Medio Ambiente

Las Cuevas del Pomier, un patrimonio cultural y natural de incalculable valor para la República Dominicana y el mundo, enfrentan una grave crisis debido a las actividades mineras indiscriminadas que las han llevado al borde del colapso. A pesar de la evidencia irrefutable presentada en múltiples estudios y denuncias, el gobierno dominicano y el Ministerio de Medio Ambiente ha mostrado una preocupante inacción frente a este desastre ambiental y cultural.

Evidencias y Alarmas Ignoradas

Desde hace décadas, expertos ambientalistas han advertido sobre los daños irreversibles que supone permitir la operación minera en los alrededores de las Cuevas del Pomier. Estudios recientes, como el realizado por George Veni & Asociados en 2024, han documentado que nueve cuevas han sido destruidas completamente, incluidas tres con arte rupestre invaluable, y siete más presentan daños significativos. Además, el 73.4% de las operaciones mineras se encuentran en zonas de amortiguamiento y el 6.2% dentro del área de reserva antropológica, en flagrante violación de la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Ley 202-04 sobre áreas protegidas, y la Constitución de la República Dominicana.

La destrucción de estas cuevas también ha tenido un impacto devastador en el ecosistema local y la salud de las comunidades cercanas. La contaminación del aire por el polvo de

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cal ha generado problemas respiratorios graves entre los residentes, mientras que la alteración del flujo del río Nigua ha afectado el balneario La Toma y el acueducto que abastece a más de 200,000 personas. Sin embargo, a pesar de estas alarmantes pruebas, el Ministerio de Medio Ambiente no ha implementado medidas efectivas sobre la operación minera ni para restaurar los daños ya causados.
La Complicidad del Estado

La falta de acción del Ministerio de Medio Ambiente no es solo negligencia, sino también un reflejo potencial de complicidad con las empresas responsables, ya que la inobservancia de las leyes ambientales, como la Ley 64-00 y su eventual inacción, convierte al Gobierno en un cómplice directo de este ecocidio. Las autoridades responsables de supervisar las áreas protegidas han permitido que las operaciones continúen a pesar de las evidencias de ilegalidad y del impacto catastrófico en el medio ambiente y la cultura.

Consecuencias Culturales y Ambientales Irreversibles

El deterioro de las Cuevas del Pomier no es solo un ataque al patrimonio cultural de la República Dominicana, sino también una pérdida para toda la humanidad. Estas cuevas albergan la mayor concentración de arte rupestre del Caribe, con manifestaciones de múltiples culturas, incluidas las taína, maya e inca. La desaparición de estas pictografías no solo representa la pérdida de un tesoro cultural, sino también de una conexión vital entre el pasado y el presente.

En el ámbito ambiental, la disminución de la población de murciélagos, vitales para la reforestación y el control de insectos, y la alteración del flujo hídrico de la región son solo algunos ejemplos de cómo la operación minera descontrolada está destruyendo el equilibrio ecológico.

Acciones Urgentes para el Gobierno

Para salvar las Cuevas del Pomier y restaurar la confianza de la ciudadanía en las instituciones, el gobierno debe adoptar medidas inmediatas y contundentes:

1. Cese inmediato de las operaciones mineras en el área protegida: Implementar un cronograma para el traslado de las empresas mineras a zonas donde su impacto ambiental sea mínimo.

2. Restauración ambiental y cultural: Obligar a las empresas responsables a financiar la restauración de las cuevas y la reforestación de las áreas afectadas, cumpliendo con el principio de «el que contamina paga».

3. Promoción del turismo sostenible: Declarar las Cuevas del Pomier como la capital prehistórica de las Antillas y desarrollar un plan de turismo cultural y de montaña que beneficie a la economía local sin comprometer el patrimonio.

4. Establecer un manejo tanto técnico y administrativo: Entre los ministerios de Medio Ambiente y de Cultura, así como la gobernación provincial de San Cristóbal así como otras instituciones de la sociedad civil que se consideren.

5. Sanciones a funcionarios: Establecer mecanismos de control y sanciones severas contra funcionarios que permitan tanto por comisión como por omisión la explotación ilegal de los recursos naturales.

6. Educación y sensibilización: Invertir en campañas de educación ambiental para concienciar a la población sobre la importancia de preservar este patrimonio.

El tiempo para actuar es ahora. Cada día que pasa sin una respuesta efectiva empuja a las Cuevas del Pomier más cerca de su desaparición irremediable. Es imperativo que el gobierno dominicano asuma su papel como guardián de este invaluable tesoro nacional y tome las medidas necesarias para garantizar que las generaciones futuras puedan conectarse con este legado cultural y natural único en el mundo.

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