Hablan los hechos

El miércoles santo en la tarde la prensa informó que la reserva de habitaciones en hoteles del este, norte y zona montañosa de Jarabacoa y Constanza se acercaba al cien por ciento, la mayoría apartadas por familias dominicanas deseosas de disfrutar junto a los suyos de ese largo asueto.

¿Por qué gente de todos los estratos sociales abarrotaron las zonas turísticas, ocupando prácticamente todas las ofertas habitacionales disponibles? ¿Acaso es reflejo o resultado de algún boom económico? ¿O tal vez los precios de hoteles y posadas fueron tan irrisorios que se convirtieron en irresistible tentación?. Nada de eso.

La razón fundamental o esencial por la que miles de familias financiaron sus vacaciones en hoteles de poca o muchas estrellas es la situación de certidumbre que ofrecen los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo que deriva en confianza de que en términos económicos y sociales las cosas marcharán según lo previsto, sin el más mínimo tener de agenda oculta o sorpresa desagradable.

La gente sabe que el Producto Interno Bruto (PIB), si no ocurre una desgracia mayor, como ciclón o terremoto, crecerá este año por sobre 4.5% del PIB, que el índice general de precios se mantendrá por debajo del 5%, que el tipo de cambio tiene un tope máximo previsto de 45 pesos por un dólar y que las reservas netas disponibles del Banco Central garantizan financiar más de tres meses de importaciones.

A eso se debe el impresionante éxodo hacia zonas de playas, rio y montañas, porque nadie alberga el temor de que encontrar al regreso los indicadores económicos en bandolera, o con la puesta en marcha de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, mediante el cual los ingresos se convierten en sal y agua.

El sistema de banca múltiple ofreció atractivas ofertas de préstamos personales o laborales que sirvieron a muchas familias para financiar sus vacaciones: otros vacacionistas usaron propios ahorros, todos en un ambiente de certidumbre, confianza, garantía de seguridad jurídica, lo que permite que los ciudadanos puedan planificar sus finanzas a mediano y largo plazo.

Por esa misma razón, los bancos comerciales colocaron en los últimos anos más de diez mil millones de pesos en préstamos para vehículos con hasta cinco años de plazo, porque el crédito al consumo, así como para la adquisición de vivienda o para inversión de capital, está siempre asociado con el generalizado optimismo de que la economía marcha bien.

En ningún modo se pretende señalar que pobreza y pobreza extrema han sido borradas del mapa económico y social; lo que se afirma es que la certidumbre, es decir la confianza, la fe, el optimismo de la población en el futuro se ha convertido en un gran activo productivo que mueve las actividades económicas a través del crédito y del ahorro.

La razón por la cual casi todas las habitaciones hoteleras fueron ocupadas por familias dominicanas durante Semana Santa se debe básicamente a esa alianza estratégica que desde hace años mantiene el PLD con la familia dominicana, a la que ha podido ofrecerle y garantizarle toda la seguridad y confianza en las acciones del Gobierno y del Estado, que se resume en esa palabra mágica: certidumbre.

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