El presidente Danilo Medina mantuvo firme su respaldo a la terminación del complejo Punta Catalina, al tiempo que respaldó la construcción del gasoducto Andrés-San Pedro de Macorís y la proyectada erección de un y gasoducto para todo el Cibao.
Miembros del subsector eléctrico han planteado que se estudia construya una planta regasificadora con su correspondiente planta energética que se alimente de gas natural, de donde partiría el gasoducto propuesto por el gobernante.
La posición del jefe del Estado define la estrategia energética del país y aporta la clave para lograr junto al sector privado un pacto eléctrico, para de esa manera darle conclusión a los trabajos del Consejo Económico y Social (CES).
Al confesar “la ausencia de un sistema moderno de transporte público masivo de pasajeros en los principales centros urbanos del país, especialmente, en el Gran Santo Domingo y en Santiago”, el gobernante sugirió complementar las líneas del Metro con un Articulado Sistema de Autobuses de Tránsito Rápido, mejor conocido en el plano internacional como VRT.
El presidente de la República habló el miércoles pasado ante la membresía de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (Amchard), en el tradicional almuerzo anual de la institución. En su exposición pasó revista a las principales realizaciones del gobierno, como se estila en el evento anual.
El licenciado Medina ratificó ante los presentes la firme decisión del gobierno de concluir el proyecto de generación térmica Punta Catalina, una central que consta de dos plantas de 360 megavatios de capacidad cada una alimentadas a carbón mineral, ubicadas en Punta Catalina, provincia Peravia. El proyecto se ejecuta a un costo de US$1,945 millones, de los cuales US$1,280 millones provienen de créditos del exterior y el resto aporte presupuestario del Estado.
Además de las dos plantas generadoras, el proyecto consta de un puerto de profundo calado para descarga de buques con hasta 80,000 toneladas de carbón y una extensión restante para utilizar como carga y descarga de mercancías de uso público y privado. Las instalaciones constarán, además, de subestaciones y líneas de transmisión de hasta 345 kva y de media tensión.
Desde su anuncio, sectores importantes del sector privado, principalmente empresarios ligados a la generación eléctrica, se han opuesto a la iniciativa, lo mismo que gremios de empresarios por considerarlo incursión del Estado en una actividad en la que ha fracasado y debiera dejarla al sector privado nacional y extranjero. Junto a ellos se han movilizado entidades que dicen defender el medio ambiente contra la polución que le atribuyen a la central. El último movimiento de ambientalistas se registró esta semana, cuando tres de ellas depositaron una solicitud escrita en el ministerio de Medio Ambiente llamando a paralizar el proyecto, que se encuentran en más de un 50% de ejecución.
“Soy consciente de que una buena parte de los aquí presentes reaccionaron sorprendidos y preocupados cuando desde el Gobierno tomamos la decisión de construir dos plantas a carbón en Punta Catalina”, dijo el presidente Medina al auditorio.
Aclaró que el Estado se decidió por hacer en forma directa la inversión al constatar que el sector privado no mostraba interés alguno en ampliar y diversificar, haciéndola más barata, la plataforma de generación.
“Daba la impresión de que algunos apostaban más a la prolongación de la vigencia de acuerdos y contratos, que a la necesidad de invertir en nuevas tecnologías, capaces de generar electricidad a precios más bajos”, dijo el gobernante.
Por lo que agregó a seguidas “con esa inversión dejamos saber claramente al mercado eléctrico y a todos sus agentes, cuál era y es la política del Estado en materia del costo de generación”… “nuestro objetivo primordial era, es y seguirá siendo bajar el costo de la generación, no aumentar la participación del Estado en las empresas eléctricas del país”.
“Y sobre todo, para manifestarles abierta y francamente, que quien les habla es probablemente el político dominicano más convencido de que sin la participación decisiva del sector privado como motor del crecimiento económico, todos los esfuerzos que puedan realizarse desde el Estado no serán suficientes para lograr el desarrollo integral de la Nación dominicana”, agregó.
Pero además, dijo, queremos declarar nuestro interés en la eliminación de todas las trabas que han impedido la deseada conversión y operación a gas natural licuado de plantas ya existentes en el país, lo que sería posible con la construcción del gasoducto desde Andrés y otro proyecto similar que se está estudiando en área Noroeste.
“Quiero aprovechar la oportunidad que se me ofrece hoy en este escenario para anunciar al país que el Gobierno dominicano desea contar con la participación privada, nacional y extranjera en la empresa de generación de Punta Catalina”, añadió.
“Lo que significa es que el Estado no podía permanecer de brazos cruzados frente a un costo de generación que se negaba a bajar. En parte por las rentas excesivas que se derivan de varios contratos de compra y venta de energía todavía vigentes”, precisó.
Aunque el presidente de la República no lo precisó en su discurso, cuando habló de un gasoducto en el Noroeste del país, de lo que han hablado las autoridades del subsector eléctrico es de ubicar una planta regasificadora en el puerto de Manzanillo, del Estado, donde también se ha reservado el solar para una planta generadora con gas natural, y desde allí extender un gasoducto al resto del Cibao.
Con su discurso ante los empresarios nacionales y extranjeros miembros de la Amchard, el gobernante complementa la visión del Estado referida a una estrategia para plasmar en el Pacto Eléctrico, que se encuentra en fase conclusiva en el seno del CES.
Después de haber sido convocado por Decreto del Poder Ejecutivo el CES, que lo integran los sectores público y privado, tiene cumplido el tiempo asignado para pactar el acuerdo, por lo que deberá entregar sus conclusiones próximamente.
Medina acudió también al sector privado allí presente para que se anime a participar, junto al sector público, en la solución del grave problema del transporte público de pasajeros.
Recordó que tan sólo el Distrito Nacional se ha convertido en la zona urbana de la región con mayor densidad de vehículos por cada 1,000 habitantes. Y la ciudad sigue creciendo hacia arriba.
“Lo cierto es que, hoy en día, adquirir un vehículo de transporte constituye una necesidad fundamental. Y, aunque para muchos esto constituye un reflejo de progreso, en realidad, no lo es”, advirtió el jefe del Estado.
Llegó el momento —dijo— de sentarnos para acordar el sistema óptimo de transporte público, capaz de ofrecer un servicio eficiente y decente a millones de dominicanos y dominicanas, que a diario necesitan transportarse para ir a su trabajo.
“Es previsible que esas respuestas incluyan la creación de nuevas líneas de Metro. Complementadas con un articulado Sistema de Autobuses de Tránsito Rápido”, declaró.
Tranvías y nuevas flotas de buses, entre otras posibles soluciones, como existen ya en otras ciudades de Latinoamérica y del mundo.
De hecho, el ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo ha consultado a expertos en transporte para el estudio y diseño de un sistema de autobuses articulados, con carril expreso y paradas convenientes ubicadas preparadas para expendio de boletos y con rampas de acceso rápido hacia los vehículos.
El tema ha sido tratado desde hace años por el ingeniero Ignacio Ditrén, miembro del CC del PLD, quien tiene un libro escrito sobre el particular y quien ha dirigido la Autoridad Metropolitana del Transporte (OMSA) y conoce del sistema. Ditrén también ha sido consultado por el ministro Montalvo.