Opinión

El PLD cayendo en la trampa

Juan Bosch creó al Partido de la Liberación Dominicana como una nueva fuerza política destinada a crear una sociedad con un Estado independiente cuyo objetivo debía ser el completo desarrollo de sus conciudadanos en un ambiente de libertad creativa.

Por eso en su discurso del 15 de diciembre de 1973 cuando fundó el PLD -y yo estaba presente- proclamó que el propósito del nuevo partido era concluir la obra del Fundador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte.

El Líder histórico delineó con su conducta, con su testimonio de vida, con sus escritos y las cátedras magistrales contenidas en sus Obras Completas publicadas en el 2012, lo que debía ser El PLD.

Juan Bosch estableció una línea conductual clara, tanto en lo personal como en lo político. Educó en la aplicación teórica y práctica de los métodos de trabajo del Partido, que insistió fue creado para Servirle al Pueblo Dominicano.

Es verdad que la realidad es compleja.

Es verdad que la vida real es complicada.

Es cierto como escribió el Maestro que el ser humano es la materia más volátil que existe sobre la tierra.

Pero también es verdad que los seres humanos, como son los jefes actuales del PLD (me refiero no a dos, sino a todos sus dirigentes y bandos) tienen al menos elementos racionales y sensibles para comportarse correctamente desde el punto de vista político.

Desde el punto de vista del correcto manejo del Estado para enderezar entuertos y reasumir los propósitos esenciales para los cuales Juan Bosch fundó el PLD.

Todo esto es bueno que se recuerde en el cincuenta aniversario de la Gesta de 1965 que se inició con el objetivo de restituir a Juan Bosch en la Presidencia de la República, cuando aparenta ser que un conflicto interno -atizado hace tiempo por supuestos «periodistas» apartidistas- presenta ante los ojos del mundo al PLD cayendo en una trampa de intrigas y divisiones que lo conducen a una derrota histórica.

En el pasado, con el liderazgo de Bosch, las crisis fueron superadas.

Ahora sus herederos políticos, enfrentados por las intrigas de dentro y de fuera, podrían conducir al PLD a su destrucción y a la derrota de ellos mismos si no ponen freno a tiempo a las pasiones y las insensateces.

Roma, Viernes 24 de Abril 2015

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