Tradicionalmente la supervisión a las entidades fi nancieras se ha concentrado en verifi car el cumplimiento de las leyes, regulaciones y normas. Sin embargo, en los últimos 25 años los mercados fi nancieros han experimentado un crecimiento más rápido, expresados con la introducción de nuevos productos y tecnología, y una creciente globalización que han hecho este modelo me nos efectivo para las mejores prácticas de de supervisión bancaria.
Es esa justifi cación que ha provocado la migración de este modelo tradicional de supervisión bancaria a un modelo más dinámico y efectivo denominado supervisión basada en riesgo (SBR), cuyos orígenes los encontramos al pasar de los principios de Basilea I hacia Basilea II y que consiste en relacionar los requerimientos de capital mínimo para un banco con el perfi l de riesgo de la entidad. Pero este cambio de enfoque no cambia el objetivo tradicional, sino que lo complementa con la perspectiva hacia riesgos y moderniza la plataforma de evaluación, por tanto, la supervisión de cumplimiento y la SBR no son mutuamente excluyentes.
Tal enfoque se entiende mejor si se interpreta que la posición del supervisor no es evitar que las entidades asuman riesgos, pues ese es inherente al negocio bancario, sino asegurarse que las entidades cuenten con sistemas y procesos adecuados para la gestión de riesgos, dado que la entidad es quien mejor conoce el negocio. Es que el error de una entidad fi nanciera no es tomar riesgos, es no gestionarlos bien, máxime si se reconoce que ningún nivel de capital compensa una mala gestión.
Como se sabe, la Supervisión Basada en Riesgos (SBR) tiene como objetivos básicos fortalecer los sistemas de gestión de riesgos de las entidades fi nancieras, así como identifi car el perfi l de riesgo de dichas entidades y su modelo de negocio para hacer una supervisión preventiva sobre la base de tener un sistema de supervisión acorde a las recomendaciones internacionales y enfocar adecuadamente los recursos de supervisión para identifi car, monitorear, controlar y mitigar los riesgos más críticos que enfrentan los bancos ya que esta es una metodología de trabajo más focalizada hacia los principales problemas que enfrenta la entidad y el sistema fi nanciero en su conjunto.
La SBR combina el análisis cuantitativo con la evaluación cualitativa, expresado en el pilar II de Basilea II sustentado en 4 principios fundamentales; primero que los bancos deberán contar con un proceso para evaluar la sufi ciencia de su capital total en función de su perfi l de riesgo y con una estrategia para el mantenimiento de sus niveles de capital; segundo que las autoridades supervisoras deberán examinar y evaluar las estrategias y evaluaciones internas de la sufi ciencia de capital de los bancos, así como la capacidad de éstos para vigilar y garantizar su cumplimiento de los coefi cientes de capital regulador; tercero que los supervisores deberán esperar que los bancos operen por encima de los coefi cientes mínimos de capital regulador y deberán ser capaces de exigirles que mantengan capital por encima de este mínimo y como cuarto principio, que los supervisores tratarán de intervenir con prontitud a fi n de evitar que el capital descienda por debajo de los niveles mínimos requeridos para cubrir las características de riesgo de un banco dado, y exigir la inmediata adopción de medidas correctoras si el capital no se mantiene en el nivel requerido. En ese marco de la SBR ¿qué ha ocurrido en la República Dominicana? Desde la creación del comité de Basilea a fi nes de 1974, por los bancos centrales del G-10, todos los países han asumido las recomendaciones del mismo con el objetivo de aplicar las mejores prácticas de supervisión bancaria fruto de la experiencia de quiebra de bancos y de crisis Bancarias regionales o de grandes países, la cual llevó a considerar la existencia de una normativa prudencial adecuada y consensuada a nivel internacional, es así como la RD asume parcialmente las recomendaciones sugeridas a raíz del surgimiento de Basilea I en 1988 y la de Basilea II en 1999, base de la supervisión basada en riesgo.
El interés de la RD por la SBR, en el marco de Basilea II, se puso de manifi esto en octubre del 2004 cuando un equipo al más alto nivel de la superintendencia de bancos se trasladó a Panamá a recibir los primeros entrenamientos con el auspicio de la OSFI de Canadá y que a partir del 2005 se consolidó un proceso de capacitación al personal técnico del órgano supervisor, la cual fue acelerada en el periodo 2010-2012 cuando se impulsa implementar la SBR del cual surge el equipo técnico denominado grupo de metodología de implementación (GMI) califi – cado como el que mejor dominio técnico y entrenamiento tiene en el país con grandes competencias profesionales. A raíz de la crisis fi nanciera del 2007, el G-20 inició la discusión de migrar a Basilea III logrando su aprobación en el 2010, sin embargo, su contenido y exigencias solo es posible en las grandes economías e inaplicables en las economías emergentes, por el momento.