La recién celebrada cumbre del clima en Lima, Perú, organizada en el marco del convenio de las naciones unidas para el cambio climático, terminó con la redacción de un documento que tiene luces y sombras.
Una de sus luces está en el establecimiento, para octubre del 2015, la celebración de la próxima cumbre del clima en la capital de Francia, París, donde los países signatarios de convenio (entre los que está República Dominicana) deberán presentar una propuesta para la creación de mecanismos que ayuden con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y protección del medio ambiente. Esto constituye una esperanza para los que deseamos ver planes concretos para proteger el planeta con la meta de no aumentar más de 2 grados Celsius de la temperatura global en las próximas décadas.
Otra gran luz es la adherencia de Estados Unidos y China, a la participación en la cumbre, los dos países más contaminantes del mundo que ya han dado señal de aportar a la solución del problema. Se prevé que para el próximo encuentro se modifique o sustituya el protocolo de Kyoto y como ya hemos dicho cada país asuma su responsabilidad, tanto los desarrollados como los subdesarrollados en proporción a sus capacidades.
Las dos sombras son:
1- Que los mecanismos que deberán crear cada país que forme parte de la cumbre, no son de carácter obligatorio, sino que se deja a voluntad y merced de estos que presenten o no sus planes, y
2- el financiamiento de los planes de combate al cambio del clima, que otra vez ha quedado estancado sin consenso.
Esperamos sensatez y profunda conciencia para que cada quien presente planes para el cuidado del medio ambiente; escuchando las preocupantes opiniones de personajes como el científico Stephen Hawking, y el experto en el tema del cambio climático y biodiversidad, ex rector de la UNAM, biólogo José Sarukhán.
República Dominicana recibe cuantiosas divisas por el atractivo turismo de playa y los expertos en cambio climáticos predicen aumento del nivel del mar. Contamos con grandes extensiones de terrenos destinados a la producción agrícola y los expertos prevén prolongados procesos de sequías. Somos un país caribeño colocado en la ruta de fenómenos naturales (huracanes, ciclones, tormentas, etc.), y se vaticinan intensificaciones de estos. Es decir, ya estamos y seremos afectados enormemente por los efectos del deterioro del clima a nivel mundial.
Además de participar en estas cumbres del clima para proteger el medio ambiente, nuestro país está en proceso de construcción de dos plantas en Punta Catalina, Baní cuya fuente de generación es carbón mineral. Esta iniciativa partió de lograr una “reducción del precio de producir energía eléctrica” y de esa manera reducir la cifra de miles de millones de déficit del sector eléctrico.
La inversión llevada a cabo es del alrededor de USD$ 2,000 millones de dólares, una gran cantidad de dinero con la que el gobierno busca reducir el sangrado de sus finanzas a finales de cada año, sin embargo podría devenir esto, en otro sangrado pero esta vez ambiental, por ser el carbón la fuente de producir electricidad más contaminante y nociva al medio ambiente, incluso por encima de los derivados del petróleo.
Si bien es cierto que serán plantas de avanzada tecnología y alto grado de eficiencia, en un futuro podrían dejar una gran huella ambiental. Constituye entonces la próxima cumbre del clima a celebrarse en París, el medio perfecto para que el Estado dominicano muestre al mundo y a nosotros los dominicanos su compromiso para contrarrestar el daño al medio ambiente con un buen plan de acción.