Franklin Almeyda Rancier

Es de cortesía y de estilo protocolar que Leonel Fernández como lo ha dicho espere la decisión a adoptar por Danilo Medina sobre la propuesta de su postulación para optar por la reelección, antes de Leonel anunciar su daceptación de presentarse para los comicios del 2016.
Desde los litorales del gobierno y en sectores del PLD se expresan funcionarios y dirigentes favoreciendo esa postulación para la reelección del Presidente Danilo Medina. La verdad es que el alto posicionamiento del Presidente y su evidente popularidad hacen pensar que resultaría su candidatura sumamente exitosa.
Sin embargo, no por ese posicionamiento, necesariamente, esperaría el ex Presidente Fernández sobre la decisión a tomar por el Presidente Medina, sino porque la cortesía y el protocolo así lo exigen para no romper la unidad. El que gobierna es Medina y para seguir gobernando tendría que anunciar querer reelegirse, valorar sus posibilidades reales e iniciar una reforma constitucional que lleve a efecto sin descomponer su fortaleza ni la gobernabilidad del país.
Requeriría todo el apoyo del Partido. Lo primero es que el Presidente Medina diga deseo optar por la reelección. Y el que debe esperar es el ex Presidente Fernández, puesto que es aquél quien gobierna, los dos son del mismo Partido y no caben los dos al mismo tiempo en la misma postulación.
Danilo pidió decidir luego sobre este tema y Leonel afirmó que para anunciar su postulación esperaría la decisión de aquel.
Los que lucen impacientes son uno que otro de los entornos de los dos. Muchas veces provocando y haciendo tanto ruido mediático que crean un ambiente propicio para que los adversarios digan que el PLD está dividido. Y es verdad que lo quieren dividir para sacarlo del poder o por lo menos reducir su presencia en el poder.
En eso están los adversarios del país y a eso juega un sector del liderato regional que calificó el éxito del Presidente Evo Morales en Bolivia como exagerado por ganar sobre un 61% del sufragio, calificándolo de dictadura de partido; pero peor lo ha hecho en Brasil que por la Presidenta ganar con un 3.3% sobre su contrincante dicen que Brasil está dividido. Para USAID, esa agencia norteamericana que interfiere en los temas políticos, es palo si boga y palo si no boga.
En el PLD debemos simplificar nuestro comportamiento. Todo ese ruido que sentimos a nuestro alrededor busca confundirnos y sembrar la percepción mediática de que nos dividimos y somos otro PRD y PRM. Juan Bosch, con aquella sabiduría, nos decía que los partidos y organizaciones políticas se dividen cuando se dividen los dirigentes principales.
Debemos esperar a que Danilo sea el que hable primero y luego hable Leonel. Solo esos dos con el apoyo del Partido, y no lo que digan los adversarios, decidirán lo que haga el PLD.
Ese es un claro camino para seguir reteniendo el poder. Es un camino de unidad. Leonel no ha dejado de defender su posicionamiento el cual se buscó reducir; ahora de nuevo se pretende embestirlo a la espera de que cuando Danilo responda sea con Leonel reducido. Ese juego terminó al descubierto y el pueblo le ha devuelto a Leonel sus porcentajes para ser un candidato de primera vuelta.