Por: Héctor Olivo | Con 51 años de experiencia y aportes al país, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) inicia el año 2025 con una agenda, objetivos y propósitos definidos.
Esa agenda está dominada por las resoluciones del X Congreso Ordinario Reinaldo Pared Pérez y los mandatos de los Estatutos, derivados de la plenaria general del citado congreso.
Fruto de los debates en los organismos partidarios se tiene una línea organizativa y electoral que aplicar, tema que debe ser abordado con objetividad y conciencia.
En los Estatutos se establecen plazos fatales para la ejecución de la Línea Organizativa y Electoral a nivel nacional y la Línea Organizativa y Electoral en las Seccionales del Exterior, esta última mediante la convocatoria a Asambleas de Dirigentes.
En los próximos días la dirección del PLD dará continuidad a los recorridos por todo el país del Presidente de la Organización, Danilo Medina, junto al Secretario General, Johnny Pujols, evaluando la situación de la organización y orientando las acciones a seguir.
La opinión pública, incluyendo sus adversarios, resaltan el éxito alcanzado por el PLD en su X Congreso, que marca un notorio reforzamiento de la organización política, que ya se refleja en las encuestas y mediciones.
Esos aciertos no deben ser empañados con la adopción de posiciones individualistas o grupales que minen la necesaria unidad interna del Partido.
Desde litorales contrarios al Partido se advierte la creación de rumores y murmullos presentando situaciones de contradicciones internas que no existen.
El 2025 es un año marcado por situaciones y conflictos globales, que se deben tomar en consideración en un mundo interdependiente.
Los conflictos bélicos, el cambio de gobierno en los Estados Unidos tienen y tendrán impacto en República Dominicana y para ello el Partido de la Liberación Dominicana tiene que estar preparado.
Fuerzas externas que representan intereses políticos y económicos muy particulares no se cansan de ensayar fórmulas y estrategias para adentrarse en la institucionalidad de los partidos políticos y los gobiernos; la llamada judicialización de la política es un ejemplo, una práctica perversa, junto al clientelismo y el transfuguismo.
No tenemos que remontarnos tan lejos para entender el fenómeno denunciado que ha afectado la práctica política en Latinoamérica.
Apenas hace unos días en República Dominicana se ha dado a conocer una sentencia del Tribunal Constitucional que parece complacer a esos sectores anti política presentando simpatías con grupos que dicen llamarse independientes.
Sin duda alguna es un invento que podría fácilmente identificarse con un «outsider», que es un novato en política, aunque haya sobresalido en otras disciplinas o ciencias.
En los requisitos que se les exige a los miembros del PLD está la clave para afrontar los retos y desafíos del Partido y de sus miembros o dirigentes.
Si trabaja junto a su organismo para fortalecer al Partido en el colegio electoral que le corresponda, si participa ordinariamente en las actividades de formación política, si demuestra y prueba lealtad al Partido, si defiende la teoría, principios, valores y los objetivos del Partido y cumple con sus Estatutos, programas, reglamentos y resoluciones, estará presentando las credenciales de militante ejemplar y estará contribuyendo al retorno al Gobierno del PLD para trabajar por el país que aspiramos.