Se impone que el gobierno elimine la exención del pago de impuestos a los transportistas, ante la baja del petróleo en los mercados internacionales, a consideración del económista Ramón Núñez Ramírez.
Igualmente, Núñez Ramírez aboga porque las autoridades realicen una revisión de las demás exenciones, deducciones, créditos y pagos diferidos que componen el gasto tributario, y que este año ascenderá a un total de RD$201,751.9 millones, o sea, a un 6.75% del Producto Interno Bruto.
Observó que ese privilegio a los empresarios del transporte no se justifica en República Dominicana, que tiene una presión tributaria de apenas 14 por ciento, “la más baja de la región, después de Guatemala”.
Núñez Ramírez indicó que esa exención constituye un regalo para los transportistas y el gobierno dominicano deja de percibir así dos mil cuatrocientos millones de pesos.
Sostuvo que mientras país prevalece una baja presión tributaria, resulta sorprendente que se mantenga por la vía administrativa la exención del Impuesto Selectivo al Consumo a los transportistas.
Señaló que una serie de leyes amparan los gastos tributarios, que este año implican el 47.6% de los hidrocarburos, al patrimonio el 12.6%; al impuesto sobre la renta, el 11.5%, al selectivo al consumo, 4.99% y al arancel, el 9.2 por ciento.
Recordó que cada una de esas exoneraciones fue establecida temporalmente con el fin de estimular algún sector productivo, pero que ya es hora de evaluar sus respectivas relaciones costo-beneficio.
Con respecto al sector transporte, insistió que en la actualidad, la caída de los carburantes plantea que el gobierno les retire los dos mil 400 millones de pesos que reciben en exenciones de impuestos.
“No se trata de sindicatos, realmente son empresarios privados organizados al mejor estilo de la mafia para obtener privilegios”, subrayó.
Núñez Ramírez manifestó que estos empresarios arribistas no solo se benefician de privilegios impositivos, sino que no aceptan la libre competencia y aplican la violencia para tener el control de las rutas, en perjuicio de los pasajeros.
“En tanto, que otro grupo de privilegiados monopoliza el transporte de carga, y cobran las tarifas que se les antoja, lo que afecta la competitividad del país”, advirtió.
Puntualizó que la mejor muestra de que la exención a los transportistas no beneficia a la nación, es que a pesar de la caída de los precios de los combustibles esos empresarios se han negado a bajarle los precios de los pasajes a la población.
