Opinión

Conociendo a Bosch a través de Euclides

No existe un dirigente político en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que defienda más la figura del fundador de ese partido, el profesor Juan Bosch, que el doctor Euclides Gutiérrez Félix. Pero igual, veo difícil que otro dirigente haya conocido más a Bosch que el propio historiador y abogado, quien fuera su asistente por más de 22 años.

En mis años de adolescencia y luego de mi adultez, viví en una época de efervescencia política como muchos otros jóvenes nacidos después de la Revuelta de abril de 1965. Como tales, fuimos testigos de enfrentamientos políticos de los movimientos de izquierda con la llamada “banda colorá”, así como la salida de Bosch del PRD al fundar el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el año de 1973. Me molesta reconocer, que por nuestra inmadurez e ignorancia, muchos de los dominicanos hayamos sido arrastrados a las mentiras y sandeces que se decían del profesor Juan Bosch, que combinaciones secretas de los mismo dirigentes del izquierda y del PRD se sumaran a los intereses mas oscuros de la oligarquía dominicana, para mentir sobre el comportamiento del “presidente moral y eterno de la República Dominicana”, frase muy acertada del autor de la misma, el doctor Euclides Gutiérrez Félix.

A lo largo del tiempo, lo cual siempre he dicho que es un privilegio y un honor, en lo que he compartido al lado del doctor Euclides Gutiérrez Félix, he aprendido a conocer al profesor Juan Bosch, sus grandes virtudes humanas, su sapiencia, su inteligencia, siempre mas adelantadas a años luz del resto del pueblo dominicano, sus dotes morales y éticos, y sobre todo, su grandes aportes a la literatura universal, lo que le permitió ganar grandes reconocimientos, premios y honores, que pocos dominicanos hemos sabido valorar en su justa dimensión.

Las innumerables charlas, los escritos, las conferencias, la biografía, todas autorías del intelectual e historiador Gutiérrez Félix, me han permitido conocer al profesor Juan Bosch y que como yo, reconocer el error de que la mayoría de los dominicanos no hayamos podido valorar y aprovechar a Juan Bosch, todo por las mentiras, campaña sucia y otras artimañas de sus enemigos y detractores, que da razón a la frase de Joseph Goebbels: “miente, miente que algo queda”, por lo que esas mentiras y calumnias segaron una segunda oportunidad al pueblo dominicano de tener un gobierno moral y ético encabezado por el profesor Bosch, que quizás o sin quizás, hubiera sido el gobierno soñado de todos y cada uno de los dominicanos, como fuera su ensayo democrático en su malogrado gobierno de 7 meses en el año de 1963 y su ya universalmente conocida Constitución de la República que le acompañó en esa gestión, la más democrática y socialista de toda nuestra vida republicana.

Pero la visión de Bosch de reconocer que el PRD ya había culminado su rol histórico y fundar otro partido, a la edad de 64 años, es lo que tenemos de legado, pues sin un partido coherente, organizado, metódico, aunque no perfecto, con muchas cosas por mejorar, como lo es el Partido de la Liberación Dominicana, ¿que hubiera sido del país hoy día con un Partido Revolucionario Dominicano, disperso, incoherente, dividido y sin visión de recomponer sus fuerzas? Ahí esta el mayor aporte de Bosch a la política dominicana, abandonar un partido que fundó y fundar otro, para dejarlo como legado en beneficio de la democracia y el bienestar del pueblo dominicano.

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