Economía

La continuidad dada a políticas públicas exitosas y un mayor acercamiento con los sectores de la base de la sociedad dominicana, conducen con pasos firmes al gobierno que encabeza el licenciado Danilo Medina a materializar una aprobación popular por encima del 70%, por segundo cuatrienio consecutivo y proviniendo de un mismo partido, el de la Liberación Dominicana.

Tal proeza no la habían logrado ninguno de los otros dos grandes partidos, el PRSC y el PRD, que tuvieron la misma oportunidad en los últimos 50 años, desde que iniciara la actual era democrática en 1966.

El licenciado Medina ha impreso su propio sello a la gestión de gobierno que encabeza multiplicando recursos financieros a las estructuras medianas, pequeñas y grandes de la agropecuaria y de la pequeña y mediana manufactura; ha procurado que buena parte de la infraestructura pública responda a necesidades sentidas de grupos poblacionales emblemáticos situados en la misma línea de pobreza en la zona fronteriza y en la provincia Santo Domingo; ha consolidado y profundizado con su respaldo a la acción del gabinete social el programa Solidaridad y de la Seguridad Social, al tiempo que dio continuidad a la segunda línea del Metro, la terminación del Merca Santo Domingo, la culminación de la carretera del Coral y ha convertido en realidad la promesa de la Tanda Extendida y de construcción y reconstrucción de escuelas, materializando el cuatro por ciento del PIB para la educación, rematando ahora con la continuación del corredor vial Duarte.

Un Desarrollo Coherente

Quizá el mayor aporte de la gestión de Medina es que no se ha dejado sustraer de la trampa que de ordinario atrae a los líderes de reconocido potencial: experimentar con grandes cambios a modelos ya exitosos.

A inicios del presente siglo, el virtuosismo del modelo de desarrollo económico dominicano parecía destinado a perder su norte, pues dos de sus columnas esenciales parecían condenados a su extinción o pérdida relativa de importancia: la minería y las zonas francas.

El siglo se inició con la virtual pérdida de la condición de país minero de la República Dominicana, pues su gran minería sólo dependía de la producción del ferroníquel que nos había situado en el octavo lugar de los mayores productores del mundo, puesto que una combinación de alza de costos de producción y bajos precios del metal exponían abandonar su explotación.

La oportuna intervención del gobierno al lado de la minera Falconbridge Dominicana-Xtrata para ayudarla a costear retiros forzosos de personal, le permitieron seguir operando y abrir la oportunidad de, con nuevas inversiones e incorporación de nuevos yacimientos dentro de su concesión, alargar la vida del proyecto por lo menos otros 25 años más. Esto, sin duda, fue motivación esencial para que la más grande minera del mundo, Glencore que ya había adquirido a Falconbridge-Xtrata, se decidiera por continuar con el proyecto.

Superando una larga indefinición, el gobierno del PLD decidió pasar por encima de convencionalismos y autorizar la explotación del oro, habida cuenta de que el país dispone de la quinta más rica reservamundial del metal precioso, y eso atrajo a la mayor productora de oro del mundo Barrick Gould, que asociada con otra grande, GoldCorp, explotan el rico yacimiento de oro-plata-cobre y zinc de Pueblo Viejo, en Cotuí.

Ello fue suficiente aliciente para que otras mineras canadienses como Globe Star y otras australianas se incorporaran a la explotación del cobre con oro y plata asociados en Cerro Maimón y el oro y la plata residual de la presa Las Lagunas, al tiempo que negoció la extracción de la bauxita de Pedernales. Hoy tenemos cuatro empresas mineras de calidad mundial operando en la rica zona del distrito minero central, y retomada lacondición de productor de bauxita.

No hay un solo evento mundial de la minería, en los que no se mencione la condición de gran productor de la República Dominicana.

Otra intervención exitosa del gobierno dominicano, fue asistir con recursos de capital al sector que más empleo y rápido genera: las zonas francas.

La eliminación del acuerdo mundial de multifibras en 2005, provocó la pérdida de más de 60 mil empleos de un sector como el de zonas francas que en año 2000, al término del primer gobierno peledeísta, había cerrado con 200,000 empleos.

Hoy las zonas francas no sólo se diversificaron para no depender mayormente de los textiles, sino que ha recuperado más de la mitad de los empleos perdidos y cerrará el presente cuatrienio muy cerca de los 200,000 empleos. Un verdadero renacer para un generador de empleos y de subsistencia presente en las cuatro grandes regiones del país.

El presidente Medina no sólo hizo conciencia de lo trascendente de la política hereda de su predecesor, sino que también ha tenido el coraje de mejorar las condiciones contractuales de la minería de oro y plata e imponerse al chantaje relacionado con Loma Miranda.

Sin todavía reincorporar la producción de ferroníquel, la minería es el motor que con mayor fuerza impulsa el desarrollo nacional, con el plus que significa hacer al país garante de deuda de tan largo plazo como 30 años en los mercados internacionales de deuda soberana.

Visión de Cuerpo Liderazgo del PLD 

Tan extraordinaria acción de continuidad, como sólo la exhiben naciones latinoamericanas que se encuentran en la antesala del desarrollo, como Chile, Brasil y México y en menor escala Uruguay, Costa Rica, Colombia y Ecuador, ha sido posible gracias a la unidad del liderazgo del PLD.

Pero la continuidad debe proseguir en el tiempo, garantizada por la sólida visión de cuerpo con que opera el liderazgo del PLD.

A sabiendas de que nada impedía al principal líder de la organización, el doctor Leonel Fernández, regresar a disputar la presidencia de la República en el 2016, la mayoría del liderazgo emergente del PLD le anunció que aspiraría iniciando carrera política, recibiendo el estímulo más efusivo como respuesta.

Entrando ya a la recta final del actual cuatrienio, y luego de una sabia espera de que el actual mandatario afincara su gestión y su propia imagen como jefe de Estado, el doctor Fernández ha sabido resguardarse y dejar que corran libremente los aspirantes.

Las encuestas de todas las latitudes dejan claro, dada la presente coyuntura constitucional, que sólo él garantiza la continuidad y el sano desarrollo económico, social e institucional de que hoy goza la nación.

Estas mismas encuestas constituyen un testimonio del éxito y ejemplar forma de gobierno del presidente Medina, consignándolo ya como una de las valiosas reservas de la política nacional.

En lo que respecta al doctor Fernández, no han válido todo tipo de tratativas para desdorar su sólida imagen. Provengan de donde provengan.

La nación, la que realmente cuenta, puede sentirse segura de que su virtuoso desarrollo, que ya es motivo de atención en muchas partes del mundo, está garantizado.

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