La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), que agrupa a los obispos católicos, expresó su preocupación por lo que definió «situación que vive el pueblo dominicano frente a las condiciones de pobreza y sufrimiento».
“Nos duele ver cómo estas realidades laceran la dignidad humana y limitan el acceso a los derechos fundamentales que todo ser humano posee”, dice.
Su posición está contenida en una carta pastoral titulada “Caminemos juntos: la esperanza no defrauda”, publicada con motivo de la solemnidad de Nuestra Señora de la Altagracia, protectora del pueblo dominicano, celebrada cada 21 de enero
Entre otras cosas, los religiosos critican la “inseguridad en la que viven numerosas familias, el desempleo que golpea especialmente a los jóvenes, y el impacto del alto costo de la vida”.