Al retorno de los vacacionistas podemos apreciar que su paso por los espacios naturales de nuestro territorio queda impactado negativamente, debido a que en muchos casos no han tenido un comportamiento que garantice la no alteración de los lugares visitados, durante el asueto de la Semana Santa.
Lo ideal, lo deseado y lo reclamable es que al final de estas jornadas nuestros espacios vacacionales luciera como la imagen que acompaña a este reportaje.
Contario a ello, es muy común ver como nuestras playas, ríos, montañas y otros ambientes naturales se ven abarrotados de desechos sólidos, que terminan alterando los diferentes ecosistemas y dañando las especies que en ellos habitan y convirtiéndolos en lugares sin ningún atractivo para ser visitado.
Los plásticos son uno de los mayores contaminantes de la naturaleza; fundas (bolsas) plásticas, vasos, embases de comidas, juguetes desechados, botellas plásticas, son de las tantas cosas que podemos encontrar en los lugares que solemos visitar con el fin de vacacionar.
La presencia de diversos materiales de plásticos ha generado grandes perjuicios a los espacios naturales y muy en especial a los cuerpos de agua, sean dulces o saladas, debido a que muchas especies terminan ingiriendo estos desperdicios o quedando atrapadas en los mismos.
En las corrientes del giro del pacifico norte se encuentra una mancha de desechos sólidos, compuesta mayormente por plásticos, que es 29 veces mas grande que el territorio de la República Dominicana, que genera un impacto ambiental capaz de alterar las corrientes oceánicas, la vida de las especies y hasta la forma de vida de una gran cantidad de seres humanos que suelen aprovechar las riquezas marinas.
Para citar algunos ejemplos de los daños que causa nuestra conducta adictiva de arrojar desechos plásticos a la naturaleza, podríamos citar a las ballenas, que terminan ingiriendo grandes cantidades de partículas de plásticos (los que producen los envases de Foam) confundiéndolos con el plancton o el krill, que son las fuentes de alimentación natural de algunos tipos de cetáceos; los delfines y focas suelen quedar atrapados por redes de basuras que forman islas mar adentro, las tortugas ingieren fundas plásticas al confundirlas con aguas vivas o medusas, que son parte de su alimentación y a los tiburones, que son grandes depredadores, se les ha encontrado en sus estómagos, botellas, fundas, zapatos y hasta placas(chapas) de vehículos.
Las fundas (bolsas) plásticas son una de las grandes amenazas al medio ambiente, el consumo mundial por año de las mismas ronda el billón de unidades, su utilidad promedio de tiempo es de 25 minutos, su tiempo de degradación es de varios siglos y solo el10 porciento de estas son recicladas; lo que nos indica que estamos produciendo muchas veces más de lo que necesitamos y mucho más de lo que la naturaleza puede soportar.
La contaminación de las aguas por residuos sólidos (plásticos) ha llegado al punto que hoy en día se celebra, en unos 150 países, el “Día Mundial de Limpieza de Costas” congregando uno de los más grandes voluntariados, en un esfuerzo por deshacer lo que ya hemos hecho y que hubiésemos podido evitar con una conducta más propia de personas que saben que tenemos un solo mundo.
La contaminación por plásticos es una responsabilidad de todos, compartida pero diferenciada, ya que los desechos no sólo se encuentran en tierra firme, sino que circundan las aguas oceánicas y suelen ir de un lugar a otro, haciendo que recaiga en cada país una parte de la responsabilidad dependiendo de los hábitos de consumo, el nivel de educación, destino final de los desechos sólidos, políticas de reducción, reusos y reciclados, sistemas legal, sanciones y el desarrollo económico de cada nación.
El manejo de los desechos sólidos por parte de las autoridades y de los ciudadanos tiene consecuencias en cada país, ya que una mala disposición de los mismos genera grandes problemas ambientales, de salud y económico; cuando salimos a vacacionar a un espacio natural, sea este protegido o no, y arrojamos desperdicios, estamos generando un impacto a dicha zona y las autoridades tendrán que invertir tiempo y dinero en recolectar esos desperdicios.
Luego del asueto de la semana santa las autoridades del gobierno central y de los gobiernos locales (ayuntamientos) se verán en la necesidad de disponer de cuantiosos recursos y un personal para poder hacer frente a la gran cantidad de desperdicios que genero la visita de los vacacionistas, dichos recursos de tener un mejor comportamiento ciudadano, podrían ser canalizados a acciones que generen provecho a la población en general.
Mundialmente se producen unas 25 millones de toneladas de plásticos, que se derivan de combustibles fósiles y permanecen en el ambiente por un tiempo de 100 a 500 años, generando una gran presión al medio ambiente y a las economías, sobre todo las de países pobres, que por no reciclar los mismos tiene que invertir gran parte de sus recursos en la fabricación e importación de los productos plásticos que demandan sus habitantes.
Solo nuestro país termina por importar alrededor de unos 700 millones de dólares al año, y menos de una 1% de estos artículos son reciclados, haciendo que los 99% restantes de los mismos terminen generando un impacto negativo en el ambiente.
Lo hecho, hecho esta, y solo nos queda aprender de lo vivido y pensar de qué forma debemos de manejar nuestros desechos sólidos en nuestras próximas vacaciones, ya que al lugar que fuimos en la pasada Semana Santa, podríamos querer volver, o peor aún, ser visitado por un extranjero, y que ese patrimonio natural de nuestra nación no se encuentre con la limpieza que se requiere, por el mal comportamiento que tuvimos en nuestras pasadas vacaciones de Semana Santa.