“Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o se hunde la isla”, Juan Pablo Duarte.
La historia está escrita por los hechos y Tina Bazuca una adolescente de apenas dieciséis (16) años, es parte de esa historia patria, que un 24 de abril de 1965, empuña un fusil sin estar en la lista o ser llamada por los insurgentes constitucionalistas. Con el uniforme de la escuela, falda y blusa, Tina hace la diferencia sin conocimiento de causa y sin los entrenamientos rigurosos que demanda la confrontación y el ejercicio de una guerra o revolución.
La revolución de abril de 1965, fue un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares, con la finalidad de volver al gobierno electo legítimo y constitucional del año 1963, bajo la presidencia del Prof. Juan Bosch. El Movimiento Militar Constitucionalista fue iniciado e integrado entre otros por el coronel Rafael Fernández Domínguez, coronel Juan María Lora Fernández, coronel Miguel Ángel Hernández Ramírez y el coronel Francisco Alberto Caamaño Deño, quien comando y dirigió la Revolución.
Interpretando como CEO fundador del Congreso Mundial de la Mujer, CMM, organización identificada totalmente a la defensa de la mujer, al igual que de resaltar sus valores, lucha e historia, hoy recopilamos parte de la grandeza de esa humilde jovencita que desafío la muerte con un fusil en las manos, como lo hizo María Trinidad Sánchez, Manuela Diez, Concepción Bona, Josefa Pérez, Ana Valverde, Juana Saltitopa, Baltasara de los Reyes entre otras en el 1844.
Tina, popularmente conocida como BAZUCA o LA BAZOOKERA, delgada del color del caliche, no escatimo esfuerzo para incorporarse el 24 de abril, preparando bombas molotov en los patios y callejones de los barrios de Borojol y Guachupita, juntos a jóvenes y comandantes constitucionalistas, luego se le veía llenas de bombas molotov amarradas con hilo gangorra en su frágil cintura y hombros, por los alrededores del Puente Duarte, según los testimonios y relatos en los archivos de la nación.
Esta jovencita que se ha ganado en el campo de batalla la estrella de heroína nacional, se hizo famosa en el Comando de POASI, cuando vestida de verde olivo y botas militares, salía con un fusil G-3, al hombro y una bazuca en un jeep que ella y dos hombres ranas les habían quitado a tiro limpio a unos soldados estadounidenses. Tina debe incluirse entre este grupo de heroína: Aniana Vargas, Carmen Josefina Lora (Piky), Enma Tavárez Justo, Cándida Oviedo, Grey Coiscou, Hilda Gautreaux, Clara Tejera, Elvira Regús, Altagracia del Orbe, Yolanda Guzmán, e Ivelisse Acevedo, entre otras.
Tina Bazuca era una combatiente de primera línea de la parte Norte de la ciudad de Santo Domingo, donde fue una de las heroínas en las batallas de los días 25, 26, 27, 29 y 30 de abril. El 1, de mayo cuando avanzaban las tropas estadounidenses formando el cordón de seguridad que dividió la ciudad de Santo Domingo en dos y se incentivaba la deserción de los militares constitucionalistas desde Radio San Isidro, la emisora de los militares anti pueblo; alentándolo a desertar a volver a sus cuarteles, ya que según ellos la revolución estaba dirigida por comunistas castristas.
En ese momento los combatientes civiles hombres y mujeres, se dividen en comandos, dirigidos por los políticos de los partidos participantes: PRD, PRSC, PSP, PCD, MPD Y 1J4; asesorados por los hombres ranas, Cuerpo Élite de la Marina de Guerra, dirigido por el Capitán de Navío Ramón Montes Arache y militares Constitucionalistas del Ejército Nacional dirigido por el coronel Francisco Alberto Caamaño y el coronel Héctor Lachapelle Díaz. En esos barrios también había deserciones de civiles constitucionalistas, pero Tina Bazuca, no abandonó la lucha, estuvo en todas las batallas y escaramuzas dando el todo por el todo. ¡De aquí pal Cielo! Decía, aun con cicatrices de balas en su cara de media luna.
En los intensos combates de los días del mes de mayo especialmente los de los días 1, 14,15 y 16, cuando se inicia la cacería humana llamada Operación Limpieza, en los barrios marginados de la ciudad; donde perdieron la vida más de seis mil civiles, no combatientes. Allí estaba presente Tina Bazuca.
Al igual que los bombardeos de la ciudad, por tropas de intervención estadounidenses de los días 15 y 16 de junio, donde se intentó tomar a Ciudad Nueva, con todo tipo de armamentos y le fue imposible gracias a la resistencia de los combatientes constitucionalistas y los jóvenes de ambos sexos de los comandos muchos de ellos sin apellidos, sin escolaridad y sin partido político alguno, tal como era el caso de Tina Bazuca.
Ya en la Academia Militar 24 de abril, en Ciudad Nueva, Tina Bazuca, era una estudiante de arma ejemplar. De ella, cuenta el combatiente Agustín Rodríguez, conocido como Pachín dijo: “Tina era la bazookera del comando POASI. Ya en la Academia 24 de abril, ella llegó a darme clase de bazuca. Ella no le soltaba su fusil ni su bazuca a nadie, por eso enfrentó a varios compañeros. Ella te enseñaba, pero agarrando el fusil o la bazuca junto contigo. Ella decía que el que floja su arma, floja su vida”.
Luego Pachín sigue diciendo: Tina Bazuca, al igual que la China, la Rubia, Belkis y la Coronela, eran la admiración de los combatientes constitucionalistas; porque eran valientes, se arriesgaban más que muchos hombres y además de que tenían las mejores armas, pero no era que se la regalaron, no, era que ella se la ganaron en combate. Pocas veces la vieron dormir y cuando lo hacía se amarraba la bazuca en el pecho, el fusil en el hombro y una granada en la mano-, testimonio del combatiente Pachín.
Siempre andaba con una correa de tiros y una bazuca al hombro. Vestida de verde olivo y con bota militar. Darío Olivo, quien estuvo desde el principio de la Revolución en los diferentes combates nos narra -De Tina Bazuca, te diré que con la bazuca de ella hice yo el curso de tiro de bazuca en guerrilla urbana. Dado por la Lujosa y Piky Lora, también Homero Hernández y otros. Sobre el fusil, por nada del mundo lo prestaba. Mi comando fue el Cucaracha 20 y el Illio. Capozzi, como oficial de enlace con el comando del 14 de Junio con el guapísimo Hitler Moreta, hombre que lo dio todo del Cementerio de la Máximo Gómez a Ciudad Nueva-.
De Tina, nos cuenta la instructora, Sagrada Bujosa, en el libro Mujeres de Abril de la periodista Margarita Cordero, los siguientes: Tina era la bazookera del comando POASI, y cuando a mí me dicen: estas son las compañeras que tú vas a instruir, recuerdo a Tina, aquella mujer joven pero maltratada, acabada, de pueblo, llena de cicatrices en el rostro. Luego continúa diciendo “……esta era una mujer que impresionaba. Siempre andaba vestida de verde olivo, era una mujer brava, muy brava”.
Luego entablamos conversación y ella me hablaba de los combates en la parte Norte de una forma tan natural, de sus heridas en los combates en la parte Norte, con la misma simpleza con que la gente hace las labores cotidianas en una casa. Era de la gente que más asimilaba las instrucciones, de la gente más diestra, y era la que era distinta; era la mujer del pueblo, la que representaba al pueblo ahí. Era la mujer que había combatido, porque la mayoría, la mayoría no, todas incluyéndome a mí que era instructora, ninguna de las compañeras que estaban bajo mi mando habían participado en combate, solamente Tina.
Congreso Mundial de la Mujer, CMM, solicita al presidente Luis Abinader y a los dos alcaldes Carolina Mejía y Manuel Jiménez, designar una calle a su nombre y un reconocimiento unificado en el puente Duarte con una estatua, aunque fuera en un lateral del mismo, donde ella ofrendaba su vida por la patria, República Dominicana.
Después de finalizada la Revolución, se emprendió una cacería, contra todos los sin nombres y apellidos, mujeres, niños, jóvenes, adultos que participaron o pelearon en la revolución, como a Tina Bazuca, le tocó la mala suerte. La mataron, la degollaron, profanaron su cadáver y lo tiraron desde el puente Duarte hacia el río Ozama. En el puente que ella con las armas en las manos defendió con gran valentía y bravura los días 25, 26, 27, 28 y 29 de Abril de 1965.
El presidente Luis Abinader y el PRM, debe hacerle un homenaje póstumo con el rango de comandante a Tina Bazuca por su heroísmo y amor a la patria se une a: Bernarda Jorge, Brunilda Soñé, Belén Vargas, Brunilda Amaral, Carmen Mazara, Carmen Pujols, Consuelo Despradel, Cristina Díaz, Delta Soto, Edith Alt. Ramírez Ferreira, Elena Garrido, Elsa Justo, Fiume Gómez, Gladys Gutiérrez, Irma Encarnación de Cruz, Isabel Vargas, Josefina Paniagua, Lourdes Contreras, Magaly Pineda y Margarita Cordero.
De igual forma, María Elena Muñoz, Mariana de La Cruz, Marisela Vargas, Milagros Concepción, Mirna Santos, Petronila Argentina Santana, Ramona Rosario Vargas, Rosa Almánzar Vargas, Sagrada Bujosa, Somnia Vargas, y Teresa Espaillat, Ana Silvia Reynoso, Cicelia Acevedo, Francia Concepción Martínez (Conchita), Leopoldina Restituyo, Mercedes Ramírez (La Rubia), Teresa Rojas, Tita Cruz, estas mujeres son parte de la historia de la Revolución Constitucionalista del 24 de abril, 1965.
El Congreso Mundial de la Mujer, CMM, honra enhorabuena la memoria de Tina, que es la memoria de los miles mujeres y hombres que no tienen uniformes, ni formación académica ni militar, los descamisados y descamisadas, los huérfanos y huérfanas, los que lucharon de corazón y amor por la patria, sin ideologías, sin partidos. Solo con el supremo objetivo de defender la Soberanía de la República, esas y esos que no tenían nombres, ni apellidos, ni casa, ni tierra, ni educación, los hijos de “machepa” los de abajo, sin trabajo, ni salud, hombres y mujeres del pueblo, los esclavos de la Patria sin saberlo abonaron con sus sangres púrpuras las guerras y las revoluciones que otros iniciaron desde la retaguardia o en sus mansiones con aires acondicionados.
Hay un país, una patria donde flota la bandera tricolor en lo más alto del cielo azul, en el mismo trayecto del sol, República Dominicana en el Caribe de América Latina. Tristemente hay que decir que la sangre, valentía, coraje, energía de esas mujeres y hombres, hoy muchos de ambos bandos sin estar en el campo de batalla, son las heroínas y héroes, los dueños de las glorias y los puestos. Los que tienen nombres y apellidos son los dueños del poder, las tierras y los ganados, las fábricas, las minas… Son los dueños del país. En nuestra investigación quiero dar crédito al escritor Sagrada Bujosa, Margarita Cordero, Tirso Medrano, libro Mujeres de Abril y al Archivo General de la Nación.
“Vivir sin patria, es lo mismo que vivir sin honor”, Juan Pablo Duarte.