El fenómeno del liderazgo político a mediados de la segunda década del siglo XXI, ha ido cambiando en la misma medida que se producen modificaciones importantes en las relaciones económicas, planteamientos ideológicos y métodos de comunicación en la sociedad moderna.
Ya habíamos señalado, como la comunicación uni-direccional, dominada por la radio y la televisión, había sido sustituida, todavía en forma parcial, por medios bi o multi-direccionales, donde es imposible imponer ideas políticas, sin estar dispuesto a replicas y discusiones sobre los temas que le interesan a la ciudadanía.
La posibilidad de que todos y cada uno de los que posean un equipo con acceso a banda ancha, se convierta en emisor y receptor del mensaje político, está provocando cambios profundos, e incluso, el surgimiento de una nueva clase de políticos, que basan su mensaje en la anti-política.
Este fenómeno, que sucede al mismo tiempo, en medio de la expansión del internet y la acentuación de la crisis económica en algunos países europeos, puede significar un vuelco de toda la actividad política vista hacia el futuro.
Ya que, son precisamente los políticos, los señalados como causantes del deterioro de la calidad de vida y disminución de los privilegios otorgados en la llamada sociedad de bienestar, mientras se lucran insensiblemente permitiendo altos niveles de corrupción en los gobiernos.
La fuerza de la red
La internet comenzó como una forma de comunicación puramente académica y hoy en día se ha convertido en un instrumento imprescindible, en un mundo dónde los seres humanos vivimos en espacios virtuales, en que nos dedicamos al ocio, las compras, las ventas, el trabajo, la cultura y por supuesto la administración de la polis de los griegos: la actividad política.
Lo cierto es, que la red se ha convertido en el espacio mas democrático de participación global que haya conocido la humanidad en toda su historia.
No existe un instrumento mas temido por las dictaduras que la democracia digital; el juego del gato y el ratón que se produce en las sociedades totalitarias, entre los que aspiran a ser escuchados de manera abierta, y la censura a que son sometidos los medios digitales, China, Cuba, Corea del Norte, por ejemplo, nos da una idea de la fuerza de cambio que representa la internet.
Hace unas semanas, en la ciudad de Miami, fuimos testigos de una conferencia, donde Yoani Sánchez, la ya famosa blogera cubana, describía las dificultades y las vías alternativas que buscaban los jóvenes de su país, a la amplia brecha digital y la cuasi prohibición de uso de los ordenadores en Cuba.
Por esto no nos sorprendimos de que su decisión de abrir un diario digital, lo cual ocurrió hace unos días, y fuera inmediatamente censurado por el gobierno de Fidel y Raúl Castro.
La internet y las vías de participación política
Contando entonces con este instrumento, que demuestra cada día su poderío como herramienta de participación, comunicación e influencia sobre las actividades humanas, no hay dudas de deberá adaptarse la actividad y el liderazgo político del siglo XXI a todo lo que significan estos cambios.
Internet es la via moderna de aumentar la democracia, es decir, volver a las bases del sistema creado filosóficamente en Grecia, donde todos los ciudadanos tenían la oportunidad de participar y opinar sobre las decisiones que los afectaban.
En los Estados Unidos, por ejemplo, el país punta en tecnología digital, la red se ha convertido en una forma de desarrollar la democracia directa, recuérdese que nuestra democracia se ejerce por representación, a través de esta vía de comunicación directa se intenta que mas personas participen de la actividad política.
Para dar un ejemplo, una de las formas en que se miden las posibilidades de un candidato en las elecciones norteamericanas, es el cálculo de recaudación económica de parte de los grupos de presión y grandes corporaciones a su campaña electoral; mientras mas dinero recaude, mas posibilidades tiene de ganar la elección.
En el año 2004, la campaña de Barack Obama, a quien pocos daban posibilidades de ganar las elecciones internas a Hillary Clinton, revolucionó el método de recaudación a su campaña, recibiendo cientos de millones de dólares a través de paginas de internet, bajo la promesa de que su gobierno no tendría compromisos con los grandes intereses que invertían tradicionalmente en los candidatos a la Presidencia.
Es decir, estamos en presencia de un fenómeno de participación, que se hace imprescindible para quien aspire a influenciar sobre las decisiones importantes en cada uno de los países.
El aeropago electrónico
En el siglo XXI el líder político tendrá que adaptarse a un nuevo tipo de democracia, participativa, incluyente e inquisidora, tal como lo ha tenido que hacer el profesor universitario moderno. que tuvo que cambiar de la cátedra y la memoria, al planteamiento de solución de problemas y razonar para poder enseñar a sus alumnos.
Estamos en una época en que la ciudadanía exige que se tome en cuenta su opinión, y lo exige por vías hasta ahora desconocidas por los políticos de antaño, ya no quiere que se tomen decisiones en su nombre sin consultarlos y quienes lo hagan pagarán en las urnas su osadía.
Con el desarrollo de la internet, además, será mas fácil las convocatorias a referéndum y plebiscitos, porque el voto electrónico disminuirá la complejidad de organización de los procesos y los conteos electorales.
En el futuro próximo, se tendrán que hacer consultas sobre temas específicos segmentando la población por grupos de interés, y así obtener opiniones de que piensan los afectados, acerca de determinadas medidas que pueda tomar un gobierno.
Es decir, las posibilidades de participación política son tan grandes, que nos podríamos imaginar a los electores de un país, siendo consultados en forma electrónica permanentemente, del mismo modo que se hacía con los que tenían derecho al voto en el Areopago Griego para las decisiones en la democracia ateniense.
A kilómetros de los representados
La sociedad de la información, obligará a un acercamiento de los partidos políticos a quienes dicen representar, es decir, a los ciudadanos y ciudadanas.
Sin dudas estas sociedades intermedias, que son el vehículo creado por la democracia liberal para la expresión popular, llamados partidos políticos, están siendo cuestionadas en cuanto su legitimidad por la gran distancia que tienen las castas dirigenciales y el pueblo a quienes dicen representar.
Internet abre las posibilidades de acercar a los partidos a la gente, de transparentar y discutir sus propuestas para resolver los problemas de la población, de establecer y difundir las metas tácticas y estratégicas de la organización y aún mas que eso, abrir vías de comunicación con el pensamiento disidente.
Ahora es posible construir entre todos la agenda política del país, en vez de enviar cátedras de soluciones desde los partidos, habrá que dar participación a los ciudadanos para que expliquen cuales son los temas a los que desean se dediquen tiempo, recursos y esfuerzo desde el gobierno.
Es posible en este nuevo ejercicio de la acción política partidaria, disminuir la brecha abierta entre ciudadanía y partidos, convocando a una mayor participación e inclusión, que de muchas maneras podría constituir un freno a la anti-política que toma cuerpo en algunos países europeos.
Ganan los anti-políticos
En Europa, la crisis económica unida a la falta de credibilidad en los dirigentes de los partidos políticos, ha desatado una ola de movimientos anti-políticos cuyo éxito electoral debe llamar la atención de quienes aspiren a ser líderes en el siglo XXI.
El mas llamativo de todos, es el Movimiento Cinco Estrellas, que encabeza Bepe Grillio, un actor cómico de la televisión italiana, que se presentó a las últimas elecciones como un ¨no partido¨, con un ¨no líder¨ y ¨un no estatuto¨; convirtiéndose en el 2013 en la primera fuerza política de Italia con el 25% de los votos.
Este movimiento dice representar a la clase media, que sale todos los días a buscarse el pan, no depende de la política, paga sus impuestos y revisa diariamente en la prensa los escándalos de corrupción de quienes dicen representarlos en los cargos de dirección gubernamental.
Grillio plantea que Cinco Estrellas es un movimiento de ciudadanos, preocupados por sus problemas diarios, que no han podido resolver los políticos, pero además se oponen a todo tipo de corrupción, o uso de los fondos públicos, que no sea para beneficio de la ciudadanía; por ejemplo en las elecciones del 2013 rechazó la entrega de 43 millones de Euros de fondos públicos para su campaña electoral.
Este movimiento recibe financiamiento directo a través del internet de los ciudadanos interesados en que se resuelvan las cinco estrellas que representan su programa básico: agua gratis, conectividad, medio ambiente, transporte y desarrollo.
Cuando veas la barba de tus vecinos arder…
Este antiguo refrán castellano nos advierte que debemos aprender de los problemas que sufren los demás para no repetirlos y sufrir las mismas consecuencias.
Lo del Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillio no es una excepción, se está convirtiendo en la regla en la política europea.
Los resultados de otro no partido como el ¨Movimiento Podemos¨ de Pablo Iglesias en España, es otro ejemplo que ha desatado tanto miedo en los partidos tradicionales, que arrastró consigo a la dirección del PSOE y puso a la cabeza a Pedro Sánchez, un casi desconocido pero telegénico dirigente de Andalucía, para intentar disminuir la caída imparable de uno de los partidos históricos del viejo continente.
La realidad es que existe una ola de descreimiento de la ciudadanía, a que desde los partidos políticos se van a producir soluciones a sus problemas.
Existe entonces una crisis del sistema político clásico, donde los ciudadanos se sentían representados por los partidos tradicionales y ponían sus esperanzas exclusivamente en ellos en cada proceso electoral, ahora se exige participación y rendición de cuentas, una vida transparente y cero impunidad a quienes usen en provecho propio los fondos públicos.
El común denominador
¿Cuál es el denominador común de todos estos movimientos?: el uso de las redes sociales como forma primaria de comunicación, convocatoria e interacción.
El internet es el que ha creado a los Cinco Estrellas de Italia, al derivado de las protestas de la Plaza del Sol de Madrid llamado Podemos, al Partido Pirata de Suecia, a Amanecer Dorado de Grecia y ha dado fuerza electoral al Frente Nacional de Francia.
Quizás como suma de señalamientos negativos, que siempre son populares, estos movimientos nunca lleguen a ejercer el poder en un país europeo, sin embargo son un signo inequívoco de que algo anda mal en el ejercicio político tradicional.
Pero ademas, que el liderazgo del siglo XXI tendrá necesariamente que adaptarse a la nueva situación creada por toda esta red imparable de comunicación multi-direccional, que cada día produce un efecto multiplicador sobre los mensajes desde donde se construyen las propuestas con que se ganan las elecciones y se ejerce el poder.
Los partidos políticos de este siglo tienen un reto enorme que afrontar: construir al mismo tiempo que se modifican, las nuevas reglas desde donde se ejercerá la política en el futuro, la no renovación podría significar el suicidio con la consecuente desaparición.
Y el que aspire a tener un liderazgo en este siglo, tendrá que adaptarse a las nuevas reglas, ser capaz de debatir en las redes sociales, hacer propuestas racionales ante una colectividad cada vez mas informada y dar ejemplo con su vida de que es capaz de ejercer la representación de todos.
El futuro dirá si la democracia digital, es la vuelta a la pureza de la democracia: la participación de todos.