Dos años y medio de ejecución de políticas públicas del licenciado Danilo Medina que buscan humanizar y hacer partícipes de los beneficios del desarrollo a estructuras medianas y pequeñas de la producción, al tiempo de preservar y profundizar las líneas maestras del desarrollo trazadas desde la primera de cuatro administraciones peledeístas, han conformado lo que ya muchos definen como un “proyecto de nación” en el país.
Con esta acción, el presente gobierno ha venido a complementar los ansiados efectos que la población más empobrecida esperaba de los grandes logros de políticas macroeconómicas materializados por las administraciones peledeístas anteriores.
El PLD se apunta hoy logros que pocas naciones latinoamericanas pueden exhibir, pues de importar alimentos básicos, de casi cero seguridad social y de extinción de la minería, ha pasado a la autosuficiencia alimentaria básica; 3 millones 200 trabajadores y empleados de los sectores públicos y privado con seguro de salud, con su cuenta de pensión y riesgo laboral incluido, más 3 millones de pobres con seguro de salud subsidiado (todo ello cubre un 60% de la población) y revivir un sector minero que se encuentra ya entre los 10 mayores productores de metales básicos del mundo que aporta más del 20% de las divisas de las exportaciones.
La consolidación de un servicio turístico que supera los 5 millones de visitantes y US$5,000 millones de aportes a la economía con más de 50,000 vuelos internacionales por año y un futuro sin frontera visible, ha sido el fruto de enormes inversiones en infraestructuras asociadas a la actividad.
Las zonas francas, con parques industriales distribuidos por las cuatro regiones del país, parecían haber recibido un golpe mortal desde que se eliminó el acuerdo multifibras, en enero 2005, que provocó la pérdida de más de 60,000 empleos restados a los 200,000 empleos entregados en el año 2,000 por la primera administración peledeísta. Desde entonces, una redoblada acción de reprogramación y facilidades financieras, no sólo han casi recuperado esa pérdida de empleos, sino que también han diversificado de tal forma al sector que se prepara enfrentar con éxito las nuevas regulaciones de la Organización Mundial del Comercio con efectividad en el 2016.
Las bases de la transformación y modernización del cuerpo económico y de las instituciones nacionales fueron echadas a partir del 1996, tan pronto se instala la primera administración peledeísta.
Cerrado hasta 1991 el mercado interno a la competencia nacional y extranjera, el doctor Joaquín Balaguer había iniciado, no sin fuertes resistencias locales, el proceso de desregulación de la economía, el que se complementó a partir del1966 con firmes pasos de alianzas de libre comercio con Centroamérica y el Caribe, hasta concluir con acuerdos de doble vía de accesibilidad con Estados Unidos y la Unión Europea.
Modernizó con la primera ola de reformas todos los servicios públicos, y con una segunda ola de reformas dio fin a la dispersión presupuestaria, contable y de auditoría de toda la administración pública, posibilitando su transparencia operativa.
El sistema de administración de justicia era un mercado en el cual llevaban las de ganar los grupos económicos y los partidos políticos tradicionales, hasta que se establece el Consejo Nacional de la Magistratura y dignifica el Ministerio Público, los cuales no sólo operan con autosuficiencia administrativa, sino que también amplían su radio de acción social gracias a una remozada Constitución de siglo 21.
El sistema financiero privado se higieniza a la vez que el Estado apoya su contraparte, el Banco de Reservas, para establecer un respetuoso balance, fundamental para la sanidad democrática; la infraestructura vial y de transporte de carga y pasajeros recorre el mismo camino de los países desarrollados; la aportación de agua potable y de servicios sanitarios contienen el cólera para asombro de la OPS y OMS, al tiempo que se dan los primeros pasos para la creación de una Red Nacional Pública Salud, con hospitales remozados y autogestionados. Las medicinas han sido puestas al alcance de todos por los programas del PROMESE, presentes en toda la geografía nacional.
El combate a la pobreza con el programa Solidaridad, pronto se convirtió en un referente para instituciones mundialistas que lo respaldan, mucho más ahora con el programa Progresando con Solidaridad, que no sólo oferta la posibilidad de la sobrevivencia sino también la formación para salir de la pobreza. Unos 850 mil hogares se benefician de los bonos alimentarios, gas, luz, educativo y asistencia a la vejez que agotó sus capacidades de trabajo sin protección alguna. Muy pronto se diseñará elprograma pensional que recogerá esta enorme deuda social.
Las materialización del 4% para la educación por parte del presente gobierno, ha impulsado definitivamente el programa para recoger el déficit de aulas y de educación de calidad, al tiempo que extiende lo que ya era un experimento exitoso referido a la tanda extendida, lo mismo que las estancias infantiles, todo lo cual garantiza que la niñez dominicana sea protegida por el Estado.
La erección por parte del Estado de la central térmica a carbón de 750 megavatios en Punta Catalina, provincia Peravia, es un paso decisorio y firme par afrontar la crisis eléctrica que cumplió medio siglo. Ya hay luz al final del túnel.
Tuvo que ser el reconocido experto de la Federación Suiza, Federico Sommaruga, quien pusiera en evidencia que estamos en el camino correcto para anclar y consolidar el desarrollo del turismo, pues dijo que en su país 150 años de exitosa explotación del sector en se país se han basado, esencialmente, en un buen sistema de transporte por tren (Metro y trenes de carga y pasajeros).
Los gobiernos del PLD no sólo ejecutan la tercera de las seis líneas de Metro diseñadas para la metrópolis o Gran Santo Domingo (40% de la población) operada en forma tan eficiente que no tiene que envidiarle a los suizos, sino que también anuncian desde ya la ejecución del proyecto de tren y carga y pasajeros Haina-Santiago, que enlazará con el sistema de metro en Los Alcarrizos.
Comunicadores recién surgidos que buscan nombradía a toda costa, no obstante proceder del mismo partido oficial, viven pregonando que aquí no hay proyecto de nación. Lo mismo hacen otros profesionales de la comunicación, en esta ocasión avizorando grandes estallidos sociales por presunta acumulación de incumplidas reivindicaciones sociales.
Todos deben reparar en que después de casi 15 años del PLD en el poder, el actual gobierno aparece aún con mayor porcentaje del 70% de aprobación con que terminó el anterior gobierno de la misma factura.
Que fruto del acierto del modelo de desarrollo escogido por sus gobiernos, las fuentes de financiamiento que a la altura del 1996 se negaron a respaldar el gobierno del PLD, tales como el BM, BID, FMI y bancos de inversión, incluidos los Eximbank de las grandes naciones, no sólo reconocen la condición de excelente sujeto de crédito y buen pagador, sino que le prestan a 30 años plazo.
Estos porcentajes de aprobación tienen diversas fuentes: el liderazgo propio de quienes han estado al frente de esos gobiernos, la permanencia en la estima pública del PLD que los propulsa y el resultado exitoso de políticas de desarrollo económico y social.
Es difícil para que cualquiera estructura de medición de opinión, por sofisticada que fuera, asignar porcentajes a cada uno de estos componentes hasta completar el total de aprobación e individualizar méritos, como se pretende ahora. Lo que sí estáclaro para cualquier iniciado en estos menesteres, es que hay una fuente desustento y proyección de méritos que no admite competencia: el PLD.