Opinión

Al doctor Vincho Castillo, con cariño…

El doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez (Vincho) es uno de los hombres públicos más inteligente, integro, patriota y profesional que he conocido después que llegueó a la edad de la razón.

El doctor Vincho Castillo es una de las personalidades políticas que durante su dilatado ejercicio en la política dominicana, desde Trujillo hasta Balaguer, y posteriormente con el profesor Juan Bosch y Partido de la Liberación Dominicana, no ha necesitado nunca influencia ni energía de nadie para brillar.

Este hombre que muchos sectores, fundamentalmente políticos, le atribuyen tener un pensamiento ideológicamente atrasado, conservador y cavernario, siempre ha estado de frente defendiendo sin caretas, posiciones más de avanzada, arriesgadas y patrióticas que otros que se definen como “campeones” del patriotismo y la democracia.

El doctor Castillo, verdaderamente, que es fogoso, apasionado con lo cree, e intransigente con sus posiciones, sin embargo, ha estado presente en episodios delicados y pesados de la historia contemporánea nuestra, mientras otros no dieron la cara.

Ese Vincho Castillo, que sus detractores definen como un “Monstro”, y que según ellos, se ha colocado al lado de las peores causas, fue señores, quien conspiró contra el madrugonazo de septiembre de 1963, actividad que lo condujo a la clandestinidad por mucho tiempo. Y, como consecuencia de los anterior, participó, como se dice ahora, en la concientización de sectores militares que produjeron aquel 24 de abril inolvidable.

Otra muestra de independencia y carácter del doctor Castillo y de su poco apego a cargos públicos lo fue aquella renuncia histórica que le hiciera al presidente Joaquín Balaguer, en septiembre del año 1973, de la Comisión de Recuperación de Tierras del Estado.

Asimismo, el doctor Castillo, en el ámbito profesional es una de las expresiones más excitantes y acabadas del manejo del derecho penal de la República Dominicana junto a los doctores Ramón Pina Toribio y Sánchez Morcelo, entre otros.

Ya en el último tramo de su vida política, el doctor Castillo fue uno de los ideólogos de lo que conocimos después como “Frente Patriótico”, que hizo posible, por el peso de su prestigio, credibilidad personal y política, una alianza entre los dos líderes fundamentales del Siglo XX que llevaría entonces por primera vez al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) a la conducción del Estado en 1996.

De manera, pues, que la trayectoria del doctor Catillo, está ahí. Creo que los peledeìstas, desde el más alto hasta el más humilde, conocen, por demás, del aprecio que le confería don Juan Bosch al presidente de la Fuerza Nacional Progresista.

Visto eso, es necesario sugerir entonces, que las supuestas diferencias que se han suscitado entre funcionarios del gobierno con doctor Marino Vinicio Castillo y sus hijos, por el tema migratorio y el reglamento, debe de ser vista por los que tienen la autoridad en el gobierno y en el partido con pie de plomo y cabeza fría.

Por qué digo esto? Bueno señores, simplemente, porque observando el panorama político actual, el cual está colmado de tantas confusiones y sombras; y visualizando el futuro político y electoral de la nación dominicana es más lo que puede brindarle el doctor Vincho Castillo al Gobierno y al país, que lo que pudieran aportar sus detractores y enemigos de siempre. Quiero antes de terminar estas reflexiones, dejar claro que no he tenido el placer de conocer personalmente al doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez. Pero es de justicia dejar clara algunas cosas para los que creen que la verdad es de un sólo color y no que contiene matices.

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