Opinión

Las opiniones de los diversos cultores de las artes cinematográficas y son acogidas de diversas maneras por los espectadores y los medios de comunicación. Ya que se trata de figuras con presencia continua en la vida social, por lo tanto sus palabras o acciones fuera de la pantalla nunca rozan la indiferencia y menos si se trata de temas políticos.

En estos días una cantidad significativa de estas personalidades firmaron un manifiesto a favor de la causa palestina llamando a detener el conflicto entre Hamas e Israel, entre ellos, los actores Penélope Cruz y Javier Bardem, quienes mas tarde fueron acusados por el actor Jon Voight de anti-semitismo. Esto dentro de Hollywood es bastante serio dado el peso de la comunidad judía dentro de la industria del cine.

Llama poderosamente la atención de que aparte de este comunicado se han escuchado pocas voces del mundo del cine norteamericano opinando sobre el conflicto. Y tal y como lo apunta Hollywood Reporter, esto se debe al componente internacional en este negocio, por lo tanto, no quieren entrar en controversias que se traducirían en la perdida de millones de dólares.

Las estrellas son en su mayoría muy conservadoras a la hora de opinar sobre estos temas, puesto que el público considera que muchas lo utilizan como mecanismo publicitario, en un caso, o no las consideran con la suficiente profundidad para hablar de ellos.

El aclamado director Oliver Stone, es uno que no rehúye las discusiones ni su apoyo a las ideas políticas del fallecido, presidente de Venezuela Hugo Chávez, hasta el punto que dirigió un documental “Mi Amigo Hugo” donde nos muestra la persona, los hábitos y la percepción que tenían de èl sus allegados y aliados.

El actor Sean Penn es otro amigo incondicional de la causa bolivariana, asi como de diversas causas sociales en Estados Unidos, desde la defensa de los inmigrantes hasta los derechos de los gays y el medio ambiente, y es hijo del cineasta progresista Arthur Penn, director de la notable Little Big Man- 1970, que describe las matanzas de los indígenas y la derrota del general Custer.

Una pareja de Hollywood que se destaca por su activismo político en defensa de los menos favorecidos es la compuesta por Susan Sarandon y Tim Robbins, recordados por hacer en la entrega del Oscar de 1993 un llamamiento a favor de los refugiados Haitianos.

Aunque la mas espectacular y llamativa protesta en la ceremonia del Oscar la protagonizo Marlon Brando en 1973 al rechazar el galardón obtenido en la primera parte del Padrino, por la forma en que eran tratados los indígenas por la industria cinematográfica. En su representación envió a una joven actriz india a la ceremonia.

Las relaciones entre el séptimo arte y la política están enmarcadas por encuentros y desencuentros como puede esperarse entre una ciencia social que articula las relaciones de las organizaciones políticas y un arte de masas que en muchas ocasiones sirve de vocero a los intereses de esas instancias sociales.

Prueba de dificultades en la comunicación entre los cineastas y los organismos que rigen este sector, la tenemos en Andrei Tarkovski maestro del cine ruso, quien se vio obligado a emigrar de la unión soviética, por la dificultad en la aprobación de sus guiones y los obstáculos en la exhibición de los filmes ya terminados.

El icònico director cubano Tomas Gutiérrez Alea recibía criticas en su país por la forma de abordar los temas sociales, a lo que este siempre contestaba que la critica era un aporte a la solución de dichos problemas, y del otro lado, Gutiérrez Alea fue impedido varias veces de viajar a EE.UU. pues las autoridades norteamericanas le negaban el permiso, basándose en diversos argumentos, que como se sabía eran políticos.

Cuando un director se atreve a realizar la biografía de una figura importante de la política debería saber que se enfrentará a la incomprensión general de la audiencia, que sus partidarios no estarán satisfechos argumentando un retrato sin las cualidades positivas del personajes y a los contrarios favorables, entonces lo más conveniente es asumir un tratamiento alejado de los convencionalismos, de los lugares comunes.

En nuestro país se filma en este momento “Amín Abel”, dirigida por Etzel Báez, acerca de la vida de este dirigente de izquierda asesinado; y pendiente de estreno, la biografía José Francisco Peña Gómez, líder del PRD, “Del Color de la Noche”, dirigida por Agliberto Meléndez.

La obra documental de René Fortunato trata a personajes como Trujillo, y los ex –presidentes Bosch y Balaguer. Son obras que analizan a estos líderes bajo la lupa de la historia constituyéndose en documentación audiovisual importantísima para los análisis políticos actuales y futuros.

Los cineastas trabajan en contacto directo con la realidad de la que toman algunos aspectos para luego mostrarla transformada en la pantalla que deviene en espejo de un mundo en múltiples conflictos.

Entonces no deberían participar el cineasta, el actor, el guionista, etc, etc en política? Sería una equivocación no hacerlo pues el artista es un ciudadano con derechos y deberes, que asume causas por representar una voz con capacidad de influir, de ser escuchada en declaraciones o a través de las obras cinematográficas en la que vierte creencias y habilidades profesionales.

Poderosas e influyentes son las voces de estos artistas cinematográficos que intervienen políticamente en los medios de comunicación aportando sus visiones como propuestas a los diversos problemas sociales.

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