Alberto Quezada

Los niveles de abuso que ejercen las Administradoras del Riesgo de Salud (ARS) contra aquellos dominicanos y dominicanas que tienen el privilegio de poseer un seguro médico del régimen contributivo, no tiene madre, padre, ni maestra.
Como es posible que un país como este en donde según datos de una reciente investigación realizada por la Sociedad Dominicana de Cardiología, existen alrededor de dos millones de personas afectadas de hipertensión arterial, el medicamento compuesto indicado por el médico para controlarla o curarla no esté incluido en el catálogo de cobertura del bendito seguro médico.
De lo que estamos hablando, amigos lectores, es de que el equivalente al 31 por ciento de la población dominicana que está tipificada con la citada enfermedad no tiene garantizado el remedio en el seguro médico que paga religiosamente cada mes. ¿Y qué será de aquellos dominicanos que están en el régimen subsidiado o que no tienen seguro, si el costo mensual para este tratamiento sobrepasa los RD$ 3000.00?
Esto es una barbaridad que no se puede seguir tolerando como quien ve llover, como si nada pasara, como algo normal, es una acción sencillamente inaceptable en perjuicio de todos y todas. Algo hay que hacer.
Y yo me pregunto y digo, ¿dónde está el Estado que permite a las administradoras de riesgo de salud hacer lo que le viene en ganas, cometer los más disimiles e irritantes abusos y excesos en contra de una población asegurada cada día más indefensa?
¿Cómo se le permite a esos señores que ante los ojos de todos, de manera descarada y altanera operen como chivo sin ley, desprovistos de sensibilidad y sentido humano, como si aquí no hubiese autoridad que les regule y las meta en cintura?.
¿Cuál es el maridaje existente entre la autoridad rectora con los propietarios de esos negocios para hacerse de la vista gorda y permitir que se siga sangrando la economía de una población cada día más anémica?.
¿Cuáles son las ataduras, pactos de silencios o miedos que impiden que los conductores del sistema de salud y las ARS se pongan de acuerdo para que se haga de una vez y por todas las modificaciones reclamadas a la ya desactualizada Ley de Seguridad Social (87-01) que posibilite, entre otras cosas, una ampliación en la cobertura del catálogo de medicamentos y el aumento al monto económico asignado a cada afiliado?.