la sociedad dominicana se venía reflejando en los diferentes procesos electorales realizados cada cuatro años.

Aquella base electoral campesina e iletrada, iba siendo sustituida por el peso del voto en los barrios populares de las grandes ciudades, lo que había convertido a los partidos con discurso liberal en mayoría.

Sin embargo, el sistema de elección que existía en la República Dominicana, abriría las puertas a diversos gobiernos de mayoría relativa pero minoría absoluta.

La división de los ya dos grandes partidos liberales: PLD y PRD, este último también dividido en diversos subgrupos, provocó un voto pendular entre estas dos fuerzas políticas, que les impidieron varias veces su acceso al poder.

En las elecciones de 1990, como hemos señalado, el PLD y el PRD, es decir los partidos de pensamiento liberal, obtuvieron una mayoría absoluta con el PLD como receptor de la mayoría de esos votos y al PRD en un tercer lugar lejano.

En las elecciones de 1994 se daría el caso contrario, quien recibió la mayoría de esos sufragios fue el PRD y su candidato Peña Gómez, relegando a Bosch y al PLD a un lejano tercer lugar.

Elecciones de1994 vuelve el PRD

La crisis haitiana desatada después del derrocamiento de Jean Bertrand Aristide, produjo un bloqueo económico a ese país, que fue violado por la República Dominicana, bajo el criterio de Balaguer de que, si no lo hacía, podía provocar una ola inmanejable de migrantes hacia nuestro territorio, esto produjo un gran malestar en las relaciones con el gobierno norteamericano y su ala liberal, quienes habían sido aliados históricos de Peña Gómez.

A pesar de la recuperación económica del país, el PRD se convirtió de nuevo en la opción para sustituir a Balaguer y Peña Gómez parecía ser un candidato imbatible.

Todas las encuestas daban como amplio favorito al candidato perredeísta, quien polarizó las elecciones con el candidato a la reelección Joaquín Balaguer y se enfrentó a la maquinaria electoral reformista, en medio de acusaciones a su origen y nacionalidad.

El dia de las elecciones se produjeron denuncias de exclusión de miles de militantes del PRD del padrón electoral enviado a las mesas de votación, lo que comprobado por los observadores internacionales, llevó al país a una nueva crisis post electoral en mayo de 1994.

Por un acuerdo previo que incluyó una reforma a la constitución, sobretodo en temas electorales, se aceptó un resultado que mantuvo a Balaguer por dos años en la Presidencia de la República.

El resultado final de esas elecciones fue el siguiente: PRSC 42.5%, PRD 41.4% (solo 17,000 votos menos) y el PLD 13%.

Otra vez los votos contrarios a Balaguer habían sumado mas del 50%, que era la mayoría absoluta.

Las matemáticas se equivocaron

La crisis electoral del año 1994 y la solución planteada y aceptada como el «Pacto por la Democracia», es si dudas el acontecimiento político que dio origen a la situación electoral que tenemos hoy en día.

Nuevas alianzas se formarían a partir de la disminución física y retiro forzoso de Balaguer, Bosch y Peña Gómez.

Lo que parecía un valladar infranqueable para las fuerzas conservadoras del país, derrotadas, pero maniendo el poder, en todas las elecciones que se realizaron con amplia participación, por la mayoría absoluta del voto de tendencia liberal, se convertiría en su tabla de salvación.

La reforma constitucional del año 1994, que fue el resultado de las negociaciones para superar la crisis electoral e incluyó el sistema de elección por mayoría absoluta en una o dos vueltas, parecía un traje hecho a la medida para el PRD y Peña Gómez ganar las elecciones de 1996, después de todo era evidente que Juan Bosch, por estar enfermo no podría participar y Joaquín Balaguer era forzado a retirarse por impedimento constitucional.

Sin embargo, en este caso, la exactitud de las matemáticas fue vencida por la realidad social que construye la política; los planes, tan cuidadosamente trazados, se trastocaron, al surgir como opción electoral, el Nuevo Camino que encabezó el PLD, junto a su nóbel candidato Leonel Fernández.

Este será el tema de esta serie de artículos la próxima semana.

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