La agricultura sustentable es todo un desafío ya que actualmente la actividad agrícola es una tarea de grandes productores que imponen lograr la comercialización de sus productos, ofreciendo alimentos que ante el consumidor son de mejor calidad pero con base en prácticas netamente químicas y transgénicas.
En muchos países se intenta volver al modelo de consumo tradicional alimentos que a la vista no son tan grandiosos pero que en su cosecha se reutilizan desechos orgánicos. Sin dudas esto permite explorar la tendencia del consumo asociativo, basado básicamente en la mejora de la calidad de vida y la solidaridad con el pequeño productor.
Con la producción de alimentos de carácter orgánico se eliminarían intermediarios en la venta de productos eliminando los grandes monopolios comerciales dando ventajas y oportunidades a los pequeños y medianos productores. Con esta actividad fomentaríamos una filosofía de vida más saludable eliminando el uso de agroquímicos y la modificación genética de los productos.
Tendríamos que comenzar a ver la actividad agrícola sustentable más allá de las ventajas económicas sino como un modelo que fomenta un cambio en el estilo de vida. Sin duda esta actividad sustentable es para el pequeño productor todo un desafío implicando el compromiso, organización y entrega de sus mejores productos al consumidor pero carentes de todo producto químico que genere modificación genética de la mercadería.