Alberto Quezada

El celebre escritor catalán Josep Plà escribió hace un tiempo que: “Opinar es más fácil que describir, inmensamente más fácil, porque todos opinamos”.
En la República Dominicana de un tiempo a esta parte hay una franja importante de la comunicación social, dígase periodistas y ejecutivos de medios impresos, fundamentalmente, que vienen haciendo honor a la referida frase.
Esa situación es peligrosa, atrevida y abusiva, ya que conduce e incita a todos los que ejercen el periodismo de forma responsable hacia una desviación desagradable que los arrastra a una total y absoluta degradación profesional.
No es posible que en nombre de la democracia y la libertad de expresión hayan periodistas a quienes se le supone cierto nivel profesional y ético estén reproduciendo prácticas de ejercicio periodístico que rayan en la ligereza, improvisación e irrespeto.
Hace algunos días leí en el diario matutino Hoy, del distinguido Grupo de Comunicaciones Corripio, un artículo de opinión en torno a la situación ambiental lamentable que se viene dando desde hace décadas en las montañas del municipio de Constanza y me entristecí.
En el artículo de marras, brotaba la rabia, descalificación y desconsideración de su autora hacia el Presidente de la República Danilo Medina y el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Bautista Rojas Gómez.
Al decir de la periodista autora del artículo “Danilo y Bauta” ambos mantienen una actitud indiferente hacia los reclamos de depredación ambiental que se vienen permitiendo en esa zona y otros lugares del país.
En aras de opinar no puede llegarse a los limite del irrespeto, hay decir como periodista lo que uno piensa, y el primero en apoyar y defender eso es quien escribe, siempre y cuando se conozca del tema del que se trate, no opiniones cargadas de superficialidad y pasiones.
Esta situación señores, es lo que está conduciendo a esta sociedad al irrespeto y la violencia colectiva en que nos encontramos, en donde ya nada es nada y cualquiera que no encuentre de que opinar arremeta contra el Presidente o cualquier funcionario sin chistar. Eso no puede ser.
No estoy defendiendo al Presidente Danilo Medina y al ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Bautista Rojas Gómez, no, ellos tienen demás quienes los defiendan. Como periodista a lo que me refiero es a que tenemos que cerrar el paso a las frustraciones y bajas pasiones en procura de construir y ejercer un nuevo periodismo profundo, sereno y de compromiso social. Más nada.