Opinión

La serie “The Newsroom” creada por Aaron Sorkin famoso por su serie política “The West Wing” o “El lado Oeste de la Casa Blanca”, y transmitida por la popular cadena HBO y la cual está rumbo a emitir su tercera temporada tiene un tema central que ha generado un gran debate en todo el mundo sobre la importancia de los medios de comunicación en el fortalecimiento democrático.

La serie comienza con la premisa de que “no hay nada más importante para una democracia que unos electores bien informados” y sobre la necesidad de promover que se reivindique el periodismo como una profesión honrosa, generando un debate digno que acabe con la malicia y el chisme, y buscando un renacimiento del civismo, el respeto y la verdad, sin un objetivo demográfico, un lugar donde estemos juntos.

Los medios de comunicación que han sido cómplices de una larga serie de fracasos (repetidamente, no reconocidos y no corregidos) han llegado hasta lo que tenemos hoy, una industria que malinterpreta los resultados electorales, contagia el miedo a la delincuencia y estimula la controversia; el fracaso no es un misterio: una industria que se vendió por el rating, por los intereses de sus anunciantes y por los intereses de sus dueños.

El dueño de las ondas hertzianas por donde se transmiten los medios de comunicación masivos son propiedad del pueblo, y se le permitió su uso para que por lo menos una o dos horas al día, ellos trabajen para nosotros en la difusión de información, lo que llamamos los noticieros, pero éstos compiten entre ellos para captar audiencia, una audiencia que la necesitan los anunciantes para vender sus productos, olvidando que el principal producto es difundir las noticias.

La serie busca que haya una evolución en los medios donde se ponga la información en un contexto más amplio, porque sabemos que muy pocas noticias nacen cuando llegan a través de la TV; ser defensores de los datos y los enemigos mortales de la insinuación, la especulación, la exageración y la sandez. Los medios no pueden ser camareros de un restaurante que sirven la noticia del modo que le gusta a la gente que se las prepare, ni computadoras que dispensan solo datos porque las noticias solo son útiles en el contexto de la humanidad; no pueden afanarse en supeditar sus opiniones, y deben esforzarse en exponer opiniones informadas diferentes a la de ellos, si hacen esto, serán una nueva élite dentro de los medios de comunicación, serán el verdadero cuarto poder del estado.

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