Después del derrocamiento del gobierno del Profesor Juan Bosch en 1963, una ola política conservadora arropó a los gobiernos de la República. Esto incluyó el período de cuatro años de Antonio Guzmán.
A éste habría que reconocerle algunos avances en la desmilitarización del país y creación de un clima de libertades públicas que permitió el regreso de los exiliados, junto con la salida de la cárcel de cientos de presos por actividades políticas.
Sin embargo, desde el punto de vista de los cambios estructurales, que debían incluir una reforma de la Constitución de corte conservador de 1966 volviendo a la de ideas liberales de 1963, el gobierno de Guzmán, se mostró incapaz de construir las bases para sustentar el proyecto liberal que debía sustituir la tradición conservadora de la sociedad dominicana.
Su intima relación con los grupos oligárquicos de Santiago y la integración al gobierno de figuras claves provenientes del centro de estudios mas importante de la iglesia católica, eran evidentemente una contradicción con las ideas que decía representar su partido, lo cual hizo crisis tempranamente y se mantuvo durante todo su periodo de gobierno.
¿Quién era Salvador Jorge Blanco?
Es en este marco donde surge la candidatura de Salvador Jorge Blanco, que por formación, historia y apoyos, parecía ser la oportunidad de los liberales de adueñarse de las estructuras del Estado y realizar los cambios que no pudo realizar Antonio Guzmán.
Jorge Blanco era un abogado de Santiago, vinculado a las luchas por la democratización del país desde antes de la muerte de Trujillo.
Al ser ajusticiado el dictador, se integró a la Unión Civica Nacional, la agrupación patriótica que luchaba contra los remanentes de la dictadura.
Participó en la campaña electoral de la UCN y se desligó de los cívicos cuando apoyaron el golpe de estado en contra del Profesor Juan Bosch.
Se integró a la lucha contra los golpistas, llegando a ejercer el cargo de Procurador General de la República del gobierno constitucionalista del Coronel Caamaño, participando como actor importante en las negociaciones que terminaron con la invasión extranjera.
Esto es, Jorge Blanco era un profesional de formación y práctica liberal, no comprometido con los grupos oligárquicos del país, que enfrentó a Guzmán y el grupo conservador que lo acompañó en el gobierno.
Además llegó a ser candidato del PRD, bajo la consigna de que quien gobernaba, Guzmán, no representaba las ideas socialdemócratas ni al partido, sino a grupos ligados a intereses particulares de él y su familia.
Contó con el apoyo de la tendencia de José Francisco Peña Gómez para ganarle las primarias a Jacobo Majluta, a quien acusaba de conservador y derechista.
Y para mayor garantía, le ganó fácilmente las elecciones al conservador Joaquín Balaguer y su Partido Reformista.
Nadie mejor que Jorge Blanco entonces, para representar al pensamiento liberal dominicano, aplastado por múltiples gobiernos conservadores a lo largo de nuestra accidentada historia.
EL Gobierno de Concentración Nacional
Llegado al gobierno en medio de un gran apoyo popular, con mayoría en ambas cámaras y la oportunidad de poner en práctica todo lo que había predicado con su vida y sus discursos, Jorge Blanco se transformó en un Presidente vacilante e inestable.
La lucha electoral dentro de su partido creó heridas que no cerraron nunca. La muerte por su propia mano de Antonio Guzmán, fue atribuída a la depresión que le causó la amenaza de Jorge Blanco de someterlo a la justicia, junto a miembros de su familia, por actos de corrupción que se habían cometido en el ejercicio del poder.
La mayoría absoluta en el Congreso se convirtió en una minoría relativa, ya que Jacobo Majluta, aliado al grupo de ¨guzmancistas¨, decidieron cobrarle cuentas a su propio Presidente bloqueando las medidas que venían del Ejecutivo para ser aprobadas por los legisladores.
Además, en su mismo discurso de toma de posesión, Jorge Blanco atizó el fuego advirtiendo que la situación enconómica del país era un desastre mayúsculo, realizado por su propio partido agregamos nosotros, por lo que había que tomar medidas de austeridad, que incluyeron disminuirse el sueldo de Presidente de la República y en consecuencia, a todos los miembros de la administración pública.
De las promesas a las realidades
Salvador Jorge Blanco llegó al poder de manos de los que habían sido sus acompañantes en las luchas democráticas desde 1961 hasta 1982, es decir, los que tomaron las calles para echar a los familiares de Trujillo, los que enfrentaron el golpe de estado, participaron a favor del bando constitucionalista, se integraron al movimiento renovador de la Universidad estatal, arriesgaron sus vidas en los años de la represión y todos los etcéteras que se puedan agregar.
Su gobierno entonces, estaba llamado a implementar un programa que incluyera avances significativos en la creación de un Estado de Derecho, apegado a las doctrinas sostenidas por el liberalismo político.
Esto es: la garantía de la soberanía popular, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, garantía de los derechos individuales, libertad de asociación distribución de la riqueza producida por el país en forma de programas sociales que combatan la pobreza, justicia social e integración de los mas pobres al sistema productivo garantizando sus derechos.
Todo esto es lo que representa la llamada social democracia y los partidos integrados a la Internacional Socialista, a la cual pertenece el PRD desde hace muchos años.
Una cosa es con guitarra y otra es con violín.
Pues Jorge Blanco hizo todo lo contrario: desde el principio de su gobierno se declaró en quiebra económica y buscó una negociación con el Fondo Monetario Internacional, discusión que fue llevada a cabo por conocidos personeros ligados a intereses financieros nacionales y extranjeros que integró al gobierno.
A los pocos meses, firmó un acuerdo de facilidad ampliada con ese organismo con una duración de tres años, que en la practica, entregó la política económica de su gobierno en las manos del FMI.
El resultado fue el encarecimiento de los productos de primera necesidad, hasta el 200% en el caso de los medicamentos y otros productos, porque se suprimieron todos los subsidios que permitían a los mas pobres acceder a estos artículos.
La devaluación del tipo de cambio, la subida vertiginosa del precio de los combustibles, la prolongación de las medidas de austeridad del gobierno y el congelamiento del crédito interno, produjeron una disminución importante de la capacidad de consumo de los dominicanos.
El resultado de la politica económica fondo-monetarista, produjo violentas protestas populares, las que hicieron crisis en el mes de abril de 1984, cuando turbas hambrientas se lanzaron a las calles a saquear almacenes de provisiones y tiendas de comestibles, teniendo el Presidente que dar la orden al ejercito la policía de sofocar las protestas con el uso de la fuerza causando la muerte de decenas de personas.
Quedaron para la historia, los vídeos y fotografías de la crema y nata de quienes decían representar el pensamiento liberal de la época: el Presidente Jorge Blanco, José Francisco Peña Gómez y Hatuey Decamps, en una rueda de prensa en el Palacio Nacional, justificando la represión, y acusando a sectores derechistas e izquierdistas de conspirar para derribar el gobierno constitucional.
Ese día quedó marcado el destino del gobierno de Jorge Blanco y sus aliados internos del PRD.
La derrota del ala liberal del PRD
Jorge Blanco, en el tercer año de gobierno, era la representación de la derrota política del pensamiento liberal que decía representar, sus medidas económicas lo aislaron de lo que debió ser su base de apoyo natural.
Los gremios profesionales y el sector sindical organizado, que constituía un puntal importante del sostén del PRD, enfrentaron al gobierno en forma militante al sentir la disminución del poder adquisitivo de sus salarios.
La parte informal de la economía, integrada en su mayoría por los habitantes de los barrios de las grandes ciudades, vieron como sus negocios desaparecían por falta de compradores y se integraron a las protestas contra el gobierno.
En fin, quien había llegado al gobierno con el aura de la honestidad, la defensa de las libertades publicas y una vinculación estrecha con la social democracia internacional, cargaba con el estigma de haber presidido un gobierno represivo y con cientos de muertes en su haber, fruto de las ordenes dadas a los militares y policías que habían reprimido las contínuas protestas realizadas en sus años de gobierno.
No solamente eso, la derrota fue mas profunda e importante, cuando el PRD eligió al mas conservador de sus precandidatos, Jacobo Majluta, el mismo que la alianza Jorge Blanco- Peña Gómez había derrotado en la convención efectuada para elegir quien representaría a ese partido en las elecciones de 1982.
Y mas que eso, el descrédito a que llevó Jorge Blanco al sector liberal gobernante, hizo que los electores volvieran al ¨camino sin peligro y apoyaran con sus votos el regreso del conservador Joaquin Balaguer al gobierno.
Anciano, ciego y con evidente disminución física, pero reivindicado por los mismos que lo criticaron y combatieron en sus doce años de gobierno.
De las manos limpias a las manos sucias
Para que no quedaran dudas de que Balaguer estaba dispuesto a no olvidar las humillaciones personales que sufrió durante el gobierno del PRD, desde que asumió su mandato se dedicó a desnudar la corrupción que caracterizó al gobierno de Jorge Blanco.
Cada lunes se sentaba en una transmisión del canal oficial, para escuchar frente al país, de labios de los funcionarios de su gobierno, el desastre en que los perredeístas habían dejado la nación y ambientaba magistralmente su decisión de acusar en los tribunales al Presidente saliente.
Lo que Balaguer queria demostrar, era el pillaje cometido en contra de los intereses económicos del país, por Jorge Blanco y una gran parte de sus funcionarios, para después dar paso a la persecución judicial.
El PRD, que llegó al gobierno cubierto con el manto de la probidad en el uso de los recursos públicos, y Jorge Blanco que usó como consigna acusatoria en contra de Guzmán el ¨manos limpias¨, ahora era acusado de corrupción tan graves, que incluían órdenes directas del propio Presidente de la República, para comprar mercancías a sobreprecio a empresas de familiares y allegados.
Mas de 25 funcionarios del gobierno del PRD fueron acusados de actos de corrupción, incluyendo a Jorge Blanco y al Secretario de las Fuerzas Armadas Manuel Cuervo Gómez.
El Doctor Marino Vinicio Castillo se constituyó en parte querellante y, después de idas y venidas al exterior, el ex Presidente Salvador Jorge Blanco fue condenado a 20 años de reclusión por cometer actos de corrupción en su gobierno.
> Así terminó la historia política del primer Presidente electo, que terminó su mandato, formado en el pensamiento auténticamente liberal.
> La semana próxima veremos la transformación de Balaguer en sus últimos diez años de gobierno.