Recurrentemente los jóvenes ven con apatía la actividad política. Se cobijan sobre el famoso: “es que los políticos son todos ladrones” y no se dan cuenta de que la política, al igual que la sociedad, tiene de todo.
Recientemente leía un libro de Juan Carlos Monedero que, hasta hace poco, era el secretario de organización de PODEMOS en España. El título del libro de Monedero es muy sugerente: “Curso URGENTE de política para gente decente” y por lo sugerente que me pareció fue que decidí leerlo.
Aquí en RD la apatía de los jóvenes por la “indecencia” de algunos actores de la política es creciente, pero yo me pregunto: ¿la apatía hacia una acción indecente la adecenta? La respuesta es sencilla, NO, todo lo contrario la apatía deja el espacio para que personas que no persiguen cambios sociales entren a la política.
Entonces bajo estas circunstancias, las cúpulas partidarias se llenaran de personas que no están en la política para la tan anhelada transformación que devenga en justicia económica y social de los que habitan nuestro país.
Es por eso que los jóvenes deben dejar la apatía, deben vincularse a la política; desde cualquier instrumento, desde cualquier partido; porque si la acción política se ha tornado indecente (en algunos casos) la mejor forma de adecentarlo es logrando que gente decente se involucre, participe y se enamore de la política, porque solo con ella se cambian las difíciles realidades que vive el país.
Necesitamos jóvenes que se involucren en la política, para que junto a los políticos decentes que hay en los partidos, logremos como dice Monedero “Recuperar la política contra los que organizan el silencio y los que conspiran para la indiferencia. Conjuro para no ser esas marionetas desordenadas, caídas con descuido sobre nuestro propio cuerpo descoyuntado al que le han cortado los hilos de lo frívolo y de lo eterno. Los hilos de la política. La política como decencia de lo cotidiano donde nada tiene sentido sin los demás, sin la posibilidad de que crucemos nuestras manos y las entrelacemos”.