Miles de haitianos desfilaron hoy en varias ciudades del país, exigiendo la renuncia del presidente Jovenel Moise¯se y denunciando la injerencia de la comunidad internacional en la actual crisis.
En la capital, los manifestantes caminaron frente a la sede de la Misión de Naciones Unidas para el Apoyo a la Justicia (Minjusth), quienes integran el controversial Core Group, pero antes fueron repelidos con gases lacrimógenos.
Senadores y líderes opositores, en la avanzada de la movilización, sostuvieron un encuentro con representantes de la Minjusth al interior del cuartel de la ONU, para, según medios locales, presentar las demandas de la población.
En la última semana, el organismo internacional ha sido blanco de críticas, por su papel mediador entre sectores opositores y el gobierno para la solución de la crisis, calificado por varias personalidades como injerencia extranjera en los asuntos internos.
Además de la ONU, también la Organización de Estados Americanos, y embajadores de varios países, se vieron envueltos en polémica por instar al diálogo y las negociaciones, después de tres semanas consecutivas de manifestaciones.
Las protestas de este viernes también llegaron a varios departamentos, con consignas hostiles contra el mandatario quien asumió el poder en 2017 con la más baja participación electoral de la historia de Haití.
Al menos dos periodistas fueron atacados durante la movilización por parte de un agente del Cuerpo de Intervención y Mantenimiento del Orden, asegura la prensa local.
«Es vital para el pueblo haitiano ganar esta lucha contra Jovenel Moïse, contra el imperialismo, para poder entrar en un proceso de construcción que pueda realizar las reivindicaciones centrales del pueblo haitiano», dijo a Prensa Latina el académico y luchador de movimiento sociales, Camille Chalmers.
Las masivas movilizaciones contra el mandatario, que se iniciaron en julio de 2018 contra el anuncio de los precios del combustible, se han intensificado este año, después que en febrero pasado la oposición bloqueó durante 10 días a esta capital y otras urbes.
Desde mediados de septiembre último, miles de personas permanecen en las calles con una radicalización de su discurso antigubernamental, que además de la dimisión del mandatario, piden la instauración de un gobierno capaz de enfrentar los males de la nación.
Moïse, por su parte, asegura que se mantendrá en el cargo y llama a una tregua y a un diálogo nacional.