Cuando a finales de diciembre del 2019 China anunció la presencia de un nuevo tipo de coronavirus que podía afectar a los seres humanos, los países se dividieron en forma inmediata en dos grupos; los asiáticos que por su cercanía con el gigante asiático comenzaron de inmediato a tomar medidas para impedir el acceso de personas afectadas y el resto del mundo que dio la espalda al aviso y siguió realizando sus actividades normales.
Entre estos últimos esta la República Dominicana, es mas, recordamos el escepticismo que había con los primeros informes que en mi condición de embajador en el área comencé a enviar de forma inmediata a nuestra cancillería, para algo me sirve ser medico, y como casi nadie creía que un virus de ese tipo podía llegar a nuestras playas llenas de turistas, fiestas y jolgorio.
Durante casi todo el mes de enero del 2020 los lugares mas afectados eran China, país donde el virus saltó de algún animal a un ser humano en la provincia de Hubei, donde de forma inmediata se comenzaron a tomar medidas drásticas para aislar lo focos de contagio y contener su expansión, y un crucero que navegaba por las aguas del Pacifico y tuvo que atracar en el puerto japonés de Yokohama, eran los dos focos de lo que después se convertiría en la pandemia que ya todos conocemos.
Es bueno decir, que desde la famosa pandemia de ¨gripe española¨, en realidad norteamericana pues comenzó en el estado de Kansas en Estados Unidos, no se producía una situación como la que aun estamos viviendo, fue causada por un simple virus gripal H1N1 y causó una cifra de muertes que va desde los 50 a 75 millones de personas en 3 años de duración hasta que desapareció en 1921.
Todo este preámbulo es para advertir que ya en esta era de la información y desinformación, todo el mundo se cree saber de todo porque existe Google, que debe causar una gran preocupación a la comunidad que trabaja en el sector salud, el discurso dado ayer noche por el señor presidente de la República Luis Abinader, donde anunció un plan de desescalada de las medidas de distanciamiento social en un espacio de tiempo tan corto como tres semanas.
Y esto lo hizo sin dar a conocer datos claves que soporten una decisión a nuestro juicio precipitada, no fundamentada en la realidad actual de la pandemia en nuestro territorio, a espaldas de los datos que proveen sus subalternos en las informaciones diarias que proveen en el seguimiento de este terrible problema, que no es exclusivo de los dominicanos, sino que afecta a todo el mundo en estos momentos.
En el mismo día de ayer, la OMS en boca de uno de sus expertos mas prestigiosos Mike Ryan, que ¨plantearse dejar a las personas infectarse con Covid19 mas temprano que tarde es una ESTUPIDEZ EPIDEMIOLOGICA¨, y advirtió a los países que deberían levantar las restricciones en forma lenta porque muy fácilmente podrían perder lo que hasta este momento han ganado.
Y la advertencia le cabe perfectamente al gobierno dominicano, quien se plantea en voz de nuestro presidente en la noche de ayer, comenzar lo que llamó ¨desescalada¨ del que calificó como ¨odioso toque de queda del que estamos ya todos cansados¨, que terminaría a finales de este mes de julio para cumplir, suponemos nosotros, con la máxima escrita en el libro de Isaias capitulo 22 versículo 13: ¨comamos y bebamos que mañana moriremos¨
Pues eso exactamente es lo que podría pasar, porque no existen condiciones epidemiológicas en la República Dominicana para levantar de ningún modo medidas que advierten de que mantener el distanciamiento social, uso de mascarillas y jordanas intensas de vacunación, son las únicas vías para disminuir la alta tasa de infertilidad que mantenemos en prácticamente todo el territorio nacional.
¿Porque no nos preguntamos las razones por las cuales seguimos incluidos en la lista de países con múltiples restricciones para viajar por los Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros?
Es que los datos que se manejan públicamente por las propias autoridades no soportan una disminución de las medidas de control en la movilidad de los dominicanos, y vamos a demostrarlo con la misma data dada a conocer en el día de ayer por la dirección de epidemiología del Ministerio de Salud Publica de la República Dominicana.
En rueda de prensa ofrecida por dicho ministerio, el director de epidemiología Ronald Skewes, ofreció los datos de la incidencia del Covid a nivel nacional, que es la velocidad a que se expande una enfermedad, pues los datos en las principales ciudades del país son muy altos, en el Distrito Nacional 41.5%, Santo Domingo Este 25.40% y Santiago 22.43%, y estos son precisamente los lugares donde mayor cantidad de personas viven.
¿Hablamos de una incidencia por encima del 20% donde reside aproximadamente la mitad de los dominicanos y nuestro gobierno plantea una desescalada total en solo tres semanas?
¡ESTO ES SIMPLEMENTE UNA INVITACION AL DESASTRE!
Cualquier medico epidemiologo se pondría la mano en la cabeza y diría que en un país o comunidad están dementes si anuncian quitar en forma rápida las medidas que disminuyen la velocidad a que se esta expandiendo cualquier enfermedad infecciosa con una tasa de incidencia por encima del 20%, parece que la urgencia populista es mas importante que la protección de la población en la República Dominicana.
Pero ademas, tampoco se justifica poner fecha fija para que la gente salga a la calle a beber, increíblemente se permitió que nuestro presidente lo anunciara textualmente en su discurso cuando habló del levantamiento de la prohibición de horario para el tema de las bebidas alcohólicas, usando como argumento que tenemos una alta tasa de vacunación, lo que podría ser cierto si nos comparamos con países muy rezagados, pero se olvida que la medicina es un ciencia y por lo tanto es medible.
Y lo cierto es que no tenemos una tasa de vacunación suficiente para suspender las medidas de distanciamiento social; según las cifras planteadas en el mismo discurso de anoche, y vamos a analizarlo.
Según el presidente en el país de han puesto 8.3 millones de dosis, divididos entre 5.0 millones una dosis y 3.2 millones de personas con las dos dosis, quiere decir que cuando se divide la población entre vacunados, no vacunados y medio vacunados, tenemos en los actuales momentos, según las cifras oficiales, solo 3.2 millones de personas vacunadas, porque para ser declarada vacunada una persona tiene que tener puestas las dos dosis y haber pasado entre 2 a 3 semanas de haber sido puesta la ultima dosis.
Y si nuestro blanco de vacunación, el mismo gobierno hizo un llamado para vacunar con Pfizer a los jóvenes entre 12 y 17 años, sería aproximadamente 9 millones de dominicanos, entonces andamos realmente por un 30% de la población realmente vacunada.
¿Y cual es el numero de personas vacunadas que se necesitan dentro de una comunidad para pensar que tenemos la tan ansiada inmunidad de rebaño?
El Instituto Butantan de Brasil, que es la organización de estudios clínicos mas prestigiosa de toda Latinoamérica hizo el calculo, procedió a vacunar con dos dosis de Sinovac a todos los pobladores de un pueblo de 30 mil habitantes llamado Serrata cerca de Sao Paulo, y el resultado es que se necesita el 75% de la población vacunada para considerar que ya se tiene inmunidad de rebaño.
Entonces lo cierto es que no hay datos que soporten el levantamiento del toque de queda de la manera tan abrupta como lo esta haciendo el gobierno, y esto porque por mas odioso que sea, juega un papel doble, por un lado es una advertencia de que la epidemia no ha terminado y que deben mantenerse todas las medidas de distanciamiento y uso de mascarillas, es decir impide que sintamos una sensación de seguridad que no es soportada por nuestra realidad epidemiológica.
Y en segundo lugar, por mas cansados que están nuestros hijos, por mas hartos que estemos de no emborracharnos en las calles, por mas incomodos que nos sintamos ante el control social que significa no poder juntarnos en lugares cerrados con nuestros amigos y familiares, estamos en una emergencia mundial y debemos ser conscientes de que solo cumpliendo con la obligación de cuidarnos y vacunarnos podremos lograr vencer la pandemia.
Queremos correr cuando ni siquiera sabemos caminar, la tasa de infectividad en la República Dominicana se mantiene alrededor del 15%, si vemos a la gente en los estados de beisbol de los Estados Unidos es porque allá esa tasa ya se encuentra en números decimales, menos del 1%, no es lo mismo ni es igual.
¨Comamos y bebamos que mañana moriremos¨, que lo hagan otros, la responsabilidad individual que prime sobre la temeridad de un gobierno que le tiene miedo como el diablo a la cruz a las protestas de los que quieren vivir en ¨fiesta y mañana gallo¨.