Hablan los hechos

La historia del llamado “Pulgarcito de América”, El Salvador, esta centrada en la tragedia, las dictaduras, la sangre derramada en guerra civiles interminables y finalmente en la construcción de una democracia endeble con una división casi a la mitad entre las fuerzas de derecha y las de izquierda.

Esta región, desde que los españoles dominaron a los índios pipíles, los habitantes cuando se produjo el descubrimiento de esta parte de América, ha sido sometida a un régimen de gobierno caracterizado por la exclusión y l marginalidad, que ha provocado que hoy en día mas del 50 por ciento de sus habitantes viva desparramado en diversos países, especialmente en los Estados Unidos.

Gran parte de la población indígena pereció en las llamadas “Haciendas” conque los españoles colonizadores organizaron un sistema de producción, especialmente de añil, donde el trabajo forzado, las enfermedades y las condiciones insalubres diezmaron a los indigenas.

De la colonia surgió en la región una sociedad estratificada a partir de la mezcla racial, donde los indígenas comenzaron a disminuir en numero en relación al resto de la población compuesta por peninsulares, zambos, mulatos, criollos y negros.

Independencia: liberales y conservadores

El El Salvador se produce el primer intento de independencia del reino de Guatemala en el 1811, sin embargo esto no fructificó ya que otras partes del territorio de Centroamérica no lo acompañaron, de modo que fracasó estrepitosamente a pesar del apoyo que tenía en una gran parte de la población.

Mientras las familias de los criollos de El Salvador iba conformando una oligarquía que sería a la postre la que se haría cargo del país a partir de la independencia de España, los Delgado, Aguilar, Arce, Fogoaga y Lara, comenzaron a construir lazos por matrimonio que dividieron el país en grandes territorios propiedad de estas cinco familias que serían en la practica las que sustituirían al poder colonial.

El 22 de noviembre de 1824 se proclaman las “provincias unidas independientes de España y Mexico” y se proclama la República Federal de Centroamérica que se constituye por El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Costa Rica y cuyo primer presidente fue el salvadoreño Manuel José Arce.

En medio de confrontaciones internas la República Federal se mantiene hasta el año de 1841 cuando se divide en los estados que componen Centro-América y El Salvador queda como el estado individual mas pequeño.

Lo que se mantuvo durante todos estos años fue la marginalidad de las poblaciones indigenas, la tenencia de la tierra por parte de pocas familias, la explotación inmisericorde de los campesinos en las haciendas así como otras formas de trabajo que rayaban en la esclavitud, lo que se convirtió en caldo de cultivo para múltiples rebeliones que casi siempre fueron ahogadas con sangre.

Las grandes familias oligárquicas se constituyeron en la clase gobernante y se dividieron en liberales y conservadores, aunque en realidad todos los gobiernos de el siglo XIX lo que hacían era proteger los privilegios del grupo de los mas ricos del país.

El Salvador, el café y las dictaduras

La política salvadoreña durante todo el siglo XIX gira alrededor de las plantaciones de café y la tenencia de la tierra para su cultivo y exportación al mercado norteamericano, que en ese momento entró en un auge extraordinario.

Todos los gobiernos de este siglo, tanto liberales como conservadores, estaban encabezados por terratenientes, hacendados y militares, que se fueron adueñando de la economia nacional a través de decisiones de gobiernos designados por el clan de las familias mas poderosas del pais.

Se apropiaron a través de una ley de despojo de tierras, de los pequeños feudos que tenían los campesinos, los que, al perder sus propiedades comenzaron a migrar hacia las ciudades o hacia la recolección de bananos en la vecina Honduras.

Para evitar que los campesinos huyeran de la miseria y explotación a que estaban sometidos, se creó una Guardia Civil, que perseguía y devolvía a sus comunidades a lo que intentaban salir de esta situación, este cuerpo armado, junto con la Guardia Nacional, serán claves para entender la trágica historia política de El Salvador en el siglo XX.

El dominio de estas familias es tan importante en la historia del país, que apenas en 1931 es cuando se realizan las primeras elecciones libres en El Salvador, mas de un siglo después de su independencia, y aún así, el gobierno de Arturo Araujo Fuel solo duró once meses en el poder, ya que los militares lo depusieron y entregaron el gobierno al General Maximiliano Hernández Martínez.

Tierra de tiranos y terratenientes

La historia política de El Salvador se sostiene sobre un grupo oligárquico que sin diferenciación ideológica gobierna a través de tiranos militares y civiles, el poder financiero inglés primero y luego norteamericano ademas de una población mestiza excluida y explotada por los primeros.
En 1908 se crea la primera red ferroviaria del país, que tenía por objeto el transporte del café que era producido en las montañas hasta los puertos construídos mirando al oceano Pacífico.

Tan tarde como el 1931 es cuando los salvadoreños conocen lo que es el voto democrático por un candidato, gana las elecciones Arturo Araujo el cual al ser depuesto abre el escenario a una de las dictaduras mas sangrientas que haya conocido America en toda su historia.

El General Maximiliano Hernandez se instala en el poder durante trece años abriendo las puertas a una serie de dictaduras militares que se mantendrán por décadas en el poder del pequeño país de centro-américa.

De estos años hay que destacar la revuelta popular que se produjo en 1932, cuando obreros, campesinos, estudiantes y profesionales se levantaron en protesta por todo el país exigiendo el final de la dictadura militar.

La represión que sufrieron fue terrible, causando miles de muertos de parte de la Guardia Nacional y las Guardias Civiles pagadas por la oligarquía cafetalera, entre los capturados y fusilados se encontraba Farabundo Martí, uno de los líderes de la revuelta que daría su nombre al frente guerrillero que combatiría con las armas a los militares en el futuro.

Se calcula que entre 30 y 40 mil campesinos fueron masacrados, los partidos políticos ilegalizados, los canales de comunicación cerrados, la población fue controlada en su desplazamiento interno, todo oficializando un pacto entre la oligarquía terrateniente y los militares.

Las dictaduras y la economía

El dictador Maximiliano Hernández estuvo en el poder hasta 1944, cuando una protesta popular seguida de un golpe de estado lo desalojó del poder, ya que participó en su contra la oligarquía terrateniente.

Todos los gobiernos que le sucedieron fueron dictaduras militares o gobiernos civiles impuestos por el poder militar en las llamadas Juntas Cívico Militares.

Para dar una idea del tipo de dictaduras que existieron en El Salvador vamos a describir algunas de las medidas que tomó Hernández durante sus trece años de mandato.

Debía ser considerado comunista y merecedor de la cárcel a cualquiera que exigiera educación para si mismo o para sus hijos, porque según el, si todos se educaban pronto no existirían quienes realizaran labores de limpieza y servidumbre.

La pena por hurto era la amputación de la mano útil del prisionero y en caso de reincidencia era condenado al pelotón de fusilamiento.

Las armas de fuego, cuchillos, machetes, hondas y cualquier otro instrumento que pudiera se considerado un arma, su porte o tenencia era considerado un grave delito.

Solo por recomendación del Embajador de los Estados Unidos en el país, después de haber sido asesinado uno de los integrantes de las familias mas poderosas del pais, Hernández consintió en renunciar al cargo de presidente en 1944 y fue sustituido por Andrés Ignacio Menéndez, quien fue derrocado por los militares al intentar realizar elecciones libres y democráticas.

Regimenes militares

A este le siguió el General Osmín Aguirre y Salinas hasta 1945, el que entregó el poder a una Junta Militar Revolucionaria hasta 1950 cuando le entrega al Mayor Oscar Osorio.

Osorio gobierna hasta 1956 y José Maria Lemus hasta 1960 cuando es derrocado por los militares quienes entregaron el poder a una Junta Cívico Militar.

A este le siguió Julio Adalberto Rivera hasta 1967, durante este gobierno se creó un organismo de represión paramilitar llamado ORDEN, que sería un arma de los militares para contener las expresiones de protesta popular en contra del régimen.

A este le siguió el General Fidel Sánchez Hernández, quien tiene en su haber ser presidente cuando se declaró la llamada “guerra del fútbol” entre El Salvador y Honduras, adema fue acusado de cometer un fraude electoral a favor del candidato oficial el General Arturo Armando Molina.

Molina gobernó desde el 1972 hasta 1977 en medio de una gran represión en contra de la izquierda y es cuando se declara la llamada “guerra de las cien horas”, cuando fuerzas salvadoreñas son enviadas a invadir parte del territorio fronterizo de Honduras.

Este fue sustituido por Carlos Humberto Romero, quien fue electo en un proceso electoral, asumió la presidencia en 1977 y derrocado en 1979 cuando fue nombrada una Junta de gobierno encabezada por los militares y hasta 1982 se sucedieron juntas revolucionarias conformadas por militares y civiles.

Hasta que en 1982 terminan las juntas militares cuando se nombra a Alvaro Magaña como presidente, con la encomienda de redactar una nueva Constitución y abrir las puertas a un proceso electoral en 1984.

Golpes, guerra civil y coaliciones

1984 es el año en que por primera vez El Salvador en toda su historia conoció lo que es votar en unas elecciones libres y democráticas.

A pesar de la existencia de una guerrilla activa, que incluso llegó a secuestrar a la hija del mismo presidente, las elecciones realizadas en dos vueltas electorales enfrentaron a la centro encabezado por Napoleón Duarte y el Partido Democrata Cristiano contra la derecha que se organizó alrededor de la Alianza de Renovación Nacional (ARENA) y su candidato Roberto D´aubisson, resultando ganador Duarte, quien fue el primer presidente electo en terminar un mandato constitucional en ese país.

Ahora, el triunfo de Duarte no fue el fruto de un solo partido sino que este tuvo la virtud de construir una coalición de partidos encabezada por la Democracia Cristiana e incluía al Partido Acción Renovadora, la Unión Democrática Nacional y el Movimiento Nacional Revolucionario.

Esta coalición tuvo que soportar la fuerza de la represión militar desde que se fundó en 1972 para participar como la Unión Nacional Opositora (UNO), la cual participó en las elecciones y fue víctima de un fraude a favor del candidato oficial, lo que llevó a una serie de protestas que culminaron con la denominada masacre de la Plaza de la Libertad.

Para las elecciones de 1977 la UNO se mantiene denunciando el fraude electoral antes de las elecciones y los manifestantes son ametrallados por fuerzas del ejercito, es declarado el estado de sitio en el país y el delito político se convierte en delito común, de modo que cientos de sus militantes van a parar a la cárcel y otros son desaparecidos en medio de una brutal represión.

Los militares, presionados internacionalmente llevan al país a un periodo de ingobernabilidad, en un lapso de cinco meses se sucedieron tres juntas militares las cuáles naufragaron por la falta de apoyo popular y división de las mismas fuerzas armadas en tres grupos diferentes, que competían entre si y tenían un enfoque diverso sobre la forma de enfrentar la resistencia armada en el país.

Uno de los actos mas bochornosos de estos años fue el asesinato del arzobispo Oscar Romero cuando oficiaba una misa en 1980 ante una cantidad de feligreses.

El frente guerrillero

La lucha armada en El Salvador se inicia en 1962 cuando se crea el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FAU) que posteriormente en 1970 y fruto de divergencias en su seno de convertirá en el Frente Farabundo Martí de Liberación.

En 1971, inspirados en las acciones del sacerdote Camilo Torres se crea un grupo guerrillero conformado por cristianos de avanzada que se denominó Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) que a su vez se convertirá en el Ejercito de Resistencia Nacional (ERN).

Todos estos mas el Partido Comunista Salvadoreño se articulan en el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, quien encabeza la lucha armada en contra de los gobiernos militares de El Salvador desde 1980.

Esta agrupación es la que encabeza la ofensiva militar de 1981 que logra establecer el dominio sobre varios departamentos del interior del pais y causa miles de muertos en una guerra civil que desangra el país.

Doce años de violencia se abatieron contra El Salvador hasta que en 1992 se firmaron los acuerdos de paz entre el gobierno constitucional de Alfredo Feliz Cristiani y el FMLN, lo que permitió que este último se convirtiera en un partido politico del sistema.

Democracia y elecciones

A la coalición de Napoleón Duarte, quien terminó su periodo constitucional, le siguió el gobierno de Alfredo Cristiani, quien fue electo por la coalición de derecha Alianza Renovadora Nacional (ARENA).

En las elecciones de 1994 resulta electo en segunda vuelta Armando Calderón Sol de ARENA, sin embargo surge como una opción electoral y queda en segundo lugar el FMLN en alianza con la CD.

En 1998 vuelve a ganar las elecciones ARENA con Francisco Flores como candidato y en la primera vuelta electoral, en segundo lugar llega la coalición del FMLN y la Unión Social Cristiana.

En el 2004 gana ARENA de nuevo con Antonio Saca quien obtiene el 57% en la primera vuelta electoral y el FMLN, sin alianza; llega al 37% de los votos.

En el 2009 se forman dos bloques alrededor de ARENA, donde se concentran todos los partidos de centro derecha y el FMLN que asume las fuerzas de centro izquierda, gana por primera vez las elecciones el ex frente guerrillero con el 51% de los votos y en la primera vuelta electoral.

Y en el 2014 con una tercera fuerza en competencia desprendida de ARENA, se produce una primera vuelta con el FMLN en primer lugar con el 48.93% de los votos, contra el 38% de ARENA y el 11% de UNIDAD, terminando el FMLN ganancioso en el balotaje con el 50.11% frente al 49.8% de ARENA.

Conclusiones

Como hemos visto, El Salvador es un pais con cultura militarista y autoritaria desde su misma fundación, pudo haber sido catalogado en muchas etapas de su historia como un estado fallido, ya que reunia muchas de las características necesarias para asumir esta calificación.

Sin embargo, a pesar de la guerra civil con sus miles de muertos, de ser un país con escaso desarrollo social y de que persisten situaciones que podrían provocar una situación de ingobernabilidad, aquí también las reformas constitucionales que transformaron el sistema electoral y establecieron una mayoría calificada para la elección del presidente de la República, han provocado la organización de dos bloques ue se enfrentan en los procesos electorales y de algún modo ha disminuido la posibilidad de una intervención de los militares.

Este no es el único factor, podría agregársele el aislamiento a que son sometidos los regímenes que no son el resultado de elecciones en el continente americano y otros factores condicionantes, sin embargo existen dos coaliciones y las elecciones democráticas son ya el método habitual de elección de los gobernantes en un pais plagado de violencia y represión política.

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