La Paloma y la Estatuilla Noruega son los símbolos universales de la Paz.
Cuando vemos en vuelo a una paloma blanca o a una bandada de estas aves, a seguidas pensamos en la Paz.
Pensamos en la Paz Universal cuando cada año, desde 1901, se hace entrega, ahora en el ayuntamiento de Oslo, del premio Nobel de la Paz.
Fue el ingeniero químico, inventor de la dinamita, nacido en Noruega en 1833, señor Alfred Nobel, a quien se le ocurrió dejar establecido en su testamento, un premio que encarne los anhelos de justicia y paz del planeta para entregar a personas que «hallan promovido la paz, contribuido a desmontar alzamientos armados y ser promotores de acuerdos por la paz en el mundo».
Antier el mundo amaneció sorprendido, ante la destitución de la presidente Dina Boluarte, por el Parlamento Peruano; y la entrega a la venezolana María Corina Machado del premio Nobel de la Paz, que se entrega en el ayuntamiento de Oslo, Noruega, pues los demás premios (porque son 5: Fisica, Química, Fisiología o Medicina, y Literatura) se entregan horas despues en Estocolmo.
El premio ha perdido su esencia y ha pasado a ser una negación al espíritu y la intención pacifista de su mentor, el señor Alfred Nobel.
En torno al premio reina la manipulación y el tráfico de influencia del que, en esta ocasión, fue abanderado el Secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos de América, señor Marco Rubio, en su enfermedad psico-mental contra el régimen de Venezuela que lidera el presidente Nicolas Maduro.
Es bueno establecer que, con la entrega del Nobel de la Paz a la señora Machado, se han soltado los demonios en la Casa Blanca, dado que el Secretario de Estado, en vez de promover al presidente Donald Trump al galardón, este trabajó desde la sombra para que el premio caiga en la cabeza de la oposición más recalcitrante y violenta que hay en Venezuela.
El grupo de Corina Machado en Venezuela, es el más violento de la oposición al gobierno, pues, no solo hace denuncias y promueve movilizaciones, sino que su discurso supera el razonamiento político, y lo traduce en odio y sed de venganza.
Hay dos elementos que caracterizan al sector de María Corina Machado en Venezuela:
1. Por un lado, Corina está al frente de las guarimbas, que son especie de barricadas en donde, no solo siembran el terror y el caos en los barrios venezolanos, sino que, en esas guarimbas fueron calcinados vivos varios jóvenes tan simple por ser chavistas o contrarios al grupo de Corina Machado.
2. El otro elemento que caracteriza a ese sector de la oposición venezolana, es su demanda reiterada de una intervención militar armada en Venezuela de los marines gringos, lo que implica ser partidaria de un baño de sangre a gran escala en la tierra que le vio nacer.
A esa figura, propiciada por el Secretario de Estado de EUA, Marco Rubio, se le acaba de otorgar el galardón mundial premio Nobel de la Paz, lo que ha generado también choques y rechazos entre sectores de la misma Casa Blanca, quienes promovian para el puesto al presidente Donald Trump.
El caso es que estamos ante un fiasco, ante una acción contradictoria al espíritu de la paz que fue lo que motivó en Noruega la creación de ese reconocimiento, pues a los violentos del mundo se le da el galardón de la paz, lo que estremece la tumba del quimico Alfred Nobel.
