La explicación de las autoridades monetarias, que atribuyen el alto costo de los productos agropecuarios a condiciones climatológicas adversas, ni el exabrupto con que un ex presidente de la República y alto dirigente del PRM acusa al PLD de ignorar lo que dice, desmienten lo expresado por la Secretaría de Asuntos Agropecuarios del Partido de la Liberación Dominicana respecto a que la política agropecuaria del Gobierno ha traído pobreza en el campo y hambre en el resto del país.
Un documento dado a conocer por profesionales de larga data en la agropecuaria y experiencia local e internacional y en la academia ha presentado el triste panorama del campo dominicano y los productores.
En el documento, difundido en rueda de prensa, se denuncia la importación récord de alimentos en el 2022, que ha llevado a la ruina a la producción local y no logra bajar los precios.
También el elevado costo de la canasta alimenticia, que alcanzó en diciembre del año pasado los RD$44,412.5, inalcanzable en el tercer país de la región con el salario más bajo.
El 100% de los alimentos que se consumen en República Dominicana se producía en nuestros campos, en cambio en el año 2022 el 31.72% de la comida fue importada.
Nunca en un invierno el plátano había elevado su precio hasta los RD$40.0 la unidad; tan poco explica su carestía la tormenta Fiona, pues este fenómeno atmosférico afectó fundamentalmente una zona que no es platanera, se explica en el documento de los técnicos del PLD, que sí saben de eso.
En resumen, como concluye el documento, las políticas anunciadas en bombo y platillos por el gobierno solo han traído más pobreza en el campo y hambre en el resto del país.
Fue el profesor Juan Bosch, en la campaña que lo llevó al gobierno en 1962, quien popularizó la expresión “las tres calientes” para referirse al desayuno, el almuerzo o comida y la cena, las cuales no llegan ahora siquiera a dos en muchos hogares dominicanos como consecuencia del desastre del agro de una gestión que tampoco pega una en un sector tan importante de la economía nacional.