Daniel Cruz

Hoy es la fecha natalicia de Salomé Ureña. Poetisa exquisita y maestra ejemplar que nació el 21 de octubre de 1850. Y vivió apenas 47 años (murió el 6 de marzo de 1897), cantidad que le alcanzó para realizar una obra poética encomiástica y una labor pedagógica de cuyos frutos se beneficiaron varias generaciones de dominicanas y dominicanos. Su quehacer literario llamó la atención del sabio Marcelino Menéndez Pelayo, el miembro de la Academia de la Lengua Española más joven, pues llegó a esa exigente corporación con apenas 24 años(¡!) de edad, quien dijo que «para encontrar poesía en Santo Domingo hay que llegar a José Joaquín Pérez y a Salomé Ureña».
La conmemoración de tan sentida efeméride la aprovechamos para compartir con los lectores y las lectoras una información que recibimos recientemente: Juan Bosch tenía intención de escribir una biografía de Salomé, y con ese propósito le pidió a Pedro Henríquez Ureña información sobre su madre.
La carta* está fechada en La Habana, Cuba, el 23 de enero de 1940. En ella Bosch le dice a Henríquez Ureña que su próxima biografía sería la de Salomé Ureña. Con la expresión «próxima biografía» don Juan alude a «Hostos, el sembrador», su primera biografía publicada.
Bosch le dice a Pedro Henríquez Ureña que en la biografía de su madre no incurriría en los errores que su inexperiencia le llevó a cometer en la de Hostos como el de «no seguir el orden cronológico al principio, sino empezar con Hostos de 30 años y luego volver a sus 20 años»**. Explica que no habló de la infancia de Hostos porque este «la describió muy bien». En cambio, «En Salomé deseo hacerlo todo, desde su nacimiento hasta su muerte», informa.
Bosch le solicita a Pedro «Dígame qué documentos puede usted facilitarme».
Ignoramos qué circunstancias impidieron que el proyecto se materializara. Lo cierto es que Bosch escribiría luego semblanzas de Máximo Gómez, José Martí, biografías de Simón Bolívar y del rey David, entre otras, pero no la biografía de Salomé.
¿Pedro Henríquez Ureña no pudo atender la solicitud de don Juan? Como acontece con frecuencia a los escritores, ¿se atravesó un proyecto que sacó del foco de interés de Bosch la biografía proyectada? Como esas podríamos lanzar numerosas interrogantes que no lograrían pasar del nivel de la especulación. Lo cierto es que los dominicanos y las dominicanas que valoramos la vida y todo lo que tiene que ver con Salomé Ureña nos perdimos la oportunidad de conocer su vida a través de uno de los biógrafos más grandes que ha producido América Latina: Juan Bosch.
Y lo que acabamos de decir no obedece a un arrebato lisonjero. ¡No! Es el reconocimiento a la hondura sicológica que Bosch alcanza en los personajes que estudia, el manejo de los datos en que se expresan sus acciones o las causas de la falta de estas, y en la maestría con que hilvana el relato, de modo que sentimos mientra lo leemos que el personaje biografiado es un contemporáneo al que vemos pensar, actuar; en fin, vivir en carne y hueso ante nuestros ojos.
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*La carta, junto a otras dos sobre otras cosas también enviadas a Pedro Henríquez Ureña, el lector la hallará en «Juan Bosch/Perfil biográfico», de Euclides Gutiérrez Félix (páginas 249-250, segunda edición ampliada y corregida. Editora Corripio, noviembre de 2017. 258 pp.
**En esta parte disentimos de Bosch. Siempre nos ha parecido un acierto empezar la obra con un Hostos tan adulto porque el relato nos parece más corto al empezar casi por su final. Sicológicamente los relatos lineales los siento muy largos. Por eso me gusta la estructura circular o casi circular de las historias.