El número de niños que murieron en el campamento de refugiados Al Hol, en la provincia de Hasaka, noreste de este país llegó a 235, según informaciones del Centro ruso para Reconciliación en Siria.
Los reportes al respecto citan a refugiados que abandonaron ese campo, donde cada día mueren entre 10 y 20 personas debido a las catastróficas condiciones de salud y alimentación.
Por otra parte, el presidente de la Cruz Roja Internacional, Peter Maurer, visitó la zona y precisó que en Al Hol, la afluencia de personas sobrepasa la cifra de 74 mil y se necesitan urgentes recursos.
Nuestra organización coopera con la Media Luna Roja Árabe Siria allí y hace «todo lo posible para brindar a los recién llegados alimentos, agua y techo, así como para proporcionarles la atención médica básica y ayudarles a comunicarse con sus familiares».
«Un 90 por ciento de los que llegan son mujeres y niños, entre ellos muchos pasaron por pruebas y experiencias traumáticas», agregó y confirmó que en las últimas semanas decenas de niños murieron debido a las malas condiciones y el frío.
El campamento de Al Hol, a más de 710 kilómetros al norte de Damasco, se ubica cerca de la frontera con Iraq y en una región que lograron controlar las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por Estados Unidos.
Toda esa zona al este del río Eúfrates, fue escenario de cruentos enfrentamientos entre las FDS y el Estado Islámico, Daesh, así como de bombardeos de la coalición internacional que lidera Washington.