El primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana entre los años 1996 y el 2000, significó el inicio del proceso sustitutivo de toda una generación política, que en muchos casos, hasta el día de hoy se resiste a ser desplazada.
Leonel Fernández asumió la simbología del cambio y planteó, desde su partido y través de sus acciones de gobierno, el inicio de un proceso de cambios estructurales en sectores fundamentales para la creación de un estado de derecho en el largo plazo, mientras manejaba las contradicciones que se produjeron con las fuerzas políticas que perdieron las elecciones, sobretodo después de perder las elecciones efectuadas para renovar el Congreso en 1998.
Es en ese periodo de gobierno donde se comienza a sentar las bases de las reformas del estado, la justicia, salud, educación, y otros temas que debían, en caso de no haber sido castrado este proceso, proveer los instrumentos legales y políticos que dieran sustento a cambios profundos de la sociedad dominicana.
Sin embargo, la perdida electoral del año 2000, provocó al contrario un retroceso de varios años en la implementación a las reformas necesarias para avanzar hacia un Estado progresista y liberal.
El PLD tuvo que pasar por tres derrotas electorales (1998, 2000 y 2002) para que se retomara el camino de las reformas y el avance hacia el objetivo de crear un estado social
y de derechos en la República Dominicana.
Como en el año 1963, todo quedará escrito en un documento que en futuro señalará como el mas importante de la primera década del siglo XXI, tanto por el nivel de consenso que se logró en su discusión, como por lo detallado de su texto y la claridad con que plantea los objetivos, este es la Constitución de la República puesta en vigencia en enero del 2010, pero que es el fruto de mas de dos años de discusión por parte de las fuerzas sociales y políticas mas importantes de la nación.
No hay dudas de que plantear en nuestro país la instauración de un estado social y de derechos, implica un compromiso en varias direcciones arropadas con un manto de ideología liberal, ya que, el final del camino es el fortalecimiento de la democracia representativa y por lo tanto del capitalismo como sistema de creación y redistribución de riqueza.
Este tema tiene un profundo valor ideológico, puesto que la semántica de los términos podrían crear distorsiones en cuando a lo que significa un estado social, que es un termino acuñado en Europa y es defendido por los partidos del sistema que están ubicados del centro hacia la izquierda del escenario político.
El termino democracia social, se contrapone al de democracia liberal, porque implica una inter-relación entre Estado y sociedad, la cual que se asume un conglomerado humano donde existe la desigualdad entre los que sus componentes.
Es decir, mientras en el concepto del liberalismo puro los miembros de la sociedad son libres y con las mismas oportunidades, cuando hablamos de democracia social damos como un hecho la existencia de desigualdad y exclusión.
Por lo que cuando la Constitución Dominicana plantea el compromiso de construir una Democracia Social y de Derecho, de lo que habla es de una posición ideológica que reconoce que somos una sociedad desigual y que necesitamos crear desde el Estado, las políticas públicas que disminuyan estos males.
El motivo entonces de la misma existencia del Estado Dominicano, según el concepto ideológico que plantea la Constitución del 2010, está centrado en garantizar a los ciudadanos la dignidad en sus vidas, no solamente garantizar la libertad en sentido general, sino plantearse disminuir las condiciones de desigualdad y ofrecerle a todos los integrantes de la sociedad las oportunidades para progresar y desarrollarse.
La democracia social tiene profundas diferencias desde el punto de vista ideológico con la democracia liberal y surge como concepto después de la Segunda Guerra Mundial, para dar respuestas a las necesidades de desarrollo de los países afectados por el conflicto bélico.
No podia ya sostenerse la ideología de la democracia liberal pura sin intervención del estado, ya que fue precisamente la crisis del estado liberal y su sustitución por el estado totalitario, tanto de derechas como de izquierdas, lo que condujo al viejo continente y después al resto del mundo a la guerra total.
Ya el estado no podía tener solamente como función la salvaguarda de la propiedad privada la vida humana y la libertad para todos, esto es la disminución de sus facultades solo a la vigilancia sin intervención ninguna.
Al contrario, ademas de esas obligaciones, el estado debía intervenir en promover la prosperidad y la igualdad, garantizando el acceso a los servicios públicos esenciales de los grupos de menos ingreso.
Para esto debía intervenir en la economía, un anatema para los liberales, ya que es el estado el responsable de proveer un ambiente de igualdad de oportunidades para el trabajo y la solidaridad entre todos los grupos que conforman la sociedad, por esto el intervencionismo estatal en la economía debería estimular la creación de empleos bajo el esquema del ganar-ganar entre el capital y los trabajadores.
Del análisis de la Constitución del 2010 se derivan definiciones muy importantes para la construcción del estado social y de derecho que se ha puesto el país como objetivo, y que son un aporte fundamental para visualizar la patria que entre todos deberíamos construir.
Lo que se ha llamado una Constitución ¨garantista¨, es mucho mas que eso, es un documento completo de un compromiso de país y sociedad, donde ademas llamar a la modernización de la sociedad dominicana, se plantea un modelo ideológico de desarrollo y gobernabilidad que beneficie en forma inclusiva a todos los dominicanos.
La tarea entonces deberá estar centrada en cumplir con el mandato constitucional de crear por primera vez un estado incluyente y que sea capaz de disminuir la desigualdad en nuestro país, que a su vez esta dentro del continente mas desigual de la tierra.
Será muy difícil en el mediano plazo modificar esta Constitución, que no es una reforma de la anterior, sino que es una nueva Carta Magna, que sirve como documento base del pacto ciudadano que nos compromete en construir una nueva sociedad.
El mejor ejemplo que podíamos tomar para demostrar el avance institucional que en todos los ordenes hemos transitado en estos once años consecutivos de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, es invitar a nuestros lectores a comparar los textos constitucionales de 1966 y el 2010, para que se posea un instrumento teórico ideológico de hacia donde queremos conducir la patria dominicana y entender que el objetivo final, por encima de intereses personales o de grupos, es construir un país mas incluyente e igualitario.