En la literatura económica se establece que los países se relacionan en el comercio internacional mediante un vínculo definido por las exportaciones e importaciones de bienes y servicios que mutuamente necesitan las naciones. El interés que despierta comercializar entre los diferentes países del mundo, esta explicado en el hecho de que atraves del comercio internacional se genera un trato de ganar-ganar y esto es lo que pone en evidencia la expansión del comercio internacional con tasas de crecimiento que supera la del PIB.
En términos de la teoría del comercio internacional, cuando los países importan grandes volúmenes de mercancía y exportan un flujo menor de estas, entonces, esto tiene como resultado un déficit comercial. Por el contrario, si un pais coloca un volumen elevado de mercancía en el mercado mundial e importa mercancía a un ritmo inferior a las exportaciones, se está ante la presencia de un superávit comercial.
Bajo esa premisa, entonces, los países compran y venden productos y servicios al resto del mundo, y al hacerlo, es muy difícil que queden con un balance cero. Así pues, un déficit comercial se produce cuando un país importa más de lo que exporta y cuando el déficit es solo entre dos países, se denomina déficit comercial bilateral.
La interpretación expuesta se sustenta en la lógica que establece la teoría del comercio internacional, sin embargo, en el caso de los EE.UU la administración Trump parece tener otra visión muy distinta. Efecto, para el gobierno, y quienes dirigen los asuntos comerciales, “los déficit comerciales son la indicación mas clara de que EE.UU se ha convertido en un perdedor habitual en el mercado global”.
Una ligera reflexión sobre la dinámica del comercio internacional permite interpretar que desde la casa blanca se tiene la visión de que las exportaciones son triunfos y las importaciones son perdidas. Pero resulta que al pensar de esta manera, se está dando por sentado que el comercio no crea valor, sino que es una suma cero, lo cual obliga a reabrir un debate que se creía solucionado en la teoría del comercio internacional desde hace décadas.
Para que se tenga una mejor idea de lo que ocurre con el comercio internacional de EE.UU y la interpretación que se le ha dado al mismo en la actual administración desde la casa blanca, solo hay que observar la razón de las exportaciones e importaciones que realiza esa nación con el mundo. En efecto, el mayor volumen de importaciones de EE.UU se concentra en, petróleo, pelotas de beisbol, granos de café, acero, tecnología de punta y otros, los cuales representan los cuales representan alrededor de un 15.3% de su PIB.
En cuanto a las exportaciones, EE.UU le vende al mundo producto como el trigo, maíz, soja, tabaco, computadoras, aviones, automóviles, repuesto para vehículos, madera, mineral de hierro, productos químicos, entre otros. Al relacionar las exportaciones con su PIB, estas representan un 11%, lo que resulta inferior al 45% de esta relación que le representa a otros países del mundo que han entrando con gran incidencia al comercio mundial ante un rezago visible de EE.UU.
Son estas las razones poderosas que han llevado un alto grado de preocupación en EE.UU por el déficit comercial que cada vez arroja frente a sus socios comerciales que desplazan a esta nación del liderazgo comercial a escala planetaria. En particular, China, Japón y Alemania tienen un mayor predominio en la presencia del comercio mundial, lo que en la práctica les permite tener una gran incidencia en la economía mundial.
A pesar de que para el primer semestre del presente 2017, el déficit comercial de EE. UU logró una reducción de un 5,9 %, lo que en términos absoluto significa un saldo total de US$ 43.600 millones, influenciado básicamente por el desempeño positivo las exportaciones, aun prevalece la preocupación por el mismo. Pero la buena noticia para el pais norteamericano es que ese mismo periodo, las exportaciones se incrementaron en un 1,2 %, representado la respetable cifra de US$ 194.400 millones, en tanto, que las importaciones se contrajeron en un 0,2 %, esto es US$ 238.000 millones.
La preocupación por el déficit comercial de EE.UU con sus diferentes socios comerciales viene dado por el hecho de que se tiene previsto tomar fuertes medidas contra los mismos ya que este mantiene una balanza comercial negativa. Todas decisiones y preocupaciones han creado un clima de incertidumbre por el hecho de que al primer semestre del 2017, el déficit comercial con México se redujo en un 24 % hasta los 6.852 millones de dólares, por un aumento de las exportaciones del 4 % y una cada caída de las importaciones del 0,6 %, mientras que, por el contrario, el balance negativo entre importaciones y exportaciones con China y Alemania apenas se redujo en un 3 % y un 10 %, respectivamente.
Pero resulta que la preocupación por el déficit comercial de EE.UU ha obligado al presidente Trump ha pedir revisar acuerdos y relaciones comerciales con socios en todo el mundo para poner fin a lo que considera son intercambios desiguales que perjudican el empleo de los estadounidenses. Cada vez esto se profundiza dado que para Octubre del 2017, el déficit comercial real se ubicó sobre el promedio del tercer trimestre de US$ 62.000 millones, lo podría ser un estorbo para el PIB del trimestre octubre-diciembre.