04-06/2020
Comer es primero. Esta pandemia del coronavirus Covid-19, ha trastocado todos los segmentos de nuestra vida cotidiana y nos obliga a cambiar los hábitos y costumbres que han normado nuestro accionar.
A partir de mediado del pasado mes de marzo, la demanda de alimentos crudos y cocidos por parte de la población se ha multiplicado sensiblemente, debido al confinamiento impuesto por el gobierno (Quédate en casa) para evitar que se expanda la pandemia Covid-19. Esto imposibilita a un alto porcentaje de la ciudadanía, salir a realizar las labores que le permite producir el sustento diario de su familia. Ante esta situación, el gobierno se convierte el comprador principal de los productos que conforman la canasta básica alimentaria, a fin de ir en auxilio de los sectores menos favorecidos.
Por otro lado, los empleados públicos y privados, así como, policías y militares salieron juntos a comprar alimentos crudos en cantidades superiores a las que consumen habitualmente, temiendo a que se produjera un desabastecimiento alimentario. Afortunadamente, esto no se produjo, debido a que la producción agropecuaria en nuestro país satisface la demanda en aproximadamente un 85%, gracias a los planes y proyectos diseñados por el superior gobierno y a la efectiva ejecutoria del Ministerio de Agricultura y todas las instituciones de Sector Agropecuario.
La realidad arriba indicada, es solo un ejemplo de la solidez, eficiencia y eficacia de las instituciones que conforman el aparato gubernamental, que atinadamente dirige y lidera el presidente Lic. Danilo Medina. Lo mismo podríamos decir de otros Ministerios, como el de la Presidencia, el Administrativo de Presidencia, el de Salud Pública, Hacienda, Economía y Desarrollo, Relaciones Exteriores, Obras Públicas y otros.
A nosotros nos toca compañeros, alertar al pueblo dominicano para que, mediante una votación masiva en apoyo al candidato del PLD, Lic. Gonzalo Castillo, el próximo 5 de julio, evitemos que el país retroceda al desorden institucional que vivió durante el periodo (2000-2004). El cual degenero en una crisis bancaria de tal magnitud, cuyos efectos ocasionaron al país un déficit tan enorme, que el gobierno hubo de contraer una deuda a través de Banco Central, sobre la cual se han pagado millones de pesos de intereses.
Hay que recordarle al país, que son los mismos con diferente ropaje y para reforzar ese juicio, basta con recrear los desórdenes producidos en los municipios donde asumieron el control, luego de las elecciones del pasado 15 de marzo.
Hasta luego…