Un estado democrático social de derecho, una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades, con una economía sostenible, integradora y competitiva, pero al mismo tiempo de consumo ambientalmente sostenible, figuraron entre los compromisos asumidos por el entonces candidato Danilo Medina en la campaña del 2012 que lo llevó a la Presidencia de la República.
Vista su primera gestión de cuatro años que se completa en agosto, se aprecia que logró esas metas, incluidas en la Estrategia Nacional de Desarrollo (2010-2030), que procuran conducir a la sociedad dominicana hacia un nuevo modelo de desarrollo que asegure el crecimiento de la economía con desarrollo humano.
En su discurso de proclamación el pasado domingo como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Medina aseguraba que solo promete lo que está en condiciones de cumplir, lo que se ha dado con su Plan de Gobierno 2012-2016, sobre todo en lo que respecta a la estabilidad macroeconómica y la promoción del crecimiento entre los sectores de menos recursos.
“Nuestra prioridad es la generación de empleos de calidad, reducir la pobreza general y extrema, ampliar y defender a la clase media y elevar la calidad de vida de todos y de todas en forma compatible con la preservación de las riquezas naturales”, indicaba entonces, lo que todos los organismos internacionales que miden el desarrollo regional reconocen como promesas cumplidas del gobernante.
El espíritu de las visitas sorpresa que tanto éxito le han reportado al Presidente Medina en su aceptación, está contenido en lo que fuera una perspectiva del entonces candidato: “La clave del éxito de nuestro Gobierno será lograr una articulación entre las políticas sociales, económicas y la institucionalidad pública”.
Es así como la gestión 2012-2016 el desarrollo igualitario de sectores productivos marginales, con créditos y asistencia motorizados por el propio gobernante tras las visitas que hace a las comunidades.
El gobierno del Presidente Medina 2012-2016 se ha enfocado en los temas esenciales y prioritarios para avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo con prosperidad, bienestar y una mejor calidad de vida de los dominicanos, sin distinción de credos ni banderías políticas.
Un seguimiento a las acciones gubernamentales en su política de desarrolloestablece que el interés fundamental ha sido contribuir a superar los determinantes estructurales de la pobreza para mejorar las condiciones de vida, fortalecer la democracia, mantener y repotenciar el crecimiento económico sostenible.
En sus objetivos, Medina ha impulsado un compromiso nacional sin marginar ningún liderazgo político, empresarial, académico, social y religioso, ya que incluso, como no lo había hecho ningún gobernante, somete las decisiones de alto interés para el país a la consulta de todos los sectores.
Hoy el gobierno peledeista puede darse el lujo de preguntarle a sus opositores si no es cierto el cumplimiento del Plan de Gobierno en lo que respecta a la reducción de la pobreza extrema, sacando de ella a 400 mil personas, la salida de cientos de miles de dominicanos de la pobreza a la clase media y el mantenimiento de un crecimiento del Producto Interno Bruto del 4.5 por ciento promedio anual.
Otra promesa incluida en el Plan, evidentemente cumplida, fue la creación de 400 mil nuevos empleos y puestos de trabajo dignos, garantizando la igualdad de oportunidades de género en el acceso de dichos empleos.
También se evidencia el cumplimiento del Plan de Gobierno 2012-2016 en la reducción de la mortalidad materna por debajo de 50 por 100 mil nacidos vivos, la mortalidad de menores de 5 años por debajo de 20 por mil nacidos vivos y reducir el embarazo de las adolescentes.
La revisión al manual que contiene las propuestas de campaña de Medina en el proceso que le llevó por primera vez a la Presidencia valida la expresión del jefe del Estado el domingo en el Palacio de los Deportes, en cuanto al concepto que tiene de los compromisos asumidos frente al electorado, esta vez en su objetivo a repetir para el período 2016-2020.