Los ayuntamientos, por ser instituciones del Estado que administran los municipios, actualmente también reciben el nombre de gobiernos locales, y sus alcaldes y regidores son electos por el voto popular, de manera que sus gestiones y la de sus funcioanrios afectan directamente, de modo positivo o negativo, al partido u organización que represetan.
El accionar de estas autoridades generalmente son correspondientes con la forma de gobernar y legislar de sus compañeros de partido en el gobierno central y en el Congreso, por lo que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) maneja los temas municipales con criterios muy cuidadosos, bajo la rsponsabilidad de una Secretaría de Asuntos Municipales, dirigida por Ignacio Ditrén, quien se compaña de toda la experiencia municipalista acumulada por esta organización en sus alcaldes, regidores y funcionarios actuales y de pasadas gestiones.
Es por esta razón que al finalizar este año 2016, las investigaciones sociales y los sistemas de control y supervisión de las administraciones municipales reflejan puntuaciones positivas de los gobiernos locales encabezados por el PLD, principalmente en las ciudades más grandes, lo que se refleja en los municipios y en los distritos más pequeños, como es el caso de La Victoria, en Santo Domingo Norte, donde su director Ramón Hernández (Ramoncito) ordenó a sus empleados acogerse a todas las normativas legales de compras y contrataciones, luego de encontrar un edificio deteriorado y con procedimientos administrativos arbitrarios.
Un escenario parecido encontró René Polanco en Santo Domingo Norte, donde el desorden era tan grande que en su despacho y en las principales direcciones no había ni computadoras, y a las que dejaron las anteriores autoridades les llevaron los discos duros. Hoy esta administración se actualiza, transparenta y se conecta con los munícipes de tal manera que las valoraciones positivas se reflejan en una investigación ordenada a una prestigiosa empresa privada, que lo coloca con un alto nivel de aprobación a su gestión. Este estudio tiene como fin, además, diagnosticar los problemas e inquietudes de la población de este territorio para la planificación estratégica y la aplicación del Presupuesto Participativo.
Pero Alfredo Martínez no se queda atrás, y conduce su municipio Santo Domingo Este (SDE) por la vía del desarrollo que inició esta ciudad a la llegada del PLD en el año 2006, encabezada por el compañero Juan de los Santos, ido a destiempo hace más de un año.
Según el Sistema de Monitoreo de la Administración Pública (SISMAP MUNICIPAL), orientado a medir los niveles de desarrollo de la gestión municipal, en términos de eficiencia, eficacia y calidad de cumplimiento de marcos normativos y procedimentales que inciden en la gestión municipal, SDE encabeza el ranking con un 94.08%, lugar que mantiene desde el inicio de este sistema. A esta buena nota se le suma el mantenimiento de las inversiones en obras de infraestructura, mejora en el manejo de la basura y uno de los mejores modelos de participación de la población en la elaboración del Presupuesto Participativo.
Pero el modelo de gestión peledeísta en los ayuntamientos no es exclusivo del Gran Santo Domingo; se replica en el Sur, en el Este y en el Norte la administración de Abel Martínez, coloca a la ciudad de Santigo de los Caballeros por encima de sus fronteras con un arranque espectacular, apoyado por los Ministerios de Presidencia, Obras Públicas, Medio Ambiente, Salud, INVI y la OISOE; además dando respuesta inmediata al más grande desorden acumulado en el manejo de la basura, los mercados y el transporte.
Abel va tras el rescate de la imagen de lo que fuera la limpia y ordenada “Ciudad Corazón” y por fin hace cumplir la ley 176-07 en la ejecución del presupuesto: menos de 25% en personal; 31% para hacer funcionar servicios, más de 40% en obras de infraestructura y un 4% para educación, mujer y salud. No es casual que hoy el Ayuntamiento pague la regalía municipal navideña, sin demandar los tradicionales préstamos.
No se puede negar que todavía existen muchos ayuntamientos que no se manejan de modo transparente y con demasiada política clientelista, pero tampoco se puede ocultar –lo que está a la vista de todos– que con la llegada de los alcaldes, regidores y funcioarios del PLD a los gobiernos locales estas instituciones se conducen cada día más con una administración transparente, moderna y más participativa. En cada rincón del país estamos viendo el cambio de nuestros distritos y ciudades con el sello de la gestión morada.
