La raza humana integra el ámbito racional del reino animal. Se agrupa en las diferentes latitudes del planeta atendiendo a diversas razones; conformándose así, las sociedades de cada país. Partiendo de esa premisa, surge la necesidad de: leyes, reglamentos, normas, etc., que hagan posible la convivencia pacífica.
Para velar por el cumplimiento y respeto a ese ordenamiento legal, designan autoridades investidas del poder necesario para garantizarlo, sin violar los derechos humanos. Como se puede observar en el citado escenario, los ciudadanos están en el deber de respetar la investidura de las autoridades, y estas, quedan obligadas a no violarles sus derechos.
Aterrizando lo anterior a la realidad que vivimos en nuestro país, es necesario convenir en que, algunos ciudadanos; así como determinadas autoridades, actúan al margen de lo establecido por la ley. Lo mas preocupante de esas ocurrencias, es la periodicidad con que se producen, trayendo en cada ocasión penosas y lamentables situaciones.
Pienso que, fortalecer el rigor en la aplicación del régimen de consecuencia podría ayudar significativamente a reducir la frecuencia y cantidad de esos hechos. Quizá, adoptar el método de publicar las sanciones que conllevan violar leyes y normativas específicas que rigen la cotidianidad, podría desincentivar la vocación de irrespeto que exhiben muchos ciudadanos. También considero pertinente y oportuna la ocasión, para advertirles a las autoridades policiales y/o militares que, cometer excesos y maltratos contra los ciudadanos, conlleva sanciones disciplinarias y/o penales que serán aplicadas con el rigor y la energía que amerite cada caso.
Finalmente, y, para robustecer la tesis de que advertir las sanciones por violación o inobservancia a determinadas leyes y/o reglamentos, tiene un poderoso efecto disuasivo. Me permito citar mi experiencia con los dominicanos y otros latinoamericanos residentes en Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos de Norteamérica. Pues, me resulta curioso escucharlos expresar su respeto a las leyes federales. Cuando les pregunto la razón, me responden que conocen las sanciones, y, estas son super severas y costosas.