Con estas palabras inician Carlos Marx y Federico Engels el ¨Manifiesto del Partido Comunista¨ en el año 1848, y es la conclusión de décadas de reflexión sobre los cambios que se habían producido en la sociedad, a partir de las nuevas tecnologías sobre las que se sostenía la Revolución Industrial en el siglo XIX.
Ya vimos en nuestra entrega anterior, como el capitalismo se desarrollaba y daba forma a una era de industrialización inédita para la sociedad europea, sobretodo en la cuna de la acumulación de capitales en que se convirtió Inglaterra, las fabricas absorbían rápidamente la mano de obra que llegaba a las ciudades a partir del proceso de mecanización de la agricultura y la desaparición del minifundio para ser sustituido por grandes latifundios, que hacían mas eficiente y rentable la producción de alimentos.
Pero con este desarrollo, la sociedad se iba convirtiendo en cada vez mas desigual, los grandes capitalistas poseían los medios de producción y los campesinos convertidos en obreros fabriles solo tenían su fuerza de trabajo para vender, lo que incluía a sus mujeres y sus hijos, que eran incluidos en el mercado laboral a edades muy tempranas.
La obligación de vivir en barrios cercanos a las fabricas, hizo que los obreros comenzaran a organizarse y comenzar a reclamar derechos a los propietarios de las fábricas, lo que dio lugar a la formación de los primera sindicatos, en la época la jornada laboral era de 12 a 14 horas diarias, incluyendo los sábados, y en muchos casos medio día del domingo, todo esto en condiciones de vida lamentables e infrahumanas.
Marx y Engels, ambos alemanes, llegaron a las mismas conclusiones sobre lo que ocurría en su país en pleno desarrollo del capitalismo económico y el liberalismo político, observando lo que ocurría en Alemania, Francia y sobretodo Inglaterra, donde los padres de Engels poseían algunas empresas fabriles.
Cuando ambos fueron invitados, en 1847, a participar en el congreso de la ¨Liga de los Justos¨, una agrupación obrera clandestina, a la cual explicaron sus ideas, estos adoptaron las ideas políticas que planteaban estos pensadores y les pidieron escribir un documento que resumiera los objetivos de lo que llamaban un Partido Comunista.
Esta agrupación secreta al cambio de nombre, desde entonces se denominó ´Liga de los Comunistas¨, y encargaron a los alemanes a que redactaran y publicaran uno de los documentos políticos mas importantes de la historia de la humanidad: ¨El Manifiesto Comunista¨, lo cual hicieron en 1848.
El comunismo a nuestro juicio es una reacción a la situación concreta en que se desenvolvían los obreros en el siglo XIX, que se expresa a través del pensamiento filosófico de Carlos Marx, recordemos que la filosofía es la ciencia que trata de explicar la realidad que vivimos los seres humanos.
Ademas de las explicaciones filosóficas, Marx llega a conclusiones económicas y proyecciones políticas, que han tenido una gran influencia en las ideas que centraron el pensamiento de estas dos áreas del saber hasta nuestros días.
A partir de la observación de la época en que vivía, Marx daba una explicación de las fuerzas que actuaban dentro de la sociedad y a través de la dialéctica trataba de explicar la eterna contradicción entre el idealismo y el materialismo.
Como el centro de nuestra atención se dirige a la ideología política que se plantea como sustitutiva del liberalismo, y su relación con el pensamiento económico, nos limitaremos al análisis de la teoría económica y las consecuencias políticas y sociales derivadas de esta visión de la sociedad.
El Capital, un libro publicado entre 1873 y 1894 en Alemania, es la obra mas importante de de Marx y en sus páginas de insertan los pensamientos filosóficos, sociológicos, económicos y políticos que dieron origen a una serie de cambios en la sociedad cuya discusión perdura hasta nuestros días.
Ahora, ¿cuál es el concepto mas importante sobre el que fundamenta Marx su pensamiento económico?, pues según El Capital, es el concepto de la plusvalía.
Ya en El Manifiesto Comunista, Marx y Engels sostenían que la historia de la humanidad se explicaba a través de la lucha de clases cuando decían los siguiente: ¨La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases; libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos enfrentados siempre mantuvieron una guerra ininterrumpida, velada en ocasiones y en otras franca y abierta.
Marx sostenía que: ¨la moderna sociedad burguesa, la misma que se alza por entre las ruinas de la sociedad feudal, no abolió los antagonismos de clase, solo se limitó a sustituir una clase por otra, a sustituir las viejas formas de opresión por otras nuevas, mas la época de la burguesía simplificaba los antagonismos de clase, la sociedad se haya dividida en dos grandes clases enfrentadas entre si: la burguesia y el proletariado.
En el primer tomo de El Capital, el único que se publicó en vida de su autor, Marx se dedica a tratar el tema de la mercancía y la importancia que tiene para el desarrollo capitalista.
La importancia de la mercancia radica en dos conceptos económicos: el valor de uso y el valor de cambio.
El valor de uso de una mercancía está dada por la utilidad que tiene como parte de la cotidianidad, solo sirve en cuanto le es útil su uso a alguien y cuando esto ocurre va perdiendo poco a poco algo de su valor.
Mientras el valor de cambio es lo que se podría pagar por la mercancía si el dueño lo que decide es venderla en el mercado, y este valor estará dado por lo que podría pagar por el, alguien que le dará un valor de uso.
Para Marx el valor de una mercancía es el cálculo de ¨la cantidad de trabajo socialmente necesario usado para construírla¨.
Ahora, para producir se encuentran en el mercado de trabajo dos personajes: uno que es quien tiene el capital para producirlo y el otro es quien solo tiene su fuerza de trabajo; uno es el capitalista y el otro el obrero.
El capitalista no tiene que trabajar, su trabajo es conseguir alguien que trabaje para el, le plantea al obrero entonces que si trabaja para el obtendrá un beneficio económico por su labor.
Ahora, habría que determinar lo que vale la fuerza de trabajo, es decir, el esfuerzo que hace el obrero cuando construye con sus manos una mercancía, y Marx otorga este valor a ¨tanto como lo que sea necesario invertir para mantener viviendo esta fuerza de trabajo¨.
Es decir, lo necesario para garantizar que el obrero pueda seguir aportando su fuerza para que se produzca la mencancía; ropa, alimentos, vivienda, etc.,y esto es lo que paga el capitalista al obrero.
Pero las horas que trabaja un obrero tienen un valor por encima de lo que recibe de paga, es decir, la mercancía tiene un plus-valor sobre lo que paga el capitalista y esta diferencia es la ganancia de quien puso el capital para producir.
Este es el concepto marxista de plusvalía, sobre el que se desarrolla toda la teoría que explica la situación de los obreros en Europa en el siglo XIX y lo que había traído a la sociedad occidental el desarrollo del capitalismo.
Según Marx, ¨el capital viene al mundo chorreando lodo y sangre¨, ya que en sus inicios se acumula como parte del saqueo a que fueron sometidos los pueblos víctimas del colonialismo europeo.
Iniciando por España y siguiendo por Inglaterra y el resto de los países que reinaron en la época del colonialismo, el saqueo de los pueblos de la periferia, como los describe Marx, fue el inicio de la acumulación de capitales que dieron origen al capitalismo como sistema económico.
Un proceso de mas de 4 siglos que incluye la exportación de negros africanos esclavos hacia América, el sometimiento de los pueblos indígenas, la importación de los recursos naturales de las nuevas tierras descubiertas junto con la invasión hacia el continente asiático, produjo esta enorme acumulación, que según Marx, dio origen a la Revolución Industrial y la sustitución del antiguo régimen monárquico por la burguesía dueña del capital y los medios de producción.
Este lugar debió pertenece a España, como la potencia colonial principal durante dos siglos, sin embargo las estructuras monárquicas atrasadas que tenía en ese momento, le impidió el desarrollo capitalista para el que si estaba preparado Inglaterra, quien emergió de la era de la colonización con la mayor potencia industrial y comercial del mundo.
La visión del mundo que plantea Carlos Marx, todo un andamiaje ideológico-político, parte de la explicación que daba al mundo que vivió en el auge de la Revolución Industrial y sus observaciones económicas y sociológicas.
Sobre la base de la existencia de solo dos clases sociales: burgueses y proletarios, y usando un método de análisis que llamó la dialéctica de la historia, realizó una proyección de futuro sobre lo que ocurriría con estas clases, que es donde no acierta el pensamiento marxista.
Según el Manifiesto Comunista, la burguesía triunfante como clase liquidó todas las formas feudales de producción de riqueza convirtiéndose en la clase opresora, cuando crea el capitalismo industrial que dio lugar al surgimiento del proletariado como clase oprimida.
Como consecuencia de la dialéctica de la historia, el proletariado industrial enfrentará a la burguesía y será la clase que derrotará a los opresores a través de un proceso revolucionario mundial.
Pero para que se produzca esta revolución, que marcará el nacimiento de un nuevo orden donde prime la igualdad, se tiene que producir primero el triunfo de la burguesía en todas partes del mundo, por lo que Marx pronosticaba la expansión del orden burgués como imprescindible para la realización de la revolución proletaria.
Por esto Marx veía a la burguesía como una clase también revolucionaria, había derrotado las estructuras del medioevo y al feudalismo, con su afán expansivo, la burguesía es la responsable del nacimiento de los burgos, la ampliación del comercio y el descubrimiento de nuevos mercados donde vender las mercancías que producen las fabricas en el estado central.
Como es necesario la realización de la revolución burguesa para que pueda surgir el proletariado que a su vez destruirá a la burguesía, entonces el marxismo planteará la necesidad del desarrollo industrial como paso previo a la dictadura de los obreros y campesinos.
Tenemos entonces el cuadro armado del desarrollo ideológico en el siglo XIX, por un lado el concepto liberal de una sociedad con libertad absoluta, donde las relaciones económicas se establecían por una ¨mano invisible¨ que imponía la ley de la oferta y la demanda, que funcionaba con la mínima regulación del estado, lo que dio lugar al desarrollo capitalista sobre la base de conseguir aumentar la producción sobre el trabajo intensivo de los obreros.
Mientras por otro lado el comunismo planteaba una sociedad de futuro sin clases sociales, un estado igualitario, la posesión colectiva de los medios de producción, la revolución burguesa que daría paso a la revolución proletaria mundial y a un mundo donde no sería necesario el estado.
Lo que ocurrió a fines del siglo XIX fue la protesta de la iglesia Católica ante la explotación que se ejercía en contra de los obreros de parte de los capitalistas, planteando una salida intermedia que no fuera el estado socialista o comunista que preconizaba la teoría marxista.
Como las ideologias por definición son por definición una aproximación a la realidad que define un acción política, el pensamiento social planteado por la Iglesia a través del Papa Leon XIII, es también un llamado a la participación política de sus seguidores, lo que nunca había ocurrido en la historia, ya que el clero fue una de los soportes fundamentales del antiguo régimen enterrado por la revolución burguesa.
La próxima semana trataremos el tema de la doctrina social de la Iglesia para posteriormente acercamos al socialismo y así dejar conformado el cuadro de ideologías sobre la que discurrirá la historia de todo el siglo XX.