El Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, quien había llegado el día anterior a bordo de la goleta Leonor, hace su entrada en la ciudad de Santo Domingo: Amanece «agolpada una inmensa multitud en los alrededores de la Puerta de San Diego. Una comisión de la Junta Central Gubernativa bajó al muelle a las siete de la mañana con el objeto de ofrecer al libertador los saludos oficiales. Cuando Duarte puso el pie en tierra, las tropas, alineadas frente al puerto, rindieron honores, y las baterías del Homenaje lo saludaron con los disparos de ordenanza.