Opinión

El fatídico golpe de Estado contra el gobierno de Don Juan tronchó el levantamiento de una serie de obras de infraestructura en todo el país, entre las que figuraban puertos, muelles, puentes, carreteras, reformas al ferrocarril que cubría la ruta San Francisco de Macorís-La Vega-Sánchez; edificios de correos y telecomunicaciones; mataderos industriales en Santiago y San Pedro de Macorís; cementerios y otras que aparecen detalladas en los diarios de la época.

En el campo de la educación, los aportes hechos por Bosch no pudieron ser mejores. Se preocupó sobremanera por organizar la escuela dominicana y convertirla en una empresa formadora de hombres y mujeres nuevos, de restaurar los valores culturales perdidos y de acabar con el analfabetismo.

Don Juan fue el ideólogo de la instauración de las escuelas vocacionales en el país, para lo cual procuró que vinieran a la República Dominicana unos 100 técnicos o artesanos mexicanos que les enseñaran a la juventud dominicana lo que ellos sabían al respecto.

En esa tónica, el jefe de Estado dominicano contempló instalar aulas y talleres de artes industriales y de economía doméstica en la parte Oriental del país. El 14 de julio dejó inaugurada en la Feria Ganadera la escuela vocacional para la capacitación de mecánicos diesel y electricistas.

De igual manera, el 20 de agosto dispuso el inicio de un plan para adiestrar a 25 mil obreros, la instalación de seis escuelas de formación laboral y el arranque de un programa de educación y becas con miras a formar bachilleres y profesionales en el campo de la ingeniería mecánica, industrial, eléctrica y de minas, así como en administración de empresas, contabilidad, geología y química.

También en el área educativa el gobierno de Bosch acogió oficialmente publicar las obras literarias de los escritores nacionales, aumentó el sueldo mensual de los maestros de 90 a 100 pesos, y dispuso, el 18 de mayo, la construcción de un nuevo local de la escuela Prebístero Carlos Nouel, de Sabana Grande de Boyá.

Además, anunció el 23 de agosto, el desembolso de 240 mil pesos para el levantamiento de un nuevo local de la escuela República de Paraguay; y a principio de septiembre inauguró cuatro nuevos centros escolares en San Francisco de Macorís y Cabrera.

En el aspecto de salud, el Gobierno del Profesor Juan Bosch dispuso la construcción y equipamiento de una serie de hospitales y otras obras, entre las que se destacan un centro de salud en Puerto Plata (inaugurado el 6 de abril); un moderno hospital del Seguro Social en San Cristóbal (inaugurado el primero de mayo); un consultorio médico en la planta de la Corporación Dominicana de Electricidad cerca del rio Ozama; y la rehabilitación del Banco Central de Sangre de la República Dominicana.

El presidente Bosch había anunciado la construcción de un hospital para tuberculosos y una maternidad, donde recibirían atención las esposas de los asegurados; asimismo el levantamiento de modernos centros de salud en Barahona, San Pedro de Macorís, La Vega, Moca, Montecristi y otras ciudades, y la reconstrucción del hospital de San José de Ocoa.

En lo que respecta a la preservación de los recursos naturales, se recuerda que el 10 de abril el gobierno de Bosch dispuso la creación de una Policía Forestal y la suspensión de los cortes de pino en el país; y dos días más tarde anunció el inicio de un ambicioso plan de reforestación en todo el litoral Sur, entre otras medidas no menos importantes.

Al golpe de Estado de 1963 le debemos los dominicanos las más de cuatro décadas de atraso que hoy día pesan sobre nuestros hombros.

Como hemos visto, si el gobierno del Profesor Juan Bosch no hubiese sido derrocado -y muchas obras anunciadas y por anunciarse en los meses y años que le restaban en el ejercicio del Poder al laureado escritor y político se hubiesen realizado- la República Dominicana no se encontraría en la actualidad exhibiendo ciertos niveles de atraso, y sus avances en el campo económico, social, político y cultural serían extraordinarios.

No hay que olvidar que el Presidente Bosch tenía una amplia visión de futuro, tan amplia que hoy, 52 años después, sirve de inspiración y de guía a sus discípulos más aventajados, entre ellos, el ex presidente Leonel Fernández y el Presidente Danilo Medina.

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