Opinión

La historia está llena de penosas realidades, producto de vacios existenciales de muchas personas, a las que la vida les brinda oportunidades para curar todas las penalidades de su pretérito existir, pero no se detienen a escuchar la voz de su propia conciencia ni a examinar las posibilidades reales de lograr sus propósitos. No temen al fracaso, no les importa hacer el ridículo e irremediablemente se convierten en amargadas plumas y frustradas voces. Plumas y voces toxicas. Muchos de ellos si un día se mordieran su lengua o se tragaran un poco de liquido de su cerebros, se envenenarían abruptamente. Gracias a Dios que el Presidente del PLD está vacunado en contra de enfermedades como la perfidia, la maledicencia, la envidia y la vileza.

El Partido de la Liberación Dominicana ha evolucionado en múltiples formas, se trata de una verdadera metamorfosis positiva, acorde con el Siglo que nos sirve de escenario para la vida actual, pero mucha gente dentro de sus organismos y órganos no ha cambiado, se ha quedado con ideas del Siglo pasado que no caben en el juego político, social y económico de estas calendas. Éstos se han quedado petrificados en unas prácticas análogas en todas las diversas interpretaciones del término, y es lamentable para la unidad del partido llamado a cubrir un largo ciclo de prosperidad nacional y éxito político e institucional, con miras a completar la obra de Juan Pablo Duarte. Está peligrando la unidad en el momento cumbre del éxito, por lo menos esa es la percepción que han montado los propietarios de las plumas y voces compradas de la que tratan los presentes párrafos. Y en este punto, es bueno aclarar que definimos a las plumas y a las voces compradas, solo aquellas que se venden a un postor, no aquellas voces autenticas que responde a unos lineamiento nacidos de convicciones. Esas personas saben que nos referimos a ellas, como vendedoras de voces y plumas, con menús incluidos de datos e inventos propios de personas con problemas emocionales fuertes.
Les recomiendo a esas voces y a esas plumas, la mayoría externas al PLD, ir tomando precauciones farmacéuticas, porque el equilibrio que hemos construido seguiría vigente en las páginas de la historia contemporánea y es una fuerza capaz de mantener al partido de Juan Bosch, como legado de prosperidad nacional. Nunca hemos dejado de dominar nuestros miedos, para colocarlos en el camino de la valentía, de la verdad que enarbolamos y de los sacrificios personales, porque somos discípulo del autor de De Cristóbal Colon a Fidel Castro. El Caribe, Frontera Imperial.

La unidad del partido está por encima de toda particularidad, eso lo decimos todos los pele deístas, es momento de poner esas palabra a prueba, en un momento de la historia, donde agreden al principal activo del partido y quien entregó la antorcha en el año 2012, con una aceptación por encima del 70% y a costa de nuestra mezquindades, hemos dejado que le agredan y le vilipendien. Es hora de encarar la realidad objetiva del tiempo en que vivimos, en donde lo que se ve es la verdad momentánea, porque la vida de la gente común está manipulada por el inmediatismo y el relativismo; así que, pongamos atención en los acontecimientos holísticos de la región y hagamos sinceros intentos de reflexión, teniendo en cuenta la racionalidad, la emotividad y la espiritualidad en nuestro accionar hacia la toma de nuestras decisiones, porque está en juego el poder del Estado y nuestro rol histórico, como ofrenda al prócer que nos fundó esta formidable empresa política, a la que tanto provecho le hemos sacado.

Dejemos atrás las ingratitudes y repasemos en una introspección real, nuestras vidas, para comparar lo que éramos y lo que somos. Es necesario que muchos dirigentes del partido asuman que el código genético del PLD ha cambiado de una vez por todas. Vivimos una era de innovación y se ha convertido en un estilo de vida, en una manera de hacer empresa partidaria, pero no podemos montarnos en el corcel de lo nuevo olvidando lo que hemos sido y cómo esa realidad nos ha brindado oportunidades a partir el año 1996. Los cambios no pueden romper con el pasado, porque el futuro se monta en el presente y el presente es un producto de su ayer. Y en el caso que nos ocupa, el presente es Leonel y el futuro próximo, es Leonel como presidente hasta el año 2020 y luego de ese cuatrienio, Leonel será timón del Partido, para guiar a muchas embarcaciones neo protagonistas en el mar de la presidencia de la república.

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