Al menos siete personas han muerto y varias permanecen desaparecidas tras el derrumbe ayer de dos edificios en el barrio neoyorquino de Harlem debido a una explosión provocada por una fuga de gas, informaron hoy medios estadounidenses.
La noticia creó una ola de conjeturas sobre el origen de la explosión y una inmesa cadena de comentarios en las redes sociales.
Las versiones oficiales no despejan el grado de inseguridad en lo que se considera la capital del mundo, por el gran numero de migrantes que residen en la ciudad y todo el Estado.
La explosión ha causado también al menos 74 heridos, que están siendo atendidos en diversos hospitales de la ciudad, mientras que nueve personas se encuentran desaparecidas, según la emisora local de la NBC, que se mantuvo transmitiendo en cadena, desde el mismo momento en que se conoció de la noticia, al igual que otras cadenas hispanas.
Los equipos de rescate se mantuvieroon durabte la noche con las labores de búsqueda entre los restos de los dos edificios, labor que aun continua.
La explosión tuvo lugar hacia las 09.30 horas (13.30 GMT) en el corazón del Barrio Latino de Harlem, apenas quince minutos después de que un vecino de la zona llamara a la empresa ConEdison para alertar sobre un fuerte olor a gas en la zona.
Por el momento las autoridades han identificado a tres de las víctimas mortales: Griselda Camacho, Carmen Tanco y Rosaura Hernández-Barrios.
«La tragedia se originó por una explosión de gas», indicó ayer el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa desde el lugar de los hechos tras el siniestro. En los dos edificios derrumbados vivían quince familias.
Latinoamerica y Europa vio con preocupacion la noticia de la explosión la que asociaron al 11 de septiembre, que derrumbó los edificios del centro financiero new yorkino, conocido como Torres Gemelas.
No fue un atentado terrorista, pero por lo menos existe un tragico balance, que denota cierta inseguridad en la urbe que se considera la capital del mundo.
